Psicología educativa

Niveles de lectoescritura: concepto, etapas y características


¿Qué son los niveles de lectoescritura?

Los niveles de lectoescritura son las distintas fases por las que pasa un niño durante el proceso de aprender a leer y escribir. Fueron estudiados por primera vez por Emilia Ferreiro en 1979, en su obra Los sistemas de escritura en el desarrollo del niño. A pesar de que los procesos de adquisición de la lectura y de la escritura se parecen, no son iguales.

En general se suelen distinguir cuatro etapas por las que pasa el niño al aprender a escribir (concreta, presilábica, silábica y alfabética). Por el contrario, tan solo se habla de tres fases al aprender a leer (presilábica, silábica y alfabética). El estudio de estos niveles de lectoescritura es muy importante.

Su importancia radica en que permite a los expertos predecir qué problemas se van a producir en cada una de las etapas y proponer soluciones que se ajusten a estas dificultades. Además, también ayuda a estudiar cómo evoluciona el desarrollo cognitivo de los niños.

Niveles de lectura

Los niños pasan principalmente por tres etapas cuando están aprendiendo a interpretar textos escritos: etapa presilábica, etapa silábica y etapa alfabética.

Cada una de estas se caracteriza por la presencia o ausencia de dos aspectos fundamentales a la hora de entender palabras o textos escritos.

El primero de estos es el aspecto cualitativo. Se refiere a cómo se interpretan los sonidos de cada una de las letras. El niño que domine este aspecto será capaz de identificar cuáles son las letras que forman las palabras, cuál es su sonido y en qué orden están presentes.

El segundo aspecto es conocido como cuantitativo. Tiene que ver con la forma escrita de la palabra; por ejemplo, con cuántas letras la forman y si su representación gráfica es larga o corta.

Así, en la etapa presilábica el niño no domina ninguno de los dos aspectos. Al entender el cuantitativo, avanzaría hasta la etapa silábica, mientras que la alfabética se alcanzaría cuando sea capaz de comprender ambos aspectos.

1. Etapa presilábica

El primer nivel de la lectura surge cuando se le pide a un niño que interprete el significado de una palabra o un texto escrito, pero no es capaz de dominar ninguno de los dos aspectos anteriormente mencionados. Así, el niño se inventará el significado de lo que está escrito, o directamente defenderá que no tiene ninguno.

La imaginación es el componente principal que utilizan los niños para interpretar las palabras escritas en esta etapa.

Por ejemplo, nos podríamos encontrar con explicaciones como que las palabras largas son nombres de objetos grandes, y las cortas de objetos pequeños.

2. Etapa silábica

Esta segunda etapa se alcanza cuando el niño ha comprendido el aspecto cuantitativo de la lectura; es decir, cuando logra diferenciar principalmente el tamaño de la palabra escrita.

Como todavía no comprende el significado de cada una de las letras, el niño deducirá que una palabra larga representa cualquiera de las que ya conoce.

Por ejemplo, si ve escrita la palabra “automóvil”, podría interpretar que significa cosas tan dispares como “pescador” o “pelícano”. Lo mismo ocurriría con las palabras cortas.

La principal diferencia entre este segundo nivel y el primero es que el niño intentará leer la palabra, en ocasiones tratando de seguir las sílabas con su dedo.

Así, aparece por primera vez la intención de interpretar el texto escrito en lugar de simplemente inventarse el significado.

3. Etapa alfabética

Una vez que el niño domina también el aspecto cualitativo de la lectura, es capaz de empezar a distinguir las diferentes letras entre sí y a interpretarlas. De esta manera, por primera vez podrá tratar de leer realmente lo que está escrito.

A partir de este punto, que el niño adquiera la capacidad de lectura tan solo será una cuestión de tiempo.

Niveles de escritura

Los nombres de las diferentes etapas que atraviesan los niños al aprender a escribir son prácticamente los mismos que los de los niveles de lectura. Esto se debe a que los retos encontrados son muy similares en ambos casos.

Sin embargo, en el caso de la escritura se suele hablar de un nivel anterior al presilábico, conocido como concreto. Así, los cuatro niveles de escritura son el concreto, el presilábico, el silábico y el alfabético.

1. Etapa concreta

Esta etapa ocurre cuando el niño aún no comprende en absoluto el funcionamiento de la escritura ni la forma de las letras, pero quiere empezar a imitar la manera de plasmar textos que ve en sus mayores.

Así, si trata de imitar las letras cursivas, tenderá a dibujar una línea continua con diferentes formas y curvas. Por el contrario, si está tratando de imitar la letra de imprenta, dibujará formas no unidas entre sí.

Cabe destacar que los dibujos realizados por el niño en esta etapa no guardan ninguna relación con las palabras que intenta representar ni con las verdaderas letras del alfabeto.

2. Etapa presilábica

En esta segunda etapa el niño ha aprendido a reproducir algunas letras, pero todavía no conoce cuál es su significado. Sin embargo, ha comprendido que cada una de estas representa un sonido diferente y tratará de plasmar esto en su escritura.

Entonces, utilizará distintas combinaciones de las letras que conoce para representar palabras distintas, pero como todavía no conoce lo que significa cada una de estas, lo hará al azar, pudiendo utilizar una sola letra para representar incluso sílabas o palabras completas.

3. Etapa silábica

En este nivel el niño seguirá sin conocer exactamente el sonido que representa cada una de las letras, pero tratará de deducirlo utilizando las que conoce para representar sílabas concretas. Por ejemplo, puede creer que la “m” siempre se lee como “me” o como “ma”.

Por tanto, en esta etapa será capaz de dividir las palabras en sílabas y hacer una escritura aproximada de las mismas, pero todavía no domina la relación entre lo escrito y los sonidos que pretende representar.

4. Etapa alfabética

La última etapa se alcanza cuando el niño descubre qué sonido representa cada una de las letras del alfabeto y es capaz de combinarlas de manera adecuada.

A partir de este momento los únicos problemas que se encontrará tendrán que ver con la ortografía, no con el proceso de escritura en sí.