Trastornos de la personalidad

Personalidad Tipo A: características, enfermedades, tratamiento


La personalidad tipo A (PCTA) es la tendencia de las personas a mostrar ambición, competitividad e implicación laboral, así como impaciencia, urgencia temporal y actitudes hostiles. Estas conductas se observarían solo en situaciones estresantes o de reto.

Este tipo de personalidad fue por Friedman y Rosenman (1959), dos cardiólogos que estudiaron la incidencia de los aspectos psicológicos en la enfermedad coronaria. Dicho patrón es el contrario al patrón de conducta tipo B, que son aquellas personas relajadas, abiertos a emociones, tanto positivas como negativas y con altas capacidades de adaptación.

Los aspectos que rodean a la personalidad tipo A o patrón de conducta tipo A (PCTA) han hecho que se hayan realizado muchas investigaciones sobre los problemas de salud que puede generar, en concreto las enfermedades cardiovasculares o la hipertensión.

Se trata de un estilo de vida o de conducta donde participan respuestas conductuales, fisiológicas, cognitivas y emocionales. Es decir, es un concepto que engloba multitud de dimensiones, donde cobran importancia la forma de expresión, las actitudes y emociones, los aspectos motivacionales, las conductas manifiestas y los aspectos cognitivos.

Existen diferencias entre hombres y mujeres; mientras que los hombres tienen unos componentes más altos de ira y hostilidad, las mujeres tienen más ansiedad y depresión.

Índice del artículo

Características de personas con personalidad tipo A

Podemos detectar los siguientes componentes de este patrón de personalidad.

Competitividad y orientación al logro

En cuanto a las estrategias que utilizan para alcanzar el éxito, prefieren trabajar en tareas estresantes de modo solitario, pero en los momentos previos a la tarea prefieren estar en compañía de otros.

Son personas adictas al trabajo y perfeccionistas, buscan impulsivamente el éxito y el logro de todos los objetivos y metas que se proponen.

Impaciencia y urgencia temporal

Son personas que trabajan en un período de tiempo menor, empeorando su tarea si necesitan paciencia y actuar con lentitud. Por ejemplo, para estos sujetos el intervalo de 1 minuto pasa más rápido que para los tipo B.

Estas personas son incapaces de esperar, se muestran molestos ante todo aquello que retrase u obstaculice todo lo que tienen que hacer, así como su progreso.

Hostilidad

Son personas que reaccionan con mayor agresividad cuando se les molesta o interrumpe mientras están trabajando. Al ser más hostiles tienen un menor apoyo social.

Comunicación

Hablan en voz alta, rápida, enfatizan mucho con sus gestos y tienen una alta tensión en los músculos faciales. Parece que siempre tienen prisa y van a toda velocidad a los sitios. Están altamente motivados hacia el logro y orientados hacia el éxito y la ambición.

Aunque se centren mucho en su trabajo y descuiden otras áreas de su vida, suelen tener problemas laborales y matrimoniales, así como una alta incongruencia social.

Otros comportamientos

Tienen fobia a perder el tiempo, no les gusta esperar, no les gusta las situaciones impredecibles que le suponen pérdida de su tiempo. Presentan muchos comportamientos nerviosos, como estar inquietos, rechinar los dientes o morderse las uñas, mostrándose agitados la mayor parte del tiempo.

Son catastrofistas, no pueden dejar de pensar en los fallos cometidos y en el futuro.

Salud

En cuanto a los aspectos de salud, el tipo A es menos consciente de la fatiga o el dolor y presenta un mayor control de sí mismo.

Por otro lado, prestan menos atención a estímulos molestos e irrelevantes. Además, tienen problemas de insomnio debido a las preocupaciones y pensamientos frustrantes continuos.

¿Cómo ven el trabajo los tipo A?

El trabajo ha cobrado una importancia diferente a lo largo del tiempo. Actualmente los conocimientos, creencias, valores y modelos culturales que lo rodean ha influido en la forma de percibirlo que tienen las personas.

Ya no lo ven solo como un medio para subsistir, sino que es visto como un medio para destacar por encima de otros, como un medio de desestresarse y olvidarse de los problemas, evadirse de la realidad, o todo lo contrario, como una fuente de estrés y preocupaciones adicionales.

Importancia del trabajo

A diferencia de las personas con PCTB, los tipo A son individuos que ven el trabajo como una obligación y valoran el puesto que ocupen y el ascenso que puedan alcanzar en un futuro.

Una de sus metas principales es ganar un buen sueldo y tener una carga de actividades variadas. Por otro lado, dan mucha menos importancia a las relaciones interpersonales.

Existen aspectos del PCTA que pueden influir positivamente en la vida laboral del individuo, por ejemplo los motivacionales, sin embargo, aquellos relacionados con la hostilidad e impaciencia pueden repercutir negativamente.

Rendimiento

En el mundo laboral los sujetos tipo A pueden destacar más, debido a que se trata de un entorno donde la presión física y del tiempo es alta, así como la competitividad.

Por otro lado, la preocupación por el rendimiento y el deseo de éxito y reconocimiento parece que orienta a que estas personas obtengan mayores logros reales.

Además, los perfiles profesionales que ocupan estas personas son los de mayor responsabilidad y estatus.

Relación de patrón de conducta tipo A y enfermedades

ataque al corazón

Existen numerosas investigaciones que ponen de manifiesto la relación del PCTA con los desórdenes clínicos coronarios, sugiriendo que este patrón de personalidad es predictor de la enfermedad coronaria e indicando al componente hostilidad como el más perjudicial.

Las distorsiones cognitivas asociadas a la hostilidad juegan un papel fundamental en la ira y agresividad de estos sujetos. Además está asociada a la responsividad fisiológica en conflictos interpersonales y a mayores niveles de estrés interpersonal.

En cuanto a los mecanismos que enlazan el patrón conductual con la enfermedad coronaria, una de las hipótesis que está más extendida consiste en la creencia de que estos sujetos exhiben una hiperreactividad cardiovascular.

El papel de dichos antecedentes familiares en la hipertensión ha sido muy estudiados y parecen asociarse a varios síntomas. Entre ellos:

  • Mayores elevaciones en la presión sanguínea sistólica (alta) durante una serie de breves estresores de laboratorio.
  • Mayores incrementos en tasa cardíaca y presión sanguínea diastólica (baja) en tareas de evitación de descargas eléctricas.
  • Mayor tasa cardíaca y presión sanguínea diastólica durante tareas aritméticas.
  • Mayor presión sistólica en tareas de formación de conceptos.

Relación de patrón de conducta tipo A y deporte

El PCTA se ha estudiado especialmente en deportistas competidores. Los agentes psicosociales que tienen mayor influencia en la vida de los jóvenes son los padres, los entrenadores y el grupo de iguales, los cuales cobran especial relevancia durante la adolescencia.

Existen investigaciones que han encontrado relación entre las redes de apoyo social del deportista y el grado de estrés percibido.

La práctica deportiva no favorece, por sí misma, la aparición de rasgos de personalidad tipo A en los deportistas adolescentes, pero la adaptación a las exigencias de la competición deportiva necesita el apoyo del medio psico-social (padres, entrenadores, amigos).

Por otro lado, estar expuesto a un alto grado de estrés está relacionado estrechamente con la posibilidad de aparición de rasgos de comportamiento Tipo A.

Esto puede estar relacionado con la mala adapatación de estos sujetos por tener unas habilidades de enfrentamiento inadecuadas, producto de la falta de apoyo.

Riesgos

Los deportistas con PCTA manifiestan una recuperación más lenta de sus índices psicofisiológicos ante el estrés, pero eso no tiene relación con que estén más predispuestos a sufrir enfermedades coronarias, ya que tienen una muy buen condición física y disfrutan de la experiencia competitiva.

Según algunos autores, el PCTA solo se asocia con riesgo de alteraciones cardíacas en los casos de un pobre repertorio de afrontamiento.

Por otro lado, se ha visto que estos sujetos suelen entrenar con más frecuencia y se encuentran más motivados para entrenar sin ganas. En cuanto a los padres, son más exigentes y menos positivos en las evaluaciones del rendimiento de sus hijos.

Tratamiento

La intervención preventiva tanto del patrón de conducta tipo A como de su influencia en enfermedades coronarias debe incluir pautas que vayan desde los factores de riesgo a los factores emocionales, para generar un mayor bienestar en la persona.

Cada intervención dependerá del análisis individual de cada persona, pero siempre es necesaria una intervención global para la creación de programas colectivos que incluyan los riesgos de personas y grupos en general.

Objetivos

El objetivo principal es la reducción de las estrategias de afrontamiento activas, y su sustitución por técnicas que consigan disminuir la tensión y la ansiedad a través de la modificación de los componentes conductuales, cognitivos y fisiológicos.

En cuanto a la competitividad, se ha observado como los sujetos que puntúan alto en esta dimensión tienden a utilizar un mecanismo atencional que supondría una menor percepción de los síntomas.

Los sujetos altos en impaciencia-hostilidad muestran mayor ansiedad en los tres niveles de respuesta (cognitivo, fisiológico y motor), en más situaciones y en concreto en aquellas situaciones de evaluación personal y asunción de responsabilidades, situaciones fóbicas y situaciones habituales o cotidianas.

Relajación

Los posibles riesgos, conllevan a tener en cuenta la necesidad de una intervención basada en la prevención del riesgo coronario en estos sujetos.

Además, dado que según la situación estimular las respuestas de ansiedad son de diferente modalidad, deberían de utilizarse técnicas cognitivo-conductuales que se ajusten al perfil topográfico y funcional de los sujetos.

Cambios conductuales

La utilización de programas que modifiquen el comportamiento de estas personas es una alternativa eficaz para que lleguen a producirse cambios conductuales y cambios en su estilo de vida, reduciendo de esta manera la probabilidad de que lleguen a desarrollar una enfermedad coronaria.

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