Historia

El crecimiento de las haciendas y los conflictos rurales


El crecimiento de las haciendas y los conflictos rurales en Nueva España alcanzaron su máximo a mediados del siglo XVIII, cuando tuvo lugar la consolidación del virreinato de Nueva España. Para entonces, el aumento de las actividades mineras y agropecuarias, aunado al auge industrial, fortaleció el comercio interno y externo en este virreinato.

No obstante, el crecimiento poblacional y las disparidades en la repartición de los recursos entre los colonos, los criollos y los indígenas, generó una serie de conflictos rurales que influyeron considerablemente en la gesta preindependentista.

¿En qué consistió el crecimiento de las haciendas y los conflictos rurales en Nueva España?

Ambos fenómenos se produjeron como resultado de múltiples procesos económicos y sociales que tuvieron lugar desde el siglo XVI hasta el siglo XIX. A continuación una breve reseña sobre cada uno de estos temas.

Crecimiento de las haciendas

El crecimiento de las haciendas consistió en el desarrollo paulatino de la actividad agropecuaria a través de la explotación de tierras con fines económicos.

A mediados del siglo XVIII, las producciones agrícola y ganadera representaban las actividades económicas más importantes del virreinato de Nueva España, después de la explotación minera.

El auge de los productos agropecuarios permitió satisfacer los requerimientos alimenticios de los pobladores locales, y las demandas de productos en todo el virreinato dieron pie a la construcción de caminos reales que impulsaban el comercio interno en la región.

Sin embargo, las discrepancias entre los hacendados y los trabajadores del campo (indígenas y negros africanos asalariados), aunado al crecimiento poblacional y el surgimiento de las ideas libertarias, dieron pie a la aparición de conflictos rurales en la región.

Conflictos rurales en Nueva España

Los conflictos rurales en Nueva España tuvieron lugar a finales del siglo XVIII cuando, debido al crecimiento de la población, la sociedad vislumbró el desbalance que existía en la distribución de los recursos existentes.

La repartición de las tierras era desproporcionada, y los ciudadanos españoles seguían teniendo una condición privilegiada en lo que concernía al dominio de las tierras y al manejo del comercio interno.

Así, la prosperidad económica para un grupo acentuó la escasez de recursos en otros. El crecimiento de la población trajo consigo un desempleo considerable, además de condiciones de vida precarias para los sectores más desfavorecidos.

La calidad de vida era pésima en algunos círculos, donde imperaba la propagación de enfermedades, la desnutrición y elevados índices de mortalidad en distintos grupos etarios.

Origen

Crecimiento de las haciendas

El crecimiento de las haciendas en el virreinato de Nueva España se generó gradualmente a partir del siglo XVI, cuando se activó el sistema de concesión de tierras y la fundación de las primeras haciendas. 

Fue así como se instauró el uso extensivo de las tierras con fines agropecuarios, y un selecto grupo de hacendados se consolidó en la cúspide de este sector.

Los nuevos hacendados abarcaron la mano de obra y la mayor parte del mercado de productos agrícolas y pecuarios. Para ello, sometieron como esclavos a los indígenas de la región y a los negros africanos.

La fuerza de trabajo permanente estaba constituida por los negros provenientes de África, en tanto que los indígenas trabajaban temporalmente durante los períodos de cosecha, o con fines específicos.

Los bienes producidos en las haciendas de los colonos españoles rápidamente sustituyeron la producción a pequeña escala de las comunidades indígenas, quienes perdieron la capacidad para autoabastecerse y desarrollaron dependencia de las grandes haciendas.

Durante el siglo XVII la Corona española eliminó la asignación de trabajo forzoso y promovió la contratación de los trabajadores bajo una relación laboral constituida; es decir, mediante la asignación de un salario.

Con esta medida, las haciendas se asentaron como una unidad de producción independiente del poderío español, que fue en ascenso durante los años posteriores.

Las haciendas crecieron de manera exorbitante. Dentro de las haciendas, los administradores habilitaron viviendas para los administradores, así como los recursos que fuesen necesarios para procesar y almacenar los productos de la actividad agropecuaria.

Conflictos rurales

La distribución arbitraria de las tierras productivas en el virreinato trajo como consecuencia un gran descontento entre los españoles peninsulares, los criollos, el campesinado y los representantes de las órdenes religiosas.

En adición, el crecimiento poblacional en la región implicó la necesidad de abastecer de alimento a un mayor grupo de habitantes.

Además, en 1767 ocurrió la expulsión de los jesuitas del virreinato de Nueva España por orden expresa del rey Carlos III, debido a varias acusaciones por ser partícipes de motines en contra de su reinado.

Este hecho trajo como consecuencia el traspaso de las tierras de los jesuitas hacia comerciantes locales y mineros, a través de la Junta de temporalidades. A su vez, los nuevos propietarios ascendieron socialmente gracias a la compra de títulos nobiliarios y a la adquisición de haciendas pequeñas.

Este nuevo grupo consolidó la formación de un señorío rural, que paulatinamente veló por el crecimiento de sus predios e inició un movimiento opositor en contra de los grandes hacendados.

Por su parte, los indígenas locales también reclamaban las tierras que les fueron arrebatadas durante el proceso de colonización.

Causas

Crecimiento de las haciendas

  • La necesidad de suplir requerimientos externos (España) e internos (virreinato de Nueva España) promovió el crecimiento de la actividad productiva en las haciendas.
  • El crecimiento poblacional incitó a un mayor consumo de carnes, frutas y verduras en toda la región.
  • La independencia de la colonia española en términos de la asignación de la mano de obra. Esto es, la contratación del campesinado de forma voluntaria y a cambio de un salario.
  • La correcta administración de la unidad de producción, y la inversión en herramientas y nuevas tecnologías.

Conflictos rurales

  • Distribución desigual de las tierras desde las primeras asignaciones de las haciendas a los colonos españoles.
  • El crecimiento demográfico trajo consigo una crisis por escasez de recursos alimenticios.
  • Las altas demandas del mercado externo impedía a los hacendados satisfacer las necesidades del mercado local.
  • Las inconformidades de los nuevos hacendados (mineros, pequeños comerciantes) así como de los pueblos indígenas, quienes reclamaban una mayor equidad en la administración y manejo de los recursos agropecuarios.

Consecuencias

A mediados del siglo XVIII el crecimiento de las haciendas alcanzó su máximo pico, ya que debido al crecimiento poblacional, la demanda de productos agrícolas y pecuarios también aumentó en la misma proporción.

Al generarse los conflictos rurales, poco a poco se sentaron las bases de algunos movimientos preindependentistas, debido a la generación de ideas novedosas en el campesinado local.

Referencias

  1. El crecimiento de las haciendas y los conflictos rurales (s.f.). Recuperado de: escolares.net
  2. Innovaciones agropecuarias y mineras en Nueva España (s.f.). Recuperado de: escolares.net
  3. Mayer, E. (2012). Spain in the Americas. Recuperado de: emayzine.com
  4. Sen, O. (2017). What Is The Hacienda System? Recuperado de: worldatlas.com
  5. Wikipedia, La Enciclopedia Libre (2017). Consolidación de Nueva España. Recuperado de: es.wikipedia.org
  6. Wikipedia, La Enciclopedia Libre (2018). Hacienda Colonial. Recuperado de: es.wikipedia.org