Signo de Goodell: qué es, anatomía, embarazo, diagnóstico
El signo de Goodell se refiere al cambio de consistencia del cuello uterino que evidencia el médico en el examen físico ginecológico de una mujer, cuando hay sospecha de embarazo. El cuello uterino o cérvix es una parte del útero que el especialista puede tocar por medio de la palpación intravaginal en el examen físico ginecológico.
En condiciones normales, el cuello uterino es de consistencia firme, se siente como tocar la punta de la nariz. Sin embargo, en las mujeres embarazadas, desde las primeras 4 semanas, puede palparse reblandecido, tan blando como tocar los labios.
Este cambio de consistencia es uno de los primeros signos de probabilidad de embarazo que el médico puede encontrar antes de realizar pruebas más profundas que finalmente lleven al diagnóstico de embarazo.
A medida que pasa el tiempo de la gestación, otros cambios suceden en la anatomía del útero. Todos estos cambios fisiológicos ocurren con la finalidad de mantener el feto en estado de maduración hasta el momento de su expulsión por el canal de parto.
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El signo de Goodell consiste en el cambio de consistencia del cuello uterino. Puede sentirlo el especialista ginecólogo en la palpación intravaginal del cérvix. Fue descrito por el ginecólogo norteamericano William Goodell (1829-1894), quien fue profesor de la Universidad de Pensilvania.
El cambio de consistencia que ocurre sucede porque durante el embarazo aumenta la circulación de sangre en el útero, lo que garantiza un buen aporte nutricional para el feto en gestación.
Una vez que empieza el proceso de aumento de la vascularización comienza a crecer el útero, sobre todo en el cuello uterino. Este proceso provoca que las fibras de colágeno se elonguen y formen un tejido mucho más elástico.
Así, cuando el médico siente la superficie del cuello uterino, palpa un tejido suave y no uno firme como se palpa en mujeres que no están en gestación.
Así como el signo de Goodell es un determinante probable de embarazo, existen algunos otros signos relacionados con este que orientan al especialista hacia el diagnóstico de embarazo.
Algunos de estos signos son los siguientes:
– Signo de Noble-Budin: puede sentirse el útero agrandado a través del tacto vaginal.
– Signo de Hegar: el útero se siente blando en toda su superficie.
El útero o matriz es un órgano que se ubica en la pelvis femenina. Es totalmente dependiente de hormonas y forma parte del aparato genital interno de la mujer. Su función principal es la de recibir al óvulo fecundado para la gestación del feto.
Anatómicamente, el útero consta de un fondo amplio, un cuello y un istmo o cuerpo que une estas dos porciones. El cuello del útero se extiende hasta la vagina y se abre a través de un orificio externo.
El útero está conformando por fibras musculares y tejido fibro-elástico con mucho contenido de colágeno, que le otorga una consistencia firme. El cuerpo del útero se compone de tres capas:
– Serosa o perimetrio: capa más externa.
– Miometrio: capa media. Es la capa muscular del órgano, se encarga de la contracción en el trabajo de parto.
– Endometrio: es la capa más profunda, muy rica en vasos sanguíneos. Es la que prepara el lecho para la implantación del óvulo fecundado.
El útero recibe un importante suplemento de sangre por parte de las arterias y venas uterinas. Su circulación aumenta durante el embarazo y este aumento es responsable de algunos de los cambios anatómicos que se evidencian durante el embarazo, como el reblandecimiento del cuello uterino (signo de Goodell).
El término embarazo se refiere a todos los cambios fisiológicos que ocurren en la mujer para que pueda mantener y sobrellevar la gestación. Ejemplos de estos cambios son el aumento del tamaño del útero y la preparación de las glándulas mamarias para la lactancia.
Por su parte, el término gestación es el desarrollo del feto dentro del útero. La gestación comienza cuando el embrión se implanta en el útero y finaliza con el nacimiento.
El embarazo consta de tres períodos de tres meses cada una o trimestres. Cuando la mujer comienza el tercer trimestre ya el feto es viable para vivir fuera del útero.
El embarazo comienza cuando el embrión, que es el óvulo fecundado por el espermatozoide, se implanta en la capa profunda del útero, el miometrio. Allí recibe la nutrición sanguínea adecuada para continuar su desarrollo.
Una vez que esto ocurre comienzan una serie de cambios fisiológicos en la mujer que están destinados a mantener el feto en el útero hasta el momento del nacimiento. Un embarazo completo dura entre 38 y 40 semanas.
Entre los cambios más importantes que presenta la mujer embarazada, se encuentra el aumento del tamaño del útero y las variaciones en la consistencia de este órgano que permiten que el feto pueda desarrollarse y crecer adecuadamente.
Los cambios en el tamaño y la consistencia del útero ocurren por una modificación en las fibras de colágeno, tanto del fondo como del cuello y el cuerpo uterino. Todo este proceso es mediado por hormonas.
El fondo del útero se reblandece y comienza el crecimiento del mismo a medida que el feto va creciendo. El cuello uterino también adopta una consistencia más blanda y a medida que pasa el tiempo acorta su longitud y se dilata para permitir el nacimiento.
Dentro del diagnóstico del embarazo existen signos de certeza y signos de probabilidad. Los signos de certeza son aquellos que aseguran el diagnóstico de embarazo. Mientras, los signos de probabilidad son los cambios que pueden encontrarse en una mujer embarazada y que orientan en el diagnóstico, pero no aseguran que la paciente esté embarazada.
Los signos de probabilidad dan un alto grado de sospechas de embarazo y a partir de estos signos se realizan una serie de exámenes que ayuden al médico a confirmar el diagnóstico.
Los signos de certeza son:
– Ultrasonido pélvico que evidencia la presencia del feto en el útero.
– Actividad cardíaca fetal. Es un tipo de examen con el cual se escucha el corazón del feto.
Los signos de sospecha se basan en los síntomas y el examen físico de la mujer que sospecha un embarazo. A partir de estos signos el médico comienza una investigación clínica para determinar el estado de gestación.
La paciente puede referir síntomas como ausencia de menstruación, náuseas, sobre todo en las mañanas, dolor en los senos y fatiga. Además de estos, hay signos en el examen físico que el médico puede evidenciar y que son de probabilidad alta para diagnóstico de embarazo.
Algunos de estos signos son:
– Signo de Goodell
– Contracciones
– Crecimiento uterino.
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