Cultura general

Reglas de cortesía: qué son, significado y ejemplos


Las reglas de cortesía son normas sobre cómo deben comportarse las personas en situaciones sociales en las que interactúan con otros seres humanos. Por ejemplo, el acto de abrir la puerta a otra persona.

Aun cuando en muchas sociedades estas normas hayan quedado relegadas a segundo plano, la comunicación y todo lo que ella supone, son la base sobre la cual se sustentan la mayor parte de las actividades de nuestra vida social.

En este sentido, a través del lenguaje se materializa la comunicación, sin embargo, para realizar una buena interpretación de lo comunicado, no bastan solo palabras. Es necesario también actitud y comunicación no verbal.

Ejemplos de reglas de cortesía básicas

1- Saludar

Como bien sabemos, el saludo es, además de una forma de cortesía, una demostración de afecto y amabilidad.

Cuando una persona se encuentra en un lugar concurrido es correcto dar los buenos días o buenas tardes aunque no se conozcan a las personas presentes, en la calle en cambio solo se acostumbra saludar a los conocidos y el tipo de saludo va a depender del grado de amistad o relación personal o profesional y siempre debe ser respondido dicho saludo.

2- Puntualidad

Esta es una de las normas más elementales de la cortesía, ya que como seres humanos somos desconsiderados al hacer esperar a otras personas.

Cuando esta falta ocurre se crea la sensación de robar el tiempo de los demás que bien pudo ser aprovechado de una manera mucho más productiva.

Con respecto a la puntualidad y su valor, también se debe evitar generar la sensación de que vamos con prisa, en caso de tener que marcharse, se debe comunicar sin nerviosismo y con sencillez.

3- Saber escuchar

Para lograr mantener una buena conversación, no solo debemos saber de qué hablar, sino que una de las cosas más importantes es escuchar con atención y evitar tomar parte de la conversación cuando realmente los pensamientos se encuentran muy lejos.

Se debe recordar que posiblemente eso que no escuchó durante sus pensamientos podía ser lo más importante de la conversación o un factor fundamental a la hora de que el interlocutor nos pida nuestra opinión o, en casos más personales, nuestro consejo.

Un mal conversador interrumpe y desvía la conversación con diversos temas y sus relaciones sociales se convertirán pronto en superficiales y vacías. Para evitar esto es necesario ser empático y tener una buena comunicación efectiva. 

4- Sencillez

Una conducta sencilla y actitud confiada hacia los demás es uno de los elementos más esenciales para construir el trato con la sociedad; una persona sencilla se hace querer y respetar muy fácilmente ya que no existe algo que impida más las relaciones personales que una actitud arrogante y vacía de respeto.

Las personas arrogantes esperan recibir halagos y tratos especiales por parte de los demás, mientras las personas sencillas tratan a los demás como iguales sin esperar ser servidos o recibir consideraciones especiales.

5- Higiene

Aunque no muchos lo considerarían una regla, la higiene del hogar así como la personal es un factor importante dentro de las relaciones humanas y de la vida dentro de una sociedad. Es de mala educación presentarse en un evento, en una vivienda o en cualquier lugar con mal aspecto e incluso mal olor.

6- Ostentación

Además de ser un gran riesgo a nuestra seguridad, exponer al mundo nuestros bienes materiales nos hace ver vanidosos y materialistas. Si existen cosas en la vida difíciles de ocultar son el dinero, el amor y la educación, por eso no será necesario expresarlo, la gente lo notará por sí sola.

La ostentación en una persona la coloca en un lugar indeseado y además peligroso, muchas veces pasará a ser víctima de la envidia o incluso podría ser considerada como una persona poco agradable.

7- Discreción

Es una cualidad que no tiene precio. Una persona que es indiscreta siempre supone un peligro para la convivencia y de hecho puede llegar a convertirse en un gran problema.

Si la discreción se cuida con los asuntos personales, mucho más debe hacerse con los asuntos ajenos, por ejemplo, es preferible silenciar asuntos ajenos o personales que hablarlos sin necesidad.

8- Dominio de sí mismo

Como seres humanos tenemos la necesidad de expresar nuestros sentimientos, pero en la vida hay momento para todo. A pesar de que nuestro temperamento influye en la forma que tenemos de exteriorizar nuestros sentimientos, se debe tener dominio de sí mismo para saber expresarlo de forma adecuada.

9- Concisión

No existe mayor muestra de cortesía que el respeto ante el tiempo ajeno, es decir, una persona que trata de ser breve y concisa es lo opuesto a aquellas personas pesadas que hacen uso del tiempo ajeno con desconsideración. Lo correcto es tratar los asuntos con el tiempo mínimo y si después se quiere prolongar la entrevista que sea por placer.

10- Prudencia

En las relaciones sociales es fundamental el saber valorar y observar todos los factores para poder mantener una actitud comprensiva hacia las opiniones ajenas.

Evitar gestos o comentarios que resulten inoportunos o que puedan molestar a las personas por el simple hecho de no concordar en una opinión, es una muestra no solo de inmadurez, sino de carencia de respeto.

11- Cordialidad y amabilidad

Estos son solo frutos de una buena educación. El saber encontrar las palabras adecuadas y los momentos oportunos son características de las personas amables. Esto se demuestra con palabras, con gestos y con acciones y una frase que bien lo describe es “tratar a las personas como quieres ser tratado.”

12- Por favor y gracias

Dos palabras sumamente poderosas que tienen el don de abrirnos las puertas de cualquier lugar. Son dos palabras que todo ser humano debe aprender y utilizar en una sociedad de armonía, ya que nadie quiere que se le impongan las cosas y mucho menos tratar con personas malagradecidas; en definitiva son rasgos de personas corteses.

13- Vulgaridad

El lenguaje de una persona no solo denota su nivel de inteligencia, sino su grado de educación, de modo que las personas excéntricas que hacen uso de expresiones rebuscadas, cursis o vulgares rara vez son dignas de admiración.

Al igual que las groserías, usar palabras con doble sentido demuestra muy mal gusto cuando su segundo plano es un tema vulgar. Demuestra cortesía hablar francamente, usando un lenguaje adecuado para cada situación y siendo prudentes al hablar frente a cada tipo de oyente.

14- Serenidad

Mantener buenos modos va más allá de lo que decimos, también se trata de demostrar que en algunos momentos es necesaria la serenidad, la lucidez y la estabilidad, lo que quiere decir que cuando una conversación tome un matiz de discusión o debate, una persona educada sabrá cambiar de tema o incluso responder de manera adecuada y serenamente para obtener una solución provechosa.

15- Comprensión

Cuando se posee la capacidad de considerar y comprender a los demás, se deben pasar por alto de forma elegante las equivocaciones ajenas sin hacer de ellas algo trascendental.

También resulta importante que en caso de darnos cuenta que la persona que está manteniendo una conversación con nosotros no nos ha comprendido, evitar hacer uso de expresiones que de alguna manera puedan mortificar su amor propio.

16- Otras

  • Dar paso en un comercio a una persona mayor.
  • Abrir la puerta para que otra persona entre en una tienda, habitación o casa.
  • Abrir la puerta del coche.
  • No hacer ruido en la mesa.
  • Ofrecer ropa en un clima frío.

Referencias

  1. Asghar, R. (2014) 27 Etiquette Rules for our times. Recuperado de forbes.com
  2. Carreño, M. (1853) Urbanidad. Compendio del manual de urbanidad y buenas maneras. Recuperado de google.com.