Transversalidad educativa: características, objetivos, ventajas
La transversalidad educativa se refiere a una propuesta pedagógica que humaniza la labor del docente haciendo especial énfasis en el desarrollo de los valores éticos de las personas a las que educan.
Este método educacional busca que las instituciones educativas se acerquen más a los problemas y situaciones de la vida diaria de las personas para obtener cambios sustanciales en las conductas, con el objetivo final de construir una sociedad con valores más constructivos.
La transversalidad educativa posee diversas ventajas para los estudiantes, entre las que destacan facilitar la elaboración de visiones críticas ante conflictos determinados, la posibilidad de autoerradicar las dificultades que no les permiten la consecución de soluciones justas y adoptar una personalidad creativa, entre otras.
Algunas áreas que se plantean como transversales son la educación moral y cívica, la educación vial, la educación sexual y la educación ambiental, entre otras. Por su naturaleza cambiante, ameritan que los currículos se adapten constantemente y logren preparar a ciudadanos para el día a día.
Esta modalidad de educación admite interesantes dinámicas que se pueden desarrollar en el aula de clases con el fin de vincular pedagógicamente a los estudiantes que enfrentan diferentes situaciones.
Entre estas dinámicas se pueden nombrar la clarificación de valores, la discusión de dilemas morales, la comprensión crítica y el juego de roles, entre otras.
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La transversalidad educativa permite promover la vinculación entre la escuela y la sociedad; además, impulsa una optimización en la calidad de vida de los individuos.
Además, supone no solo una atención al desarrollo intelectual sino que se aboca en las capacidades emocionales, de integración, desenvolvimiento social, motricidad y otras capacidades vitales para el estudiante pero que no son el foco principal de la educación convencional.
Se considera que esta transversalidad tiene una dimensión humanística porque da respuestas a las demandas sociales y a aspectos relevantes de la cotidianidad.
La transversalidad educativa se caracteriza por fomentar el desarrollo de diferentes ámbitos del ser humano con el empleo de la reflexión y el apego a valores supremos de una nación, como la libertad y la democracia.
También se considera una propuesta renovadora de la visión educativa, dado que propone la interdisciplinariedad como una forma sofisticada de abordar muchas situaciones que probablemente se entenderían de forma deficiente si se observan bajo la lente de una sola disciplina.
Entre los principales objetivos de la transversalidad educativa se destacan los siguientes:
– Implementar conocimientos que faciliten el análisis crítico de aquellos aspectos presentes en una comunidad y que suelen ser vistos con reservas o temor.
– Desarrollar el conocimiento y el interés por la reflexión y el análisis, especialmente en aquellos contextos cotidianos en los que se ponen en riesgo los valores sociales.
– Impulsar la ética ciudadana para que esta también genere interés por los valores democráticos, el respeto hacia los iguales y hacia el medio ambiente, y todos aquellos principios vitales para la armonía y la convivencia.
– Promover la crítica y el pensamiento reflexivo.
– Motivar la inquietud por la consecución de alternativas justas o más favorables según la concepción ética del individuo.
– Profundizar en la concepción humanista del estudiante.
La transversalidad educativa permite abordar el análisis de las situaciones cotidianas con una visión global utilizando la interdisciplinariedad como herramienta instrumental de interpretación. Así mismo, ayuda al estudiantado a gestionar los problemas que se le plantearán tanto en el ámbito íntimo, familiar y social como en el profesional.
Este enfoque otorga la posibilidad de identificarse con ciertos valores culturales y sociales que pudiesen ser desconocidos por el alumno. Gracias a esto es posible desarrollar su visión crítica y comprometerse con esta.
La transversalidad también facilita el forjamiento de seres autónomos que de manera libre y racional logren observar una realidad, y no solo se queden allí pasivamente contemplando sino que puedan intervenir y transformar cualquier realidad injusta.
Igualmente, la transversalidad educativa da respuestas a las necesidades individualizadas de los estudiantes incluso cuando sean situaciones especiales. Además de una potenciación de habilidades, esto garantiza una posibilidad de ingreso al mercado laboral.
A continuación se enumeran algunas de las diferentes dinámicas que se pueden realizar en un aula de clase con miras a desarrollar todos los objetivos planteados por la transversalidad educativa:
Este proceso inicia con la selección de los valores con los cuales se identifican de forma individual los estudiantes que conforman un grupo determinado.
Posteriormente se pasa a una fase en la que ellos expresen las razones de su selección de valores. Por último deben proponerse actividades concretas que consideran necesarias para realzar esos valores en la cotidianidad.
A través de esta dinámica se busca plantear a los estudiantes una situación (real o ficticia) en la que haya algún tipo de conflicto ético. La finalidad de la actividad es permitirles reflexionar y/o tomar postura sobre dicho dilema.
En este caso el objetivo es abordar una lectura determinada y, con el acompañamiento del docente, promover que los participantes emitan su opinión sobre diferentes pasajes de la lectura que previamente se haya determinado que pudiese tener elementos valiosos para la formación crítica del estudiante.
Básicamente, la dramatización consiste en colocar a los estudiantes en una posición de interpretación de un papel o rol. Esto viene enmarcado con el cumplimiento de determinadas normas y reglas.
La finalidad de esta dinámica es la comprensión de la tolerancia y el acatamiento de condiciones específicas que les permitan asimilar cómo funcionan otras culturas o sociedades.
En el juego de roles también se dramatiza pero no existe un guion que seguir, sino que se le asigna al estudiante una postura dentro de la dinámica.
Generalmente también se busca el conflicto moral, una situación que probablemente los lleve a enfrentarse internamente a diversos dilemas.
Se trata de presentar a los estudiantes diferentes maneras de solucionar un conflicto sin que el docente tome partido sobre ninguna de estas, para que así el alumno pueda decantarse por la opción que sea más favorable según su criterio.
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