Conceptos y definiciones

Profesionista: características y funciones


La palabra profesionista es sinónimo de profesional y se usa principalmente en México. Se puede ser profesionista teniendo o no un título universitario, y si bien profesionista y profesional son lo mismo, algunos reconocen en un profesionista a un impostor de la profesión.

Según la Academia Mexicana de la Lengua, un profesionista es aquella persona que ejerce una profesión, o sea un profesional. En tanto, para la Real Academia Española, un profesional es la persona que ejerce su profesión con capacidad y aplicación de relevancia, a la que además se le paga un sueldo.

Un profesional puede tener o no un título universitario o terciario e incluso, ningún estudio cursado. Bien vale citar en este caso el ejemplo de los futbolistas profesionales, a quienes en muchos clubes no se les requiere tener la escuela primaria o secundaria completa para jugar, sino que se le paga de acuerdo a cuánto aportan al equipo y su habilidad natural.

Por otro lado, un profesionista es aquella persona que, sabiendo sus limitaciones hace un esfuerzo para superarse y ser su mejor versión. Podría decirse que es una mezcla entre las palabras “laborista” y “profesional”: alguien que no deja de trabajar en pos de la superación.

Si bien no es necesario que sea un estudioso, profesionista también se le suele llamar a los egresados de carreras universitarias o terciarias. Se trata de una persona que ya tiene los estudios y las capacidades aprendidas del trabajo antes de convertirse en un profesional (antes de obtener el empleo o cobrar por ello).

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El camino de un profesionista

Entonces, un profesionista puede hacer una actividad profesional, pero se alcanza ese grado de “profesionalidad” una vez que se obtiene conocimiento del tema y respeto por los pares, es decir, el reconocimiento de colegas. Podría decirse que el profesional es más bien un ideal al que todo profesionista apunta.

La ética profesional orienta al profesionista para alcanzar las metas que se propuso en su profesión. Así, sus actividades deberían ser regidas por esta ética y la deontología.

El primer concepto se centra sobre el buen hacer, dando a entender cómo deben actuar los buenos profesionistas y promueve el desarrollo de virtudes que ayuden a alcanzar la excelencia profesional.

En tanto, la deontología hace referencia a los deberes y obligaciones que estos deben tener y brinda una serie de principios y normas a los que deben prestar atención durante el ejercicio de su actividad profesional.

Podría decirse entonces que la deontología es el camino hacia lo correcto o hacia la ética profesional. Son conceptos distintos pero complementarios.

Características de un profesionista

Un profesionista debe estar siempre “en forma” para no quedar atrás ante la competencia de su ámbito. Para eso deberá estar actualizado. O sea que tendrá que esforzarse para estar siempre al corriente de las últimas tendencias, desarrollos, pensamientos o técnicas en su profesión.

También será necesario que cuide su prestigio, lo cual se forja con el cuidado y respeto hacia el trabajo y también hacia los instrumentos de los que se vale para llevarlo adelante.

Un profesionista debe ser diligente, es decir que debe poner esmero y entusiasmo en lo que hace. Haciendo esto evitará ponerse trampas a sí mismo, como podría ser la pereza, y cumplirá con las expectativas de su empleador dando su toque personal al trabajo o contagiando el ánimo.

El profesionista debe ser veraz, algo que se consigue diciendo siempre la verdad, ya sea sobre alguna inquietud, duda o molestia. Lo mismo si se le pide una opinión sobre un tema a abordar, por lo que debe ser honesto con los demás y a la vez, consigo mismo.

Esto último también alcanza a la posibilidad de decir “no” ante la solicitud de un trabajo para el cual no se vea suficientemente seguro de hacerlo correctamente.

Por último, más allá de estar al tanto de lo último en su campo, debe aumentar su acervo cultural, es decir, cultivarse y leer para incrementar su conocimiento en distintas ramas que le serán de ayuda en algún momento para su trabajo, ya sea directamente o despertando nuevas facetas de este que aun no hayan sido abordadas.

Otro significado

Resulta curioso que exista un contrasentido para la misma palabra. En México otras personas señalan que un profesionista es aquella persona que tiene un título universitario o terciario pero se desconoce cómo lo hizo y encima, trabaja de ello, con los riesgos que ello conlleva.

Es decir que se trata de un “profesional” que ha hecho trampa en la obtención del aval de sus capacidades, por lo que no cuenta con ellas. Se trata de personas que optan por el camino más corto hacia el título: la trampa, y no aquél más largo que supone el estudio: esfuerzo, trabajo, la prueba y el error.

Entonces para ellos, un “profesionista” es una persona peligrosa, dado que otorgarle una obra a un profesionista en arquitectura o ingeniería, supondrá un riesgo muy grande para todos. Ni hablar de si se trata de un médico, cirujano o enfermero.

Además, son trabajadores de dudosa ética, capacidad de esfuerzo y trabajo, por lo que son claramente distintos a un profesional, cuya carrera se forjó de fracasos y éxitos, un respeto de parte de clientes o pares y una ética laboral elevada.

De todos modos, el significado más presente y aceptado en general es el primero.

¿Cuánto dinero cobra un profesionista?

De acuerdo con un estudio titulado “Tendencias del Empleo Profesional” realizado por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social de México, el profesionista egresado de la carrera de Ciencias Biológicas gana un salario mensual de 13.812 pesos mexicanos, o sea 720 dólares.

Este es el más alto según el informe y es seguido por los profesionistas de áreas como arquitectura, urbanismo y diseño, con $13.549. En tanto, entre los menos remunerados se encuentran los abocados a las Artes, con un salario de $9.768.

Referencias

  1. Profesionista. (2019). “Diccionario breve de mexicanismos de Guido Gómez de Silva”. Recuperado de: academia.org.mx
  2. Profesional (2019). Diccionario de la Real Academia Española. Recuperado de: dle.rae.e
  3. Dra. Susana Buen-Abad. (2018). Desarrollo Humano Consultores. Recuperado de: dhconsultores.com
  4. Berta Moreno Molina. (2016). “Ética en la profesión y valores para la vida”. Recuperado de: books.google.it
  5. Salarios de un profesionista en México. (2019). “En México, un vendedor de botanas gana más que un profesionista”. Recuperado de: contrareplica.mx