Sociología política: origen, objeto de estudio, autores
La sociología política es una disciplina que estudia la base social del poder en los sectores institucionales de una sociedad. Por lo tanto, se dedica a comprender los diferentes modelos de la estratificación social y sus secuelas en la política.
Específicamente, se puede afirmar que la sociología política es una ciencia social enfocada en el análisis de los grupos políticos y en el liderazgo político. Todo ello partiendo de la organización formal e informal de los partidos y teniendo en cuenta su relación con el sistema jurídico, con la burocracia gubernamental y con el electorado en general.
El autor Jorge Hernández, en su texto El conocimiento sociológico y la sociología política (2006), establece que la sociología política se fundamenta bajo la premisa de que, para poder comprender el comportamiento social del ser humano, es necesario entender primero el universo político, el cual rige y controla a todas las demás estructuras —como por ejemplo la cultura y la economía—.
Así mismo, el autor también afirma que la sociología política es una de las ciencias sociales más antiguas, ya que el ser humano se ha interesado por conocer la relación que existe entre el poder y la sociedad desde los inicios de las organizaciones sociales. Sin embargo, comenzó a estudiarse como disciplina a partir del siglo XIX.
Además, cabe agregar que esta ciencia se nutre de otras disciplinas como la ciencia política, la filosofía política, la antropología política y la psicología.
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Para comprender el origen de la sociología política, se debe conocer primero el surgimiento de la política y de la sociología como ciencias aisladas, ya que esto permite entender el funcionamiento interdisciplinario de esta ciencia, la cual combina los conocimientos políticos, históricos y sociales.
Según el ensayista francés Georges Mounin, fue Nicolás Maquiavelo (1469-1527) quien inició el estudio de las ciencias políticas con su obra El príncipe (1513), ya que los textos y ensayos anteriores a la aparición del autor estaban sustentados por valores subjetivos y consistían mas bien en tratados morales y escolásticos.
No obstante, en 1964 el estudioso Marcel Prélot aseguró que el conocimiento ordenado y sistemático del Estado tenía sus orígenes en los griegos, quienes eran a su vez los fundadores de la política. El más destacado de los pensadores griegos fue Aristóteles (384-322 a. C.), quien no solo fue el promotor del enfoque científico, sino también quien aseguró que cada ciencia tiene su enfoque individual.
En consecuencia, Prélot afirmó que a Aristóteles le debemos no solo el surgimiento de la política sino también el nacimiento de la ciencia política y la situación de esta en el seno de las demás disciplinas.
Por consiguiente, se puede concluir que, si bien Maquiavelo fundamentó las bases de lo que actualmente se conoce como ciencia política, Aristóteles también influyó de forma notoria en la manera en la que se ha estudiado la política y sus ramificaciones.
Por el contrario a la política, la sociología es una ciencia relativamente joven; se puede afirmar que surgió con la llegada de la Revolución industrial y con los planteamientos de la Ilustración. Sin embargo, su nacimiento como disciplina ocurrió en el siglo XIX.
Su nombre original fue “fisiología social”, apodada así por el filósofo francés Henri de Saint-Simon, aunque posteriormente el filósofo Auguste Comte la rebautizó como sociología. De igual forma, la primera vez que Auguste Comte empleó la palabra sociología fue en su texto Curso de filosofía positiva (1838).
Algunos autores afirman que la sociología es el resultado de los procesos de modernización y de urbanización, ya que estos impulsaron el nacimiento del Estado-nación moderno junto con sus instituciones componentes.
Posteriormente surgió la sociología política, la cual consiste en una ciencia interdisciplinaria donde la sociología y la ciencia política se unen. Además, la sociología política también se vincula con la historia comparativa, porque esta le permite analizar los sistemas gubernamentales y las organizaciones económicas de las sociedades.
La sociología política tiene como principal objeto de estudio al poder en un contexto social, asumiendo que el poder es la facultad que tiene un individuo o un grupo para mantener una línea de acción y poner en práctica un conjunto de decisiones. En algunos casos, esta línea de acción puede ir en contra de los intereses o aspiraciones de otros individuos o grupos.
Así mismo, el objetivo de la sociología política es estudiar al poder generalmente desde el plano de una comunidad democrática, aunque pueden suscitarse casos donde se atente con las inclinaciones demócratas.
De igual manera, esta disciplina define al poder como una herramienta cuya función reside en guiar a las sociedades a través de un flujo coherente de decisiones, que buscan producir o mantener cierto orden.
Es uno de los conceptos más empleados por esta ciencia. El término “Poder o Poderes públicos” es utilizado por la disciplina para designar a un conjunto de poderes pertenecientes al Estado.
Por ende, la palabra poder remite a la facultad no solo de mandar, sino también de ser obedecido; mientras que la palabra público es asociada con las actividades del Estado.
La sociología política emplea con frecuencia el concepto de Estado moderno, que consiste en una forma de gobierno que surgió entre los siglos XV y XVI y que se caracteriza por ser organizada, estructurada y formal; esta forma de Estado todavía se mantiene vigente en la actualidad, a pesar de contar con ciertas variantes.
El espectro político es una forma de ordenamiento visual de grupos políticos, teniendo en cuenta ciertos ejes conceptuales. Así mismo, este ordenamiento se encuentra condicionado por situaciones sociales, históricas y por el sistema de partidos que rigen una comunidad. Existen varios espectros políticos y el eje más conocido es el de izquierda-derecha.
Fue uno de los politólogos contemporáneos más destacados. Su obra más importante, así como la más controversial, fue La democracia y sus críticas (1989), donde el autor aclaró su perspectiva sobre la democracia. Según Dahl, actualmente ningún país alcanza por completo los ideales democráticos, ya que considera que la democracia es una utopía teórica.
Es una politóloga y socióloga estadounidense, conocida mundialmente por defender los enfoques histórico-comparativos. Su obra más famosa es Estados y Revoluciones sociales (1979), donde argumenta que las revoluciones sociales son metamorfosis fundamentales dentro de las estructuras gubernamentales y estatales.
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