Ureaplasma urealyticum: qué es, síntomas, contagio, tratamiento
¿Qué es Ureaplasma urealyticum?
Ureaplasma urealyticum es una bacteria perteneciente a la familia de las micoplasmas que se puede encontrar en los genitales de casi el 70 % de la población adulta sexualmente activa, pero no en todos ocasiona un cuadro infeccioso evidente. Es probable que esto se deba a su poca capacidad patogénica.
Sin embargo, esta bacteria es muy contagiosa. Su porcentaje de transmisión, desde una persona portadora a otra sana, es muy alto. A diferencia de lo que se piensa comúnmente, la infección no se produce solo por contacto sexual, existiendo diferentes mecanismos de contagio.
Por las particularidades de esta bacteria, especialmente de su pared celular, el tratamiento de las infecciones por Ureaplasma urealyticum debe cumplir con ciertas normas y solo pocos antibióticos muestran efectividad contra esta. Sin embargo, como para la gran mayoría de las infecciones de transmisión sexual, existen métodos efectivos de prevención.
Aun cuando no se encuentra entre las enfermedades de índole sexual más temidas, las complicaciones asociadas a su infección pueden ser muy severas tanto en los hombres como en las mujeres. Una mención aparte merecen las consecuencias de esta infección en lo relacionado con la gestación, incluyendo en ocasiones la imposibilidad para concebir.
Síntomas de infección
A pesar de que un número importante de personas son portadoras habituales de esta bacteria, pocos manifiestan síntomas de infección. Las manifestaciones clínicas en el área urogenital tienen una obvia diferencia entre los géneros, las cuales se describen a continuación:
Hombres
Los signos y síntomas más importantes en individuos del género masculino son:
Uretritis
Es la inflamación aguda de la uretra con la presencia de secreción purulenta. Se acompaña casi siempre de dolor o ardor al orinar, polaquiuria, tenesmo vesical y urgencia miccional. La secreción no tiene mal olor necesariamente, pero puede ser abundante y muy espesa.
Prostatitis
La ureaplasma también puede producir inflamación de la glándula prostática, con sus respectivas consecuencias. La principal de estas es la disminución de la luz uretral con riesgo de retención aguda de orina. La salida de secreción proveniente de la próstata a través de la uretra es una posibilidad real y puede prestarse a confusiones.
Proctitis
Aunque no es típica en las infecciones por ureaplasma, la inflamación del recto es una complicación factible. Se presenta por contigüidad con la próstata o por prácticas sexuales a través del ano. Los síntomas más importantes son tenesmo rectal, sangrado, secreción mucosa y dolor al evacuar.
Epididimitis
La inflamación testicular vinculada con las enfermedades de transmisión sexual se debe a la epididimitis. La presencia de bacterias en esta estructura tubular ocasiona además disuria, ardor al eyacular con presencia de sangre en el semen, secreción uretral e incluso fiebre en infecciones severas.
Mujeres
Los síntomas más frecuentes entre las representantes del género femenino incluyen:
Cervicitis
Aunque en ocasiones se utiliza este término para definir también la inflamación del útero, lo correcto es limitar su uso a la afección solo del cuello uterino.
Se puede manifestar con sangrado no menstrual, dolor durante las relaciones sexuales, flujo vaginal anormal y mal olor. Sin embargo, en muchas pacientes no hay manifestaciones clínicas significativas.
Salpingitis
Es la inflamación de las trompas de Falopio, las cuales comunican al útero con los ovarios. Cuando estos últimos también están comprometidos, se conoce como anexitis.
Se presenta como un cuadro de abdomen agudo quirúrgico aun cuando su tratamiento es médico. El dolor en fosa ilíaca es usual; de ser del lado derecho, este dolor se confunde con apendicitis.
Infertilidad
La imposibilidad para que la mujer quede embarazada es una consecuencia lamentable de las infecciones por ureaplasma. Los dos apartados anteriores, la salpingitis y la anexitis, son responsables de este hecho.
La inflamación y secreción anormal evitan que los espermatozoides fecunden al óvulo y de esto lograrse, no puede fijarse en el endometrio.
Aborto
Una de las complicaciones relacionadas con esta infección son los abortos. La debilidad del cuello uterino enfermo y el ambiente tóxico parecen tener cierta incidencia en la pérdida del producto gestacional.
Corioamnionitis
Si finalmente se logran la fecundación e implantación exitosas y el embarazo avanza en tiempo, puede presentarse una nueva complicación: la infección del saco amniótico donde reposa el feto. Esto puede ocasionar malformaciones congénitas, parto prematuro y muerte fetal.
El embarazo que llega a término aún no está libre de riesgos. El recién nacido de una madre portadora de Ureaplasma urealyticum tiene altas posibilidades de sufrir neumonía y meningitis. Además, el riesgo de déficit neurológico es estadísticamente mayor en estos niños que en el resto de la población infantil.
¿Cómo se da el contagio?
Si bien la infección por Ureaplasma urealyticum es considerada una enfermedad de transmisión sexual, no es esta la única forma de contagio.
Esta bacteria tiene una capacidad de contagio altísima pese a su baja patogenicidad. Esto significa que su paso de una persona a otra es muy probable, pero la generación de síntomas no lo es tanto.
El contacto sexual es la forma más reconocida de contagio, pero se han comprobado otras vías importantes. Las transfusiones sanguíneas, agujas contaminadas, la saliva e incluso el aire han demostrado ser vehículos de transporte para la bacteria. Puede evidenciarse entonces que el contagio es sencillo.
Evaluando lo antes escrito surge la pregunta: ¿por qué si el contagio es tan alto, la generación de síntomas no lo es?
Los investigadores afirman que la bacteria tiene varios genes que codifican proteínas de superficie, muchas con capacidad antigénica, lo que provoca una rápida respuesta de anticuerpos del huésped, evitando así la enfermedad.
Tratamiento
Ureaplasma urealyticum, como toda bacteria de la familia Mycoplasmataceae, tiene ciertas peculiaridades que la hacen resistente a varios antibióticos.
La más importante de estas características es su pared celular, o mejor dicho, la carencia de esta. La pared celular de estas bacterias no está bien definida, haciendo inútiles a los antibióticos que allí actúan.
Es por esto que los antimicrobianos de elección para las infecciones por ureaplasma son los que tienen efecto en el interior de la célula y no en la pared.
Los macrólidos, como la azitromicina, las tetraciclinas, la doxiciclina o algunos aminoglucósidos como la clásica estreptomicina son los más indicados en la actualidad.