Historia

Ganadería en la Nueva España: características y animales


La ganadería en la Nueva España se caracterizaba por la cría de ganado bovino, mulas y caballos, que servían de alimento, pero sobre todo para la ayuda en la agricultura. A partir de 1524 también se introdujo la cría del cerdo y de ovejas.

Previo a la globalización y la era de la información que determinan nuestro intercambio cultural, la época de la conquista y la colonia significó una confrontación entre dos sociedades de costumbres muy distintas. América Latina cambió muchas costumbres con la llegada de los españoles a su territorio en el siglo XVI, empezando por los alimentos que consumían y el modo de producirlos.

Los españoles no estaban dispuestos a dejar a un lado su estilo de vida para asumir la de los indígenas. Algunos autores afirmarían en consecuencia que la economía de Mesoamérica sufrió una transformación, pues se introdujeron nuevas técnicas para explotar la tierra. En especial esto sucedió en el Virreinato de Nueva España, que lo conformaba México, Centroamérica y el Virreinato de Perú.

Según explica García Martínez, esta región se distinguió por su mayor nivel de desarrollo y porque su población era más densa. Como dice este autor:

“La introducción del ganado en las zonas más desarrolladas y populosas de América tuvo efectos más complejos que en cualesquiera otras”; por ejemplo, la competencia entre los indígenas por los espacios que ahora estaban destinados a los animales, incidiendo en el derecho de propiedad. (García Martínez, 2019).

En el periodo mesoamericano de Nueva España, la siembra se reducía únicamente a la mazorca, granos, pimientos, y un poco de cacao. Tras la conquista española, este espectro se amplió a otros cultivos como el de la caña de azúcar, el arroz, el trigo y las uvas, según Hernández.

Así mismo, el autor asegura que “la introducción de ganado bovino, las mulas y el caballo, ayudó a que el arado de la tierra fuese más rápido y eficaz”. (Hernández, 2017).

Índice del artículo

Los animales que criaban en Nueva España

Con la llegada de los españoles vinieron también las vacas y los caballos. Los caballos fueron utilizados para transportar a gente adinerada y figuras importantes del gobierno de la Nueva España. Hacían muy poco de animales de carga puesto que ese trabajo ya lo ocupaban las mulas.

La vaca se utilizó para producir leche, de la cual se obtenían los lácteos como el queso y mantequilla. Por supuesto, también los indígenas conocieron la carne de la vaca, aunque esta nada más la consumían los españoles. (Hernández, 2017).

De esos dos, el caballo vino primero pero el consumo de vacas se extendió rápidamente, “lo que significó una drástica disminución de los precios de la carne en las ciudades de México y Puebla” de acuerdo con el historiador Barrera Bassols.

En 1524 se introdujo la caza de cabezas de ganado porcino (cerdos), criados y comercializados casi exclusivamente por los indígenas (Barrera Bassols, 1996); aunque ya los cochinos eran parte de la fauna del territorio mexicano y se encontraban de manera abundante, por eso los aborígenes fueron los que se dedicaron a ellos.

La cría de cabras también tuvo un papel en la colonia porque era muy consumida por los españoles. Esta se adaptó sin problemas a las tierras áridas de México. (Barrera Bassols, 1996).

La ganadería a disposición de la moda española

El ganado ovino se introdujo después de 1525 (Martínez, 1990). Las ovejas eran utilizadas para crear telas para abrigos y otras costumbres europeas. Estas modas hicieron que destacara el “ganado lanar” en la economía novohispana (Barrera Bassols, 1996).

No era de extrañar, pues, que la ganadería ovina era la número uno en España para el momento por la misma razón y fue causa incluso de que la ganadería fuera la principal actividad económica de España, según los Reyes Católicos, ya que tenía precios muy elevados y, por tanto, favorecían a los impuestos. (Estevez, 1990).

Por supuesto, bien es sabido que los territorios americanos enviaban a Europa mayormente minerales como oro, plata, cobre, mercurio e incluso diamantes, que fueron la causal de la masacre hacia los mayas y aztecas. Aunque también enviaban alimentos como el azúcar y el cacao, pero estos exclusivamente porque eran no perecederos.

En ese momento sin un sistema de refrigeración hubiese sido impensable transportar carnes, además de que ya Europa las producía; por esta razón el consumo ganadero no se exportó.

Las reformas administrativas relacionadas con la ganadería

En todo caso, se considera que la ganadería fue la primera actividad económica desarrollada en tierra firme en la colonia. No solo en el Virreinato de Nueva España, sino también en Nueva Granada y en la Capitanía General de Venezuela. Esto porque la producción era favorecida por las condiciones del medio geográfico y el hecho de que contaban con los indígenas como esclavos para la recolección.

Así “facilitaron la formación de una economía ganadera primitiva con base pastoril recolectora”, según la profesora Naudy Trujillo. Por ello, se llegó a la creación e implementación de nuevos conceptos en la lengua española a raíz de este fenómeno económico social.

En primer lugar, estaba La Hacienda, que según el Diccionario de la Lengua Española es “toda finca agrícola que constituya una propiedad rural de pequeño capital y mercado reducido de productos que no pueda considerarse como un latifundio”. Como señalábamos anteriormente, se dedica fundamentalmente al autoabastecimiento de la región.

La hacienda se divide en tres sectores:

-El primero era un Centro Administrativo, “comprendido por la casa del amo… el oratorio donde se atendían las necesidades religiosas de la peonada, un conuco, un establo para los caballos y mulas de monta del amo y su familia, un gallinero o aprisco para otras especias animales como cochinos, ovejas o cabras” (Trujillo, 2010)

-También un Centro Operativo donde trabajaban los esclavos.

-Una superficie de explotación que eran “las porciones de terreno en una hacienda que, debido a su buena provisión de pastos podían alojar y alimentar cómodamente los animales” (Trujillo, 2010)

La Finca, el Hato y la Estancia

La Finca fue definida durante el período colonial (años 1726 y 1739) como “el efecto o situación en que alguno tiene derecho de cobrar su renta, o alguna cantidad determinada”.

El Hato era “un rebaño o manada de muchas cabezas de ganado” o una “hacienda de campo destinada a la cría de toda clase de ganado, y principalmente del mayor”. Y la Estancia eran “los terrenos sobre los cuales solo se tenía un derecho preferencial para hacer pastar allí el ganado, mayor o menor” (Trujillo, 2010).

Conclusión

La ganadería no solo sirvió para reformar la economía y, pues, el vocabulario. A su vez, fue causal del establecimiento del marco social entre los habitantes de las colonias, que se dividían por su color de piel y origen, características que les concedían una jerarquía en la sociedad.

Bibliografía

  1. Barrera Bassols, C. (1996). Los orígenes de la ganadería en México. 12.
  2. Estevez, J. J. (1990). El ganado ovino en la historia de España. Ciudad de México.
  3. García Martínez, B. (14 de Abril de 2019). Los primeros pasos del ganado en México. Obtenido de Colmich: colmich.edu.mx
  4. Hernández, E. (Julio de 2017). Actividades Económicas de la Nueva España. Obtenido de Historia de México: historiademexico.info
  5. Martínez, J. (1990). La ganadería en Nueva España. 23.
  6. Trujillo, N. (2010). Algunas Consideraciones sobre la Organización de las Haciendas Ganaderas en Venezuela del Período Histórico Colonial. Cabudare: Fundación Buría.