Nutrición

Té de abango: qué es, para qué sirve, efectos secundarios


El té de abango es una infusión hecha con un conjunto de hierbas medicinales en proporciones definidas para tratar varias dolencias del tracto respiratorio. Se consume en diferentes países como tratamiento para calmar la tos, bajar la fiebre, descongestionar las vías respiratorias, eliminar el exceso de mucosidad y aliviar los síntomas de la bronquitis.

También se utiliza prevenir ataques de asma y calmar el dolor de garganta. Las hierbas que lo componen son palo mulato (Bursera simaruba), guaje cirial (Crescentia alata), hojas de alcanfor (Cinnamomum Camphora), eucalipto (Eucaliptos Globulus), tejocote (Crataegus Pubescens), flor de bugambilia (Boungainvillea) y gordolobo (Vervascum Thapsus).

Su sabor es suave y refrescante, y el aroma ligeramente mentolado. Proporciona una agradable sensación de calor y favorece la desinflamación de las vías respiratorias. Actúa contra infecciones de la garganta, contra la tos seca y con flemas, laringitis, faringitis y sinusitis. Debe beberse bien caliente y, a lo sumo, dos tazas al día.

¿Para qué sirve el té de abango?

Se tomarán en cuenta las propiedades de cada una de las hierbas por separado para comprender como actúa el té.

Antiinflamatorio

La pulpa del fruto de guaje cirial (Crescentia alata) se emplea en la infusión en una  proporción de 28 % o una cucharadita. Su contenido de flavonoides kaempferol y kaempferol 3-O-rutinoside le otorgan actividad antiinflamatoria.

Alivia problemas respiratorios y heridas

El jarabe hecho con la pulpa se usa para aliviar afecciones respiratorias, y preparado como ungüento tópico se aplica en heridas y golpes, si hay contusiones y dolor.

Antimicrobiano

En la fruta ha sido identificada la presencia de alcaloides, taninos y flavonoides como componentes antimicrobianos.

Mejora el sistema inmunitario y aporte de nutrientes

Además de su composición básica en carbohidratos, proteínas, agua, grasa y fibra, contiene betacarotenos, calcio, hierro, niacina, riboflavina y compuestos fenólicos. Es estimulante del sistema inmunológico.

Palo mulato

Las ramas y la corteza del palo mulato (Bursera simaruba) se usan en el té de abango en una  proporción de 28 % o una cucharadita. En ensayos en animales se ha demostrado que los extractos de las hojas poseen propiedades antiinflamatorias. La resina se usa como tratamiento para la gota.

En medicina tradicional, las ramas y la corteza del palo mulato han demostrado tener propiedades antipiréticas; es decir, combaten la fiebre.

La corteza tiene compuestos que sirven de antídoto para las erupciones causadas por Metopium toxiferum. Este árbol produce una sustancia irritante denominada urushiol que causa dermatitis por contacto.

Tejocote

El tejocote (Crataegus pubescens) es un pequeño fruto cuyo nombre proviene del náhuatl que significa “fruto duro de sabor agrio”. También se le conoce como manzanita y manzana de indias.

La infusión preparada con los frutos es un remedio empleado tradicionalmente para prevenir enfermedades respiratorias.

Las flores, la raíz, el fruto y las hojas tienen glúcidos, flavofenos, pectinas, ácidos orgánicos, taninos y resinas. La receta del té de abango indica que se debe usar en un  20 % o media cucharadita.

Eucalipto

El eucalipto (Eucaliptos globulus) se emplea en una proporción del 13 % o 2 hojas. Es conocido como descongestionante de uso popular para las infecciones de las vías respiratorias superiores e inflamatorias, como la bronquitis.

El producto que tiene una más amplia gama de usos terapéuticos de Eucalyptus globulus es su aceite esencial. El principio activo es el eucaliptol (1,8-cineol).

Gordolobo

El gordolobo (Vervascum thapsus) es popularmente llamado también verbasco.  Corresponde al 7 % de los ingredientes de la infusión, se le agrega 1 hoja. Ha sido utilizado desde la antigüedad como un remedio para la piel, la garganta y las dolencias respiratorias.

Le otorgan propiedades terapéuticas como astringente y emoliente, debido a su  contenido de mucílago, flavonoides, varias saponinas, cumarina y glucósidos.

Bugambilia

Se agrega una flor de bugambilia (Boungainvillea) o en una proporción equivalente al 2 % de los ingredientes de la infusión.

Casi todas las partes de bugambilias se pueden usar medicinalmente: desde los tallos, las hojas y las brácteas hasta las flores. Las hojas son empleadas en medicina tradicional por sus propiedades antiinflamatorias.

Las flores y las brácteas pueden sumergirse en agua hirviendo y consumirse como té que ofrece propiedades antipiréticas, antisépticas, antitusígenas y fortalecedoras del sistema respiratorio.

Además, se ha demostrado que posee propiedades anticancerígenas, antidiabéticas, antihepatotóxicas, antiinflamatorias, antihiperlipidémicas, antimicrobianas, antioxidantes y antiulcerosas.

La base de sus propiedades terapéuticas son fitoconstituyentes, tales como alcaloides, aceites esenciales, flavonoides, glucósidos, oxalatos, compuestos fenólicos, flobotaninas, quinonas, saponinas, taninos y terpenoides.

Los otros componentes importantes que contribuyen a las propiedades reparadoras son bougainvinonas, pinitol, quercetatina, quercetina y terpinoleno.

Alcanfor

Finalmente se incorporan 2 hojas de alcanfor (Cinnamomum camphora) o el equivalente al 2 %. El alcanfor contiene compuestos químicos volátiles en todas las partes de la planta.

Es un terpenoide con la fórmula química C10H16O. Ha sido usado en medicina tradicional por su efecto descongestionante.

Se ha empleado especialmente para tratar esguinces, hinchazones e inflamación. Tiene acción rubefaciente, antipruriginosa, antiséptica y ligeramente analgésica.

Cuando se administra por vía sistémica, presenta propiedades irritantes y carminativas, utilizándose como un expectorante suave.

Efectos secundarios

– Debe emplearse con precaución en mujeres embarazadas y lactantes, así como en niños de corta edad.  

– Ha sido sugerido que la hoja de eucalipto podría reducir el azúcar en la sangre. Por tanto, el té debe ser tomado con precaución en personas que estén siendo medicadas para la diabetes, ya que podría reducir fuertemente el nivel de azúcar en la sangre.

– También puede afectar el control de la glucosa sanguínea durante y después de la cirugía. En caso de intervención quirúrgica, debe suspenderse su uso al menos dos semanas antes.

– Pueden manifestarse reacciones alérgicas en personas sensibles al polen al ingerir gordolobo. El polen puede estar presente en la densa vellosidad que caracteriza a la planta.

– El alcanfor por vía oral ha sido asociado a un potencial daño hepático. Debe ser usado con precaución en personas con enfermedades hepáticas, ya que su condición puede agravarse.

– Palo mulato no debe ser consumido durante el embarazo, ya que pudiera provocar un aborto.

– La pulpa del fruto de Crescentia alata no debe ingerirse de manera prolongada ni en grandes dosis, porque en animales ha demostrado tener cierta toxicidad.

¿Cómo se prepara?

El té de abango puede conseguirse ya preparado, dispensado en la forma habitual de cualquier infusión. Si ese no es el caso, puede elaborarse de la siguiente manera:

Luego de poner a hervir medio litro de agua, se baja el fuego y se incorporan los ingredientes al agua en la proporción indicada.

El recipiente se tapa y se deja cocinar a fuego lento por 5 minutos. Se retira del fuego, se cuela y se deja enfriar. Debe tomarse bien caliente.