Cultura general

Nexos temporales: Definición y Ejemplos


Los nexos temporales son conectores que permiten unir oraciones subordinadas dotándolas de sentido para que se relacionen. Al usar los nexos temporales estamos uniendo oraciones principales a oraciones subordinadas por medio del tiempo.

Existen dos tipos de nexos, los nexos coordinantes y los nexos subordinantes. Los nexos coordinantes son aquellos que unen palabras u oraciones de la misma categoría. Existen cuatro tipos de nexos coordinantes: copulativos, disyuntivos, adversativos e ilativos.

Los nexos subordinantes son aquellos que subordinan una proposición poco importante a la proposición principal. Existen tres tipos de subordinación: la subordinación sustantiva, la subordinación adjetiva y la subordinación adverbial.

Los nexos de subordinación sustantiva son aquellos que utilizan las conjunciones que, el que, el hecho de que, si; pronombres interrogativos qué, cuál, cómo, cuándo… por ejemplo “el hecho de que fumes es malo”

Los nexos de subordinación adjetiva utilizan los pronombres relativos, por ejemplo “el tabaco que me diste, es muy malo”

Los nexos de subordinación adverbial utilizan adverbios para establecer el orden de subordinación.

Podemos distinguir entre temporales, locales, modales y comparativas, dentro de la subordinación circunstancial, y causales y consecutivas en la subordinación lógica.

Características de los nexos temporales

Los nexos temporales se utilizan para conectar oraciones subordinadas a través de adjetivos, para localizar y ordenar hecho cronológicamente.

Podemos distinguir tres clases de nexos temporales: los de anterioridad, los de simultaneidad y los de posterioridad.

Los de anterioridad marcan el orden cronológico de los acontecimientos anteriores que subordinamos a la oración principal.

Los de simultaneidad marcan el tiempo en el que suceden dos hechos simultáneos. Y los de posterioridad marcan la sucesión inmediata de la oración subordinada a la oración principal.

Dentro de los textos literarios podemos encontrar gran cantidad de elementos que proporcionan información temporal, pero no siempre se tratan de nexos, sino que a veces cumplen una función sintáctica como complemento circunstancial de tiempo.

Los nexos temporales se utilizan también como estructuradores de la información dentro de un texto. Pueden introducir una enumeración, señalar el último hecho, ordenadores discursivos de la enumeración, etc.

En la tabla siguiente podemos ver todos los nexos temporales que se pueden emplear en el léxico español.

Ejemplos de nexos temporales

Dentro de oraciones subordinadas:

1-Mi abuela estaba dormida cuando llegó mi tío Juan.

2-Comenzó a llover cuando llegué a mi casa.

3-Antes de que nos diéramos cuenta, ya había salido.

4-Después de que la gente se fue, me contó su secreto.

5-Tan pronto como acabes la tarea podrás ir a jugar.

6-Siempre está conmigo cuando le necesito.

7-Cuando yo voy, tu vienes.

8-Avísame cuando estés lista.

9-Me teñí el pelo cuando me divorcié.

10-Recogí la casa cuando llegué de viaje.

En textos literarios hay que distinguir los que son nexos temporales de complemento circunstancial de tiempo:

Ejemplo 1

Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama.

Extraído de la obra de Cortázar, Continuidad de los parques.

En este caso, Primero y ahora son nexos temporales, sin embargo último es un complemento circunstancial de tiempo.

Ejemplo 2

Dio espaldas de golpe y se alejó ligero, sin mirar atrás hasta que llegó a la cresta de la última cuchilla. Entonces se volvió levantando el sombrero en la diestra. Y eso fue lo último que vieron los amigos, cuando al bajar la loma la figura desapareció.

Extraído de la obra de Stelardo, Don Julio.

Ejemplo 3

Carlos Argentino fingió asombrarse de no sé qué primores de la instalación de la luz (que, sin duda, ya conocía) y me dijo con cierta severidad:

—Mal de tu grado habrás de reconocer que este local se parangona con los más encopetados de Flores.

Me releyó, después, cuatro o cinco páginas del poema. (…) Denostó con amargura a los críticos; luego, más benigno, los equiparó a esas personas «que no disponen de metales preciosos ni tampoco de prensas de vapor, laminadores y ácidos sulfúricos para la acuñación de tesoros, pero que pueden indicar a los otros el sitio del tesoro».

Extraído de la obra de Borges, El aleph.

Ejemplo 4

Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a gritos, y los taxis no quieren llevarlos o les cobran precios altísimos.

Los cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la hora de dormir se dicen unos a otros: «La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad».

Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios.

Extraído de la obra de Cortázar, Viajes.

Referencias

  1. CHOMSKY, Noam; OTERO, Carlos P.Aspectos de la teoría de la sintaxis. Aguilar, 1976.
  2. GILI GAYA, Samuel, et al. Curso superior de sintaxis española. 1970.
  3. BOSQUE, Ignacio; GUTIÉRREZ-REXACH, Javier.Fundamentos de sintaxis formal. Ediciones Akal, 2009.
  4. HERNÁNDEZ, Guillermo; YAGÜE, Lourdes; SÁNCHEZ, José Luis.Lengua castellana y literatura. Sociedad general española de librería, 1995.
  5. OFICIAL, ARIO. LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA.
  6. OSMA, Carmen Chirivella. Lengua castellana y literatura.
  7. RAYA, UNA, et al. Lengua castellana y Literatura. 2007.