Las 45 mejores frases de La naranja mecánica
Te dejo las mejores frases de La naranja mecánica, novela distópica escrita por Anthony Burgess y publicada en 1962, mejor conocida por su adaptación al cine por Stanley Kubrik (1971). La escritura del libro se caracteriza por ser escrita en una jerga basada en el ruso, conocida como Nadsat.
Te pueden interesar también estas frases de cine.
-Quizás el hombre que elige el mal es en cierto modo mejor que aquel a quien se le impone el bien. -Capellán de la prisión.
-Veo lo que es correcto y apruebo, pero lo que hago está mal. -Dr. Brodsky.
-Es curioso como los colores del mundo real solo parecen verdaderos cuando los ves en una pantalla. -Alex.
-¿Y dónde quedo yo en todo esto? ¿Acaso soy un animal o un perro? (…) ¿No soy más que una naranja mecánica? -Alex.
-Civilizados mis yarblocos sifilíticos. -Alex.
-El mundo no puede estar lleno de gente como yo -Alex.
-Y ahí estaba yo, ese es Alex, y mis tres drugos, son Pete, Georgie y Dim, y estábamos sentados en el bar lácteo Korova, tratando de decidir con nuestras rasudoques qué hacer por la tarde. -Alex.
-El bar lácteo Korova vendía leche adicionada con velocet, synthemesco o dremcrom, que es lo que estamos tomando. Estas agudizan tus sentidos y te dejan listo para un poco de vieja ultraviolencia. -Alex.
-¿Tienes algún nuevo tipo de tortura para mí, tú, brachno? -Alex.
-La iniciativa llega a aquellos que esperan. -Alex.
-Eres traviesa, traviesa, traviesa, tú, sucia sumca. -Alex.
-Él es joven, valiente y violento. Brodsky se encargará de él mañana y tú puedes sentarte y ver a Brodksy. Si todo sale bien, no tendrás que preocuparte de eso. Transformaremos a joven rufián tanto que será irreconocible. -Ministro del interior.
-No necesita llevarlo más lejos, señor. Me ha mostrado que toda esta ultraviolencia y asesinatos están mal, mal, terriblemente mal. He aprendido mi lección, señor. He visto lo que nunca antes había podido. ¡Estoy curado! ¡Alabado sea Bogo! ¡Estoy curado! -Alex.
-Son una bola de idiotas, ¡venden su derecho de nacimiento por un plato de lentejas! ¡Por la emoción de robar! ¡De practicar la violencia! ¡De vivir fácil! Y bien, te pregunto, ¿vale la pena cuando hay una verdad innegable, evidencia indiscutible de que el infierno existe? – Capellán de la prisión.
-¿Él no tiene capacidad de decisión, o sí? El egoísmo, el miedo por el dolor físico lo llevó a ese acto grotesco de auto humillación. Su insinceridad fue clara. Él dejó de ser un malhechor, pero también dejó de ser una criatura capaz de elecciones morales. – Capellán de la prisión.
-¿Qué derecho natural le hace creer que puede dar órdenes y tolchocarme cuando se le antoja?. Yarboclos le digo, y le voy a meter la cadena en los glasos cuando grité ¡Ay! -Dim.
-De repente caí en la cuenta que el pensar es para los atristos y que los omniosos cuentan con la inspiración y con lo que el señor manda. -Alex.
-Veo que llevas unos libros bajo el brazo, hermano. Realmente, es un placer raro en estos tiempos tropezar con alguien que todavía lee, hermano. -Alex.
-Es tan inhumano ser totalmente bueno como totalmente malvado. –Anthony Burgess (Introducción).
-Podemos destruir lo que hemos escrito, pero no podemos borrarlo. –Anthony Burgess (Introducción).
-La gente común está dispuesta a tolerarlo todo, sí. Es capaz de vender la libertad por un poco de tranquilidad. -Sr. F. Alexander.
-Ser bueno puede llegar a ser algo horrible. -Capellán de la prisión.
-Si en tu corazón, oh hermano, anida el temor, te ruego lo deseches ahora mismo. -Alex.
-Ser joven es como ser una de esas malencas máquinas. -Alex.
-Cuando abrí la puerta se me fue a la alfombra el corazón. -Alex.
– Yo soy el amigo de todos. Excepto de mis enemigos. -Alex.
-La bondad viene desde adentro. La bondad es una elección. Cuando un hombre no puede elegir, deja de ser hombre. -Capellán de la prisión.
-¿Cómo estás, botellón de aceite de cocina barato? Acércate, que te daré una en los yarblocos, si es que los tienes, eunuco grasiento. -Alex.
-Un libro bueno y limpio, hermano, es la cosa más linda del mundo. -Alex.
-El mero hecho de que la policía no te haya atrapado últimamente no significa, como tú lo sabes muy bien, que no hayas estado cometiendo algunas fechorías. -P. R. Deltoid.
-Lo importante es la elección moral. La maldad tiene que existir junto a la bondad para que pueda darse esa elección moral. La vida se sostiene gracias a la enconada oposición de entidades morales. -Anthony Burgess (Introducción).
-El ser humano está dotado de libre albedrío, y puede elegir entre el bien y el mal. Si solo puede actuar bien o solo puede actuar mal, no será más que una naranja mecánica. -Anthony Burgess (Introducción).
-Siempre es difícil poner límites. El mundo es uno, y es una la vida. La actividad más dulce y celestial participa en alguna medida de la violencia; por ejemplo, el acto amoroso, o la música. -Dr. Brodsky.
-No tienes por qué protestar, muchacho. Elegiste, y esto es el resultado de tu elección. Lo que venga ahora es lo que elegiste tú mismo. -Capellán de la prisión.
-Cuida lo que dices, oh Dim, si en verdad deseas seguir viviendo. -Alex.
-¿Qué quiere Dios? ¿El bien o que uno elija el camino del bien? -Capellán de la prisión.
-La violencia sin sentido es una prerrogativa de la juventud; rebosa energía pero le falta talento constructivo. -Anthony Burgess.
-Las calles tienen que mantenerse limpias, y de distintos modos. -Billyboy.
-La prisión le enseñó las manos untuosas de la hipocresía, la sonrisa obsequiosa y baja… Pero ésas son sutilezas. No nos interesan los motivos, la ética superior, solo queremos eliminar el delito. -Dr. Brodsky.
-El día era muy diferente de la noche. La noche era mía y de mis drugos, y de todo el resto de los nadsats, y de los barrios burgueses agazapados entre cuatro paredes, absorbiendo los glupos programas mundiales. -Alex.
-Pude videarme clarito corriendo sobre nogas muy livianas y misteriosas, tajeándole todo el litso al mundo crichante con mi filosa britba. Y todavía faltaban el movimiento lento y el canto hermoso del último movimiento. -Alex.
-Vamos, mátenme, cobardes bastardos. No quiero vivir de todas maneras… no en un mundo apestoso como este. -Indigente.
-En cierto modo ser joven es como ser un animal. No, no es en tanto ser un animal, sino uno de esos muñecos malencos que venden en las calles, pequeños chelovecos de hojalata con un resorte dentro. -Alex.
-Probablemente estaban en la parte de los slovos sucios, antes de iniciar un trozo malenco de ultraviolencia.
-Lo que hago lo hago porque me gusta. -Alex.