Medicina

Neumonía: qué es, síntomas, causas, tratamiento, prevención


¿Qué es la neumonía?

La neumonía es una infección que ocurre en uno o en ambos pulmones, que causa que los alvéolos, una especie de bolsas pulmonares, se llenen de líquido o pus. Según el tipo de germen que causó la infección, la enfermedad puede ser leve o grave. La causa más común de esta enfermedad es la infección por la bacteria Streptococcus pneumoniae.

Síntomas de la neumonía

Algunos casos se presentan como neumonía típica, que consiste en aparición de tos y flemas con pus, en ocasiones con sangre, dolor en el tórax y fiebre con escalofríos. 

Cuando se trata de una neumonía atípica se produce fiebre, malestar general, dolores musculares y en las articulaciones, cansancio y dolor de cabeza. Puede haber presencia de tos, pero sin flemas, y también dolor en el tórax, aunque menos intenso que en la neumonía típica. 

Hay pacientes con cuadros de neumonía atípica que también presentan síntomas digestivos leves, como náuseas, vómitos o diarreas. 

Cuando la neumonía es extensa o ya existe una condición pulmonar previa, puede haber dificultades respiratorias. Por otra parte, si las bacterias pasan a la circulación sanguínea, se puede presentar un shock séptico, que básicamente es una infección generalizada que ocasiona múltiples fallas en los órganos. 

Causas de la neumonía

Hay muchos gérmenes que pueden ocasionar neumonía, entre los más comunes están las bacterias y virus que respiramos en el aire. El organismo en condiciones normales es capaz de evitar que los gérmenes produzcan infecciones, pero hay ocasiones en las que el sistema inmunitario no logra responder por diversas razones.

Para entender cómo se produce esta enfermedad es necesario aclarar que hay dos tipos de neumonía. A continuación, te explicaré cada uno de los tipos.

Neumonía adquirida en la comunidad

Este tipo es el más común de neumonía y sucede fuera de los hospitales. Puede ser causada por bacterias y hay ocasiones en que se desarrolla por sí sola, después de haber tenido gripe. La causa más común es la infección respiratoria por Streptococcus pneumoniae.

Otras bacterias que pueden causar neumonía por infección son Chlamydia psitacci, Coxiella burnetti, Mycoplasma pneumoniae, Legionela pneumophila y Chlamydia pneumoniae.

La neumonía también puede ser causada por hongos y en este caso suele presentarse en personas que cuentan con problemas de salud crónicos o en casos donde se ha inhalado una gran cantidad de estos organismos, que están presentes en los excrementos, por ejemplo. 

Finalmente, los virus son otra causante de esta enfermedad, como el coronavirus causante de la Covid-19. En el caso de la neumonía viral, los síntomas suelen ser leves, pero sí hay casos en que se agravan.

Neumonía adquirida en un hospital o centro de salud

Este tipo de neumonía se adquiere mientras se recibe atención médica y se trata de una infección causada por bacterias que normalmente se presenta en personas que se encuentran hospitalizadas por un largo tiempo.

Tratamiento para la neumonía

Cuando la neumonía es causada por bacterias, se puede tratar con antibióticos como la amoxicilina. La hospitalización solo es necesaria para los casos graves. 

También te pueden recetar medicamentos para la tos y analgésicos como la aspirina, paracetamol o el ibuprofeno, que te ayudarán a aliviar la fiebre y los malestares generales. 

¿Cómo se puede prevenir la neumonía?

Hay algunos hábitos que puedes eliminar o incorporar en tu vida diaria como método de prevención para la neumonía.

Lo primero es dejar de fumar, pues el hábito de fumar aumenta cuatro veces el riesgo de desarrollar una neumonía adquirida en la comunidad, así que, si abandonas el cigarro, en un lapso de cinco años el riesgo de adquirir neumonía disminuye a la mitad.

También debes reducir tu consumo de alcohol, pues, si bebes en exceso, corres más riesgo de que, en caso de que adquieras neumonía, se vuelva una enfermedad grave. Además, las personas con alto consumo de alcohol suelen tener daño hepático o malnutrición, que son factores de riesgo para la neumonía.

Algo que te servirá mucho es mantener una buena alimentación, lo que reforzará tu sistema inmunológico y te ayudará a prevenir muchas infecciones, como la neumonía.

Otro aspecto importante es la salud bucal, ya que una mala higiene bucal aumenta el riesgo de adquirir neumonía, porque se acumula placa dental y se generan microorganismos en la boca que eventualmente pueden pasar a los pulmones. Así que recuerda visitar al dentista por lo menos una vez al año.

Vacunas contra la neumonía

Por último, hay ciertas poblaciones a las que se les recomienda ponerse la vacuna antineumocócica, que te protege, según el tipo de inmunización, de 13  a 23 tipos de bacteria neumococo.

Esta vacuna se recomienda a las personas mayores de 65 años y a los adultos entre 19 y 64 años que tengan ciertas afecciones que los predisponen a desarrollar neumonía.

Otra opción es la vacuna antigripal, que brinda protección contra los virus que causan la gripe y que se administra a personas con mayor riesgo de complicaciones, como ancianos, mujeres embarazadas o personas con enfermedades crónicas.

La vacuna antigripal también es adecuada para personas sanas que están en contacto con personas en riesgo de desarrollar infecciones, como es el caso del personal que labora en los hospitales o que convive con pacientes.

Si tienes dudas sobre si deberías colocarte la vacuna o no, consulta a tu médico, quien es la persona más indicada para asesorarte. Si presentas alguno de los síntomas que están asociados a la neumonía, acude a un especialista y no te automediques, pues solamente el médico puede recomendar el tratamiento indicado para ti.