Lengua y literatura

Los 13 Ejemplos de Retrato Como Figura Literaria


Los ejemplos de retrato como figura literaria incluyen los elementos detalladamente descritos que buscan estimular la imaginación del lector. Es un recurso que presenta a un personaje, lo acerca al lector, lo hace creíble, visible y le da vida.

El retrato es una figura retórica descriptiva de los rasgos externos e internos de una persona o un personaje. Incluye la descripción de animales, lugares u objetos. Está relacionado con la forma de mostrar en el rostro los diferentes sentimientos, causados por acciones o situaciones vividas.

El retrato como figura literaria

Este recurso es una combinación de tres figuras retóricas descriptivas: etopeya, prosopografía y pragmatografía.

Etopeya

Se usa para describir rasgos internos como carácter, cualidades, costumbres y virtudes de un individuo.

Prosopografía

Usada para describir rasgos externos de un individuo, animal o cosa.

Pragmatografía

Describe acciones, hechos y objetos.

Ejemplos de retrato en la literatura

En Harry Potter, de J. K. Rowling: 

1- “Era alto, delgado y muy anciano, a juzgar por su pelo y barba plateados, tan largos que podría sujetarlos con el cinturón.

Llevaba una túnica larga, una capa color púrpura que barría el suelo y botas con tacón alto y hebillas. Sus ojos azules eran claros, brillantes y centelleaban detrás de unas gafas de cristales de media luna.

Tenía una nariz muy larga y torcida, como si se la hubiera fracturado alguna vez. El nombre de aquel hombre era Albus Dumbledore”.

2- “‘Me alegro de verla aquí, profesora McGonagall’. Se volvió para sonreír al gato, pero este ya no estaba.

En su lugar, le dirigía la sonrisa a una mujer de aspecto severo que llevaba gafas de montura cuadrada, que recordaban las líneas que había alrededor de los ojos del gato. La mujer también llevaba una capa, de color esmeralda”.

3- “En Hogwarts había 142 escaleras, algunas amplias y despejadas, otras estrechas y destartaladas.

Algunas llevaban a un lugar diferente los viernes. Otras tenían un escalón que desaparecía a mitad de camino y había que recordarlo para saltar”.

Las descripciones físicas de los personajes fueron fundamentales en el casting para el mundo de películas de Harry Potter. Gracias a la exactitud del retrato, esta tarea se facilitó.

En El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes

4- “Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro; gran madrugador y amigo de la caza”.

En Madame Bovary, de Gustave Flaubert

5- “Era un chico de campo, de unos quince años, y más alto de estatura que cualquiera de nosotros.

Llevaba el pelo cortado recto sobre la frente, como un chantre de pueblo, y parecía formal y muy azorado.

Aunque no fuera ancho de hombros, su casaca de paño verde con botones negros debía de molestarle en las sisas y dejaba ver, por las vueltas de las bocamangas, unas muñecas rojas habituadas a ir descubiertas”.

6- “Buen mozo, petulante, de los que hacen resonar las espuelas, con unas patillas unidas al bigote, los dedos siempre cubiertos de sortijas y vestido de llamativos colores, tenía trazas de bravucón y la animación fácil de un viajante de comercio”.

En este caso, la descripción trasciende el aspecto físico, ya que “petulante” y “bravucón” son actitudes; sin embargo, permiten hacerse una mejor idea del personaje.

En La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela

7- “Era un pueblo caliente y soleado, bastante rico en olivos y guarros (con perdón), con las casas pintadas tan blancas, que aún me duele la vista al recordarlas, con una plaza toda de losas, con una hermosa fuente de tres caños en medio de la plaza…”.

En El Solitario, de Azorín

8- “Esta mujer extraordinaria servía a un amo que era su polo opuesto. Vivía enfrente de casa; era un señor silencioso y limpio; se acompañaba siempre de dos grandes perros; le gustaba plantar muchos árboles…”.

En refranes populares

9- “Quien encuentra un amigo, encuentra un tesoro”.

10- “Perro que ladra, no muerde”.

En Entrevistas breves con hombres repulsivos, de David Foster Wallace

11- “De metro setenta y noventa kilos, pelo y ojos castaños, frente desigualmente despejada debido a la aceptación/rechazo inconsistente de diversos sistemas de regeneración del cabello/trasplantes capilares, sentado, o tumbado —o tal vez sería más preciso decir simplemente «reclinado»— con un bañador negro Speedo junto a la piscina en forma de riñón de la casa”.

En Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques, de Jack Kerouac y William S. Burroughs

12- “Tiene el pelo, que le cae sobre la frente, negro y rizado, y la piel muy clara y los ojos verdes. Y antes de que todos los demás estuviesen dentro del cuarto, él ya se había instalado en la silla más cómoda de todas con una pierna por encima del brazo”.

En Chico malo, de Marie Dominique Leviere

13- “Con sus pómulos altos, Victoire, faraona de treinta años, burla la seriedad de las modelos con una desenvuelta naturalidad. Su belleza tiene algo tan exótico, tan voluptuoso, que el fotógrafo es cautivado por su sex appeal”.

Referencias

  1. Azurmendi, A. (1998). El Derecho a la propia imagen: su identidad y aproximación al Derecho a la información. Universidad Iberoamericana.
  2. Beaujour, M. (1992). Poetics of the Literary Self-Portrait. NYU Press.
  3. Colby, A. M. (1965). The Portrait in Twelfth-century French Literature: An Example of the Stylistic Originality of Chrétien de Troyes. Librairie Droz.
  4. Darío, R. (2016). Retrato del poeta como joven cuentista. Fondo de Cultura Económica.
  5. Dupriez, B. M. (1991). A Dictionary of Literary Devices: Gradus, A-Z. University of Toronto Press.
  6. Escudero, C., Valcárcel, H., & Carmen, M. d. (2005). Acercamiento a lo literario: guía de lectura.