Historia

Batalla de las Salinas: causas, desarrollo y consecuencias


La Batalla de las Salinas fue uno de los enfrentamientos armados ocurridos en la guerra civil que enfrentó a los conquistadores españoles de Perú. Tuvo lugar el 6 de abril de 1538 y sus protagonistas fueron las tropas comandadas por Hernando y Gonzalo Pizarro y las lideradas por Diego de Almagro.

La causa principal del enfrentamiento entre Almagro y Pizarro fue la disputa por la posesión de Cuzco. Ambos conquistadores afirmaban que la ciudad estaba bajo su jurisdicción, aunque fue Almagro el que la dominaba desde 1537. El fracaso del propio Almagro en su expedición para conquistar Chile, hizo que aumentara su presión para conservar Cuzco.

La batalla concluyó con el triunfo de las tropas de Pizarro, que ocuparon Cuzco después de la victoria. Almagro, por su parte, fue capturado y encarcelado. El conquistador fue acusado de traición, juzgado sumariamente y ejecutado con la pena del garrote.

Aunque esta batalla marcó el inició de un periodo de hegemonía de los Pizarro en la región, no significó que la situación se calmara. Durante varias décadas, se sucedieron los enfrentamientos entre los conquistadores y los gobernantes castellanos.

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Causas

La posesión de Cuzco fue el detonante de la guerra civil que enfrentó a los partidarios de Pizarro y a los de Almagro en el Perú. En 1537, Diego de Almagro consiguió ocupar la ciudad. Además, tomó prisioneros a los hermanos Hernando y Gonzalo Pizarro.

Tras esto, derrotaron al pizarrista Alonso de Alvarado en Abancay, descendiendo después por la costa llevando a Hernando Pizarro. En Cuzco, dejaron apresados a Gonzalo Pizarro y a otros capitanes.

Los dos bandos empezaron a negociar en Mala y, para solucionar sus diferencias, acordaron someter la disputa sobre Cuzco al arbitraje de fray Francisco de Bobadilla. El religioso emitió un fallo favorable a Pizarro, provocando el descontento de Almagro, que decidió ignorarlo.

Ante esto, Francisco Pizarro prefirió esperar a que el rey se pronunciara, dejando que su enemigo continuara en Cuzco. A cambio de esta espera, solicitó que su hermano Hernando fuera liberado, lo que fue aceptado por Almagro.

Rivalidad entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro

La rivalidad entre Pizarro y Almagro comenzó cuando tuvieron que repartirse las tierras conquistadas a los incas. Las Capitulaciones de Toledo, negociadas entre Pizarro y la Corona española, les otorgaba a este conquistador muchos más privilegios y posesiones que a sus socios de expedición, Almagro y Hernando de Luque.

Además, Francisco Pizarro solía disponer de lo logrado como botín a su antojo, sin contar con sus compañeros. Esto provocó el enfado de Diego de Almagro, que se consideraba perjudicado en el reparto de riquezas. Pronto, ese enfado pasó a convertirse en un enfrentamiento entre los partidarios de ambos.

Por otra parte, Almagro también tenía una relación muy mala con unos de los hermanos de Pizarro, Hernando, lo que empeoraba la situación.

Intervención de la Corona española

La actuación de la Corona española no contribuyó, precisamente, a tranquilizar la situación, especialmente tras la promulgación de las Leyes Nuevas. Con estas, la Corona pretendía reforzar su presencia en las tierras descubiertas y nombrar nuevas autoridades.

Una de las leyes eliminaba la condición hereditaria de las encomiendas concedidas y otra suprimió el trabajo temporal de los indígenas.

Todo esto provocó que los conquistadores consideraran que sus esfuerzos no eran recompensados y muchos no dudaron en levantarse en armas.

La posesión del Cuzco

Como se ha señalado anteriormente, los dos conquistadores reclamaban el dominio sobre Cuzco. Para Almagro, además, suponía recuperarse un poco de su fracasada expedición a Chile, donde no había encontrado riquezas importantes.

Desarrollo

Tal y como había advertido el lugarteniente de Almagro, liberar a Hernando Pizarro fue un gran error por parte del conquistador. Enseguida, la promesa de mantener la paz quedó en el olvido, y Hernando reagrupó a los suyos para recuperar Cuzco.

La guerra era inevitable y Almagro se puso en movimiento. Enfermo, debió delegar la dirección de la batalla en su lugarteniente, Rodrigo Orgóñez. Este envió a sus hombres a controlar algunos pasos de montaña, con el fin de parar a las tropas pizarristas.

A pesar de esto, Hernando Pizarro consiguió traspasar las defensas dando un rodeo por el otro lado de la sierra. Almagro y los suyos debieron regresar rápidamente en dirección a Cuzco.

Los pizarristas, no obstante, decidieron esperar en el valle de Ica antes de poner rumbo a la ciudad. Francisco, mayor para la batalla, se retiró a Lima, dejando a sus hermanos al frente de su ejército. En abril de 1538, las tropas de los Pizarro llegaron cerca de Cuzco. Almagro les esperaba después de reforzar las defensas.

Lugar elegido

Según las crónicas, Almagro propuso a los suyos negociar con el enemigo, algo a lo que Rodrigo Orgóñez se negó por completo. El lugar elegido para hacer frente a los hermanos Pizarro fue una llanura a 5 kilómetros de Cuzco, conocida como la pampa de las Salinas.

La batalla

Después de la misa obligatoria, los hombres de Gonzalo Pizarro cruzaron el río que dividía el campo de batalla. Nada más alcanzar el pantano situado a continuación, los almagristas comenzaron a disparar con sus cañones. Con dificultad, Gonzalo logró salir del atolladero.

Una vez logrado, pudieron ocupar una pequeña colina. Esta les permitió responder a los disparos de manera segura, causando grandes daños entre sus enemigos.

Por su parte, Hernando procedió también a atravesar el riachuelo, cargando con ferocidad contra el enemigo. Orgóñez, al verlo, ordenó a los suyos hacer lo mismo.

Derrota de Almagro

La batalla duró unas dos horas, durante las que los Pizarro fueron ganando posiciones ininterrumpidamente. Orgóñez, que había intentado matar en dos ocasiones a Hernando, fue rodeado por varios soldados enemigos. Trató de rendirse y entregar su espada, pero la respuesta fue una puñalada en el corazón que le causó la muerte.

Sin su líder, las tropas almagristas acabaron huyendo perseguidos por los pizarristas. Diego de Almagro, que contemplaba la batalla desde un cerro cercano, trató de escapar ante la segura derrota. Sin embargo, acabó siendo capturado.

Consecuencias

Las distintas fuentes no se ponen de acuerdo en cuanto al número de bajas. El cálculo más aproximado afirma que los muertos debieron ser cerca de 150.

Ejecución de Almagro

Diego de Almagro fue entregado a Hernando Pizarro, quien lo encerró en el mismo lugar en el que él mismo había estado prisionero.

Pizarro temía que los partidarios de Almagro que quedaban en la ciudad intentaran levantarse contra él. Por eso, trasladó al hijo del prisionero a Chachapoyas, alejándolo de los partidarios de su padre. Hernando, por su parte, rechazó todas las peticiones de liberación.

Diego de Almagro fue juzgado por traición a la Corona, además de por otros cargos menos graves. Fue condenado a morir en el cadalso. El reo trató de convencer a Hernando Pizarro de que lo perdonase, sin ningún éxito. Incluso se negó a confesarse, pensando que eso pararía la ejecución.

Finalmente, Almagro fue ejecutado mediante el garrote vil en su propia celda, en secreto, para evitar posibles revueltas civiles.

Hegemonía por parte del clan de los Pizarro

Después de la victoria conseguida en la batalla de las Salinas, el clan de los Pizarro logró consolidar su hegemonía en el territorio. Al acabar con Almagro, habían eliminado al único hombre que podía hacerles frente.

Sin embargo, el dominio de los Pizarro no calmó la situación en Perú. Los enfrentamientos entre los conquistadores y los gobernantes castellanos continuaron produciéndose durante décadas. Ni siquiera el asesinato de Francisco Pizarro, el 26 de junio de 1541, logró que la estabilidad reinara en la región.

Referencias

  1.  Carpeta Pedagógica. Guerra civil entre los Conquistadores. Obtenido de carpetapedagogica.com
  2. Sayago Guzmán, Juan Manuel. Pizarro y Almagro (II): Guerra Civil entre los conquistadores del Perú. Obtenido de archivoshistoria.com
  3. López Martínez, Héctor. La Batalla de Salinas y sus víctimas. Recuperado de e.elcomercio.pe
  4. Revolvy. Battle of Las Salinas. Obtenido de revolvy.com
  5. Markham, Sir Clements. Civil Wars in Peru, The war of Las Salinas, by Pedro de Cieza de León. Recuperado de books.google.es
  6. The Ohio State University. Francisco Pizarro. Obtenido de ehistory.osu.edu
  7. Minster, Christopher. Biography of Diego de Almagro. Obtenido de thoughtco.com.