Geografía

Calicata: concepto, características, tipos y para qué sirven


¿Qué es la calicata?

La calicata es la excavación de un pozo prueba para observar directamente la superficie de un terreno y tomar una muestra para analizar la composición y naturaleza del suelo. El principal objetivo es realizar un reconocimiento geotécnico del terreno, para evaluar si está en condiciones para el uso al cual está destinado (minería, siembra, construcción, etc.).

Este tipo de procedimiento se lleva a cabo mediante la implementación de técnicas mecánicas convencionales, que facilitan la observación directa del suelo y la puesta en práctica de algunos ensayos de campo.

Se trata de un método de exploración sencillo pero muy eficaz, ya que permite inspeccionar las condiciones del suelo de forma expedita.

Los hoyos de prueba tienen como finalidad analizar la estratificación; por ende, deben ser lo suficientemente profundos para ello. La excavación suele ser cuadrada y debe permitir la entrada de algunas personas en su interior.

Características de la calicata

Las calicatas son rápidas y sencillas de hacer, además de ser sumamente confiables en cuanto a los resultados obtenidos. Por ende, es uno de los métodos predilectos al momento de evaluar las condiciones superficiales de un terreno.

Las características más destacadas del reconocimiento edafológico por calicatas se detallan a continuación:

– Dada la sencillez del procedimiento, las calicatas pueden implementarse en todas las variedades de terreno, y bajo una importante diversidad de condiciones geológicas.

– La excavación se lleva a cabo mediante métodos mecánicos estándares, como por ejemplo: palas retroexcavadoras.

– La profundidad de las calicatas depende del alcance de la exploración; está limitada por el nivel freático del suelo. Es decir, la altura del pozo dependerá de la distancia a la que está el agua en el subsuelo, con la superficie del terreno como referencia. A veces la profundidad no supera 5 metros; en casos excepcionales alcanza 10 metros.

– Las características de la excavación varían según el suelo: si son suelos cohesivos y el pozo tiene menos de 3 metros de profundidad, se implementan soportes secundarios (arriostramientos) para garantizar la estabilidad. Si son suelos sin cohesión, bastará con excavar dejando una pendiente pronunciada en las paredes del hoyo de prueba.

– Un área de calicata estándar suele ser de 0,8 metros de ancho por 1 metro de largo. No se recomienda menos de esto, para poder observar apropiadamente las paredes del suelo y verificar la estratificación.

– Se sugiere que, al vislumbrar una nueva capa de terreno, se reduzca el área de excavación y se dejen plataformas de aproximadamente 30 centímetros de largo para reconocer fácilmente los estratos del suelo.

– Una buena práctica consiste en descartar material de la excavación que presente muestras de diferentes tipos de suelo en su haber. Este material se considera como contaminado, a efectos del análisis edafológico.

– La información técnica específica debe reportarse bajo un formato de control que registre la profundidad de la calicata y la presencia de filtraciones y/o irregularidades. También se documentan las características geológicas, mineralógicas y físicas del suelo y de los componentes hallados en cada estrato. El registro fotográfico es indispensable.

– Las calicatas no deben permanecer abiertas durante un período de tiempo prolongado. Una vez haya concluido el muestreo y la documentación de la zona, el pozo de prueba debe rellenarse y compactarse para evitar peligros potenciales en el área de trabajo.

– Para el análisis físico-químico del suelo, se sugiere tomar una muestra de cada estrato del suelo, iniciando en el estrato más profundo y haciendo el barrido desde abajo hacia arriba de la calicata. Es probable que los estratos superiores se hayan alterado con material proveniente de otros estratos al momento de excavar el hoyo de prueba.

En ese caso, se debe ser muy meticuloso con la toma de la muestra, e indagar en una zona no contaminada. Incluso se puede excavar un orificio más profundo en algún estrato si es necesario, todo para garantizar la integridad de la muestra.

– Al compararse con otro tipo de metodologías, las calicatas traen consigo un riesgo significativo para el personal ejecutante. Los trabajadores deberán portar el equipamiento de protección personal y cumplir las normativas de seguridad que apliquen en caso de que se presenten derrumbes o colapso de las paredes laterales del hoyo durante la excavación.

Tipos de calicatas

En esencia, se distinguen dos tipos de calicatas, dependiendo de los resultados que se deseen obtener del análisis:

Calicatas para análisis rutinario de terreno

Antes de iniciar labores en las adyacencias de un terreno, se debe evaluar las condiciones del suelo y verificar si estas son las idóneas para el objetivo que se desee alcanzar.

En ese caso, se realiza un recorrido de reconocimiento en el área y se excavan hoyos de prueba en locaciones propicias para la investigación.

Estas locaciones deben estar distanciadas entre sí (según las condiciones del terreno) y una vez realizado el análisis del suelo, deben ser cubiertas en su totalidad.

Calicatas para análisis de caso

Este tipo de calicatas de excava en búsqueda de un aspecto específico y, en consecuencia, solo se realizan en un área particular del terreno.

Por ejemplo, este tipo de calicatas es aplicable en sembradíos que presenten problemas de desarrollo vegetativo en un sector específico y no en todo el terreno objeto.

El monitoreo de humedad también se considera una calicata de análisis de caso. En este último caso, si las condiciones del terreno son homogéneas, el resultado de la calicata puede extrapolarse al resto del terreno.

¿Para qué sirven las calicatas?

Las calicatas son sumamente útiles al momento de evaluar las condiciones de un terreno para obras de construcción, siembra y explotación minera, entre otras aplicaciones.

Dada la característica del procedimiento, las calicatas son aplicables a todo tipo de terrenos, respetando las diferencias entre los diferentes tipos de suelos. Las calicatas son particularmente recomendables en terrenos cohesivos y heterogéneos.