Arte

Manuel Chili "Caspicara": quién fue, biografía, trabajo artístico y obras


¿Quién fue Manuel Chili “Caspicara”?

Manuel Chili “Caspicara” (c. 1723-c. 1796) fue un escultor ecuatoriano, considerado uno de los máximos exponentes, junto con Bernardo de Legarda y José Olmos, “El Gran Pampite”, de la llamada Escuela de Quito durante el siglo XVIII.

Desde joven, con mucho talento, fue formado en el arte escultórico y del tallado en los talleres de Legarda y de Diego Robles. Caspicara cultivó los motivos religiosos hasta convertirse en uno de los más afamados de su época, no solo en las Américas, sino en Europa.

Se dice que Carlos III de España dijo “No me preocupa que Italia tenga a Miguel Ángel, en mis colonias de América, tengo al Maestro Caspicara”.

La obra de Caspicara adorna las iglesias coloniales quiteñas, en particular la Catedral Metropolitana de Quito y el Convento de San Francisco. Destaca en su obra el realismo con que representaba las penurias de Jesús crucificado y el dolor en los rostros de sus personajes.

De él no se tiene un solo retrato, y por su sobrenombre artístico (Caspicara), del quechua norteño, se supone que tendría la tez oscura, como la madera. Caspicara significa “cara de palo”, o “cara de madera”.

Biografía de Manuel Chili “Caspicara”

Nacimiento y primeros años

Manuel Chili nació alrededor de 1723 en San Francisco de Quito, territorio que entonces pertenecía a la Real Audiencia de Quito bajo el dominio del Imperio español.

Existen pocos detalles de su vida, pero se creía que su ascendencia era puramente indígena, por lo que, a falta de retratos, se supone que debía tener piel cobriza. Seguramente su aspecto ayudó a que tomase el nombre artístico Caspicara. 

Como tantos otros indígenas y mestizos, comenzó su formación en uno de los talleres de trabajos manuales de Quito.

Desde muy temprana edad destacó por su talento y recibió el apoyo de los sacerdotes jesuitas, quienes se encargaron de su educación, alimentación, vivienda y le otorgaron una asignación monetaria.

La altísima calidad de su trabajo le trajo fama desde todos los rincones del imperio y se dice que sus obras adornaron templos y casas en Perú, Colombia, Venezuela y España.

Toda su obra es invaluable, pues fue declarada Patrimonio Cultural del Ecuador. Además, aunque perteneciese a una colección privada, no podría ser comercializada.

Muerte

El consenso de los expertos es que Manuel Chili “Caspicara” falleció alrededor de 1796, aunque algunos afirman que bien pudo haber vivido hasta el primer decenio del siglo XIX.  Se sabe, sin embargo, que murió en la pobreza, en un hospicio.

Trabajo artístico

La obra de Caspicara se enmarca claramente dentro de la Escuela de Quito del siglo XVIII. Se reconoce la influencia de Bernardo de Legarda y Diego de Robles, en cuyos talleres trabajó durante su juventud.

Fue uno de los más grandes exponentes de la madera policromada, siguiendo las formas y estilos propios de la escuela castellana del barroco español.

Como muchos artistas de la época, mezclaba rasgos indígenas y europeos en sus personajes. En algunos, se advierte la piel oscura, mientras que otros tienen ojos azules y tienen barba.

Toda su obra se enfocó en los motivos religiosos, siendo de particular atención sus cristos, vírgenes y retablos. De hecho, son sus representaciones de Cristo Crucificado las que extendieron su fama por el Imperio, pues llamaban la atención por la representación tan realista, no solo de llagas y heridas, sino del dolor en el rostro de Jesús.

Fue el primer y único de los artistas coloniales que realizó desnudos y uno de los pocos que hizo esculturas grupales. Sus miniaturas son verdaderamente un despliegue de virtuosismo.

Crítica de su obra

– “Sus obras son de acabada perfección, y no se sabe qué admirar más en ellas: si la idea feliz de la composición o la magistral manera en la ejecución, si la gracia elegante de la línea o el preciosismo magnífico de la masa, si la meticulosa interpretación de los drapeados de sus estatuas o la justeza de formas anatómicas en sus admirables crucifijos.

Descendiente directo de la escuela española de talla policroma, no trabajó sino obras religiosas llenas de profundo sentimiento y, por tanto, marcadas con el elegante barroquismo del siglo XVIII”.

(José Gabriel Navarro, La Escultura en el Ecuador durante los Siglos XVI, XVII y XVIII).

– “Es el príncipe de la escultura colonial americana, ya por la bondad absoluta de sus obras, ya por su fecundidad. Descendiente directo de la escuela de talla policroma, no trabajó sino obras religiosas llenas de profundo sentimiento, por lo tanto, marcadas con el elegante barroquismo del siglo XVIII.

Es de anotar –eso sí– que Caspicara, a imitación de los escultores castellanos de los siglos XVI y XVII, hizo de la emoción y del sentimiento el culto de su arte; no hay una sola imagen de este indio famoso que no lleve en sí, más que la precisión de las formas, la sinceridad verdadera de las más intensas emociones.

Caspicara fue un gran ejecutante y, a veces, llegó al virtuosismo, tan delicados son los planos ondulantes de algunas de sus estatuas y tan magníficamente hechos ciertos refinamientos de su modelado”.

Fray Agustín Moreno Proaño, Caspicara (1976).

Obras más conocidas

Es muy difícil datar los trabajos de Caspicara. Se le atribuyen numerosas obras, entre las cuales se encuentran:

– Las virtudes teologales (en el coro de la Catedral Metropolitana de Quito).

– Descendimiento de Cristo (también conocida como La Sábana Santa, en la Catedral Metropolitana de Quito).

– San Francisco (convento de San Francisco).

– Los doce apóstoles (convento de San Francisco).

– San Pedro de Alcántara (convento de San Francisco).

– Asunción de la Virgen (convento de San Francisco).

– Cristo crucificado (altar de la iglesia de El Belén).

– Del Cristo yacente (Museo Nacional del Ecuador).

– Virgen de la luz (Museo Nacional del Ecuador).

– El Señor atado a la columna con san Pedro a los pies (convento de San Francisco).

– La impresión de las llagas de san Francisco (en la capilla Cantuña, convento de San Francisco).

– Virgen del Carmen (en el Museo Franciscano).

– San José (en el Museo Franciscano).

– La coronación de la Virgen María (en el Museo Franciscano).

– Del tránsito de la Virgen (en el nicho de San Antonio, convento de San Francisco).

– San José (en la iglesia de San Agustín de Latacunga).

Muchas representaciones de vírgenes dolorosas, cristos crucificados o renacidos y Niños Jesús.

Referencias

  1. Caspicara. Tomado de en.wikipedia.org
  2. CVC. Quito. Manuel Chili, “Caspicara”. Tomado de cvc.cervantes.es