Biografías

Juan de Espinosa Medrano: biografía, obras y sus características


Juan de Espinosa Medrano (1630?-1688) fue un religioso de origen peruano. Destacó principalmente por su trabajo literario, plagado de poesía y obras teatrales. Además, fue reconocido por su nivel de oratoria, lo que le permitió destacar como predicador en su rol religioso.

‘El Lunarejo’ fue el seudónimo que eligió para realizar su trabajo y con el que ganó su reconocimiento en todo el mundo. La popularidad del nacido en Cuzco ocurrió a mediados del siglo XVII.

Fuente: Toño Zapata [Public domain], vía Wikimedia Commons.

Mostró un gran interés por las comunidades indígenas en Perú e incluso dominó las lenguas quechuas, que eran idiomas utilizados en los Andes centrales. Este interés por las comunidades indígenas alimentó la idea de que era descendiente de indios, aunque también se le consideró mestizo y criollo.

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Biografía

La vida de Juan de Espinosa Medrano está llena de incógnitas y suposiciones. Para empezar, la fecha de su nacimiento no está del todo esclarecida. Según la escritora Clorinda Matto el religioso nació en 1629, mientras que el diplomático Francisco García Calderón afirmó que su nacimiento ocurrió en 1632.

Por consenso se utiliza el año 1630 para designar su llegada al mundo, que pudo haber sido en el pueblo de Calcauso. A su vez, su muerte fue en 22 de noviembre de 1688, antes de cumplir los 60 años.

Estudios

También son pocos los datos que se tienen sobre la familia de Espinosa Medrano y sobre su educación. Los historiadores han afirmado que se formó en el seminario San Antonio Abad, ubicado en Cuzco. Allí recibió una educación enfocada mayormente en las ideas jesuitas.

Para 1654 logró un doctorado en la rama de la teología, que fue otorgado por la Universidad San Ignacio de Loyola.

Llegó a ser profesor en el seminario San Antonio Abad en el que estudió. Estuvo al cargo de clases sobre arte y teología. En 1683 pasó a desempeñarse como predicador en la iglesia en Cuzco.

El escritor Agustín Cortés de la Cruz hizo referencia a la educación de Espinosa Medrano cuando escribió el prólogo de La novena maravilla. Cortés afirmó que los conocimientos del Lunarejo abarcan muchas áreas, entre ellas la gramática, la ciencia, la teología y la música. Además, dominó el latín.

Apodo

Espinosa Medrano fue más conocido como ‘El Lunarejo’, posiblemente debido a un lunar visible que tenía en su rostro. No fue el único apodo con el que fue conocido, ya que también se referían al religioso como ‘El Doctor Sublime’ o como el ‘Demóstenes criollo’.

La poca información sobre su vida también ha hecho que se dude sobre su nombre. Algunos historiadores defienden la idea de que el verdadero apellido del religioso fue ‘Chancahuaña’, como su padre.

Adoptó los apellidos Espinosa Medrano por dos posibles razones. La primera fue que así se llamaban unos vecinos de la familia. La segunda razón podría ser que adoptó los nombres de un cura que le brindó protección.

Iglesia

Desde muy joven nació su interés por el mundo religioso, siendo por ello por lo que usó los hábitos de la iglesia desde muy joven, específicamente el franciscano. Este hábito consiste en una túnica con forma de cruz y de lana gris.

Su buena verborrea y nivel de oratoria le permitieron destacar en esta área. Sus sermones fueron tan importantes y llamativos que se recopilaron en un libro titulado La Novena Maravilla.

Su vida como sacerdote tuvo muchas anécdotas interesantes. Aseguran que cerca del altar se congregaron personajes importantes de la política, artistas y gente de gran poder económico para presenciar sus sermones.

Características de sus obras

El Lunarejo presentó en sus obras características propias del gongorismo, un estilo literario que tuvo gran auge durante los siglos XVI y XVII. El término gongorismo nació por la influencia de Luis de Góngora, quien definió las bases de este estilo durante la época del Barroco. Esto evidenció la enorme influencia de España en su trabajo.

Dos de sus obras tuvieron una temática enfocada hacia los apóstoles y el Papado. En El hijo pródigo cuenta con un sinfín de referencias sociales y de lenguaje que son del occidente.

Destacó por el uso de la prosa en sus obras, pero también por la gran cultura que demostró. Utilizó el hipérbaton como recurso expresivo, característica que se pudo observar gracias a la métrica presente en sus escritos y a la construcción de figuras retóricas en su discurso.

Durante sus homilías hacía referencia a sitios bíblicos, incorporaba detalles mitológicos o nombraba fábulas. Habló sobre distintas autoridades de la iglesia, siendo San Agustín uno de sus predilectos. También valoraba mucho las ideas de Santo Tomás, San Epifanio o Alberto Magno.

Influencia

Espinosa Medrano era un gran lector, siendo muchos los libros que poseía. Esto se conoció gracias al testamento que quedó tras su muerte, donde se realizó un recuento de todos los bienes que eran de su propiedad. Contó con obras religiosas, de poesía, teatro y libros sobre temas tan variados como la física, la astronomía y las ciencias naturales.

Leyó a los autores más variados. Obviamente en su biblioteca estuvo presente Góngora, pero también estudió a otros autores modernos como Lope de Vega o Covarrubias. Las obras literarias también fueron una constante con los renombrados autores Homero, Virgilio u Ovidio.

Obras

El primer trabajo que publicó fue El rapto de Proserpina en 1645, cuando rondaba los 15 de años de edad. Poco tiempo después ya era el autor de las más variadas comedias, obras poéticas y de teatro religioso.

Su gran dominio de los idiomas le permitió escribir tanto en latín, como en español, griego y hebreo. Por ejemplo, para teatro creó El amar su propia muerte y El hijo pródigo, trabajos escritos en quechua. Mientras que Curso de filosofía tomística fue una obra publicada en latín y que mostró su faceta como maestro.

Uno de sus aportes más importantes es que fue el encargado de traducir al quechua La Eneida. Esta fue una obra de Virgilio escrita en latín en el siglo I antes de Cristo.

El rapto de Proserpina

Fue su primera obra. Se trató de una dramatización que llegó a ser representada en distintos países de Europa, entre ellos España e Italia. Fue un trabajo con claras características religiosas y que se escribió en quechua.

La novena maravilla

Es quizás el libro más importante del período barroco en Perú. Es una obra póstuma de Espinosa Medrano ya que se publicó en 1695. Estuvo conformada por 30 sermones diferentes del religioso.

Como predicador de la iglesia también fue autor de Panegírica declamación, que salió a la luz en 1664. Tuvo un estilo bastante similar al del Apologético.

Apologético a favor de Luis Góngora

Este fue el trabajo que más fama le dio a nivel mundial. Se publicó en 1662, dos años después de que El Lunarejo termina de escribirlo. Trató sobre la vida del poeta español Luis Góngora, a quien defendió con vehemencia.

Este trabajo se conformó de una introducción y el desarrollo se llevó a cabo en 12 capítulos. El objetivo fue refutar las ideas del portugués Manuel da Faria, detractor de Góngora.

Referencias

  1. Becco, H. (1990). Poesía colonial hispanoamericana. Caracas: Fundación Biblioteca Ayacucho.
  2. Buxó, J., Hernández Reyes, D., & Rodríguez Hernández, D. (2006). Permanencia y destino de la literatura novohispana. México, D.F.: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Bibliográficas.
  3. Chang-Rodríguez, R. (1999). Hidden messages. Lewisburg: Bucknell Univ. Press.
  4. Moore, C. (2000). El arte de predicar de Juan Espinosa Medrano en la novena maravilla. Peru: Fondo Editorial Pontificia Universidad Catolica del Peru.
  5. Tamayo Rodriguez, J. (1971). Estudios sobre Juan de Espinosa Medrano (El Lunarejo). Lima: Ediciones Librería “Studium.”