Deporte y Ejercicio

21 actividades saludables para adultos y niños


Realizar actividades saludables que sean beneficiosas para la salud física y mental te va a permitir disfrutar plenamente de la vida. Estos ejercicios no hay que verlos como una obligación para la que hay que sacar tiempo, sino como algo positivo y necesario para una mejor calidad de vida.

Pero ¿cómo tener una vida saludable? ¿Basta con comer sano y hacer ejercicios? Llevar una vida saludable implica un poco más que eso, pues además de la salud física también hay que tener buena salud mental.

Esto a su vez deriva en un estado psicológico beneficioso y en tener una cierta “filosofía” de vida que te permita disfrutar de cosas simples. El equilibrio entre un buen estado físico, una buena salud mental y una actitud proactiva te permitirá llevar una vida plena.

La salud es la riqueza real y no piezas de oro y plata.-Mahatma Gandhi.

Actividades para tener un buen estado de salud física

1. Hacer ejercicio físico

Llevar adelante una adecuada rutina de ejercicios es una práctica esencial para alcanzar un buen estado de salud, así lo asegura la Enciclopedia Médica de Estados Unidos.

Hoy en día, el ejercicio físico es considerado indispensable para mantener la salud del cuerpo. En cualquier caso, debe estar adaptado a la edad de la persona y a sus condiciones físicas.

Caminar es una de las actividades más fáciles de adoptar. Todo lo que necesitas para una buena caminata es calzado deportivo adecuado.

Crear el hábito e incorporar la actividad física como una rutina en tu vida es fundamental para obtener sus beneficios.

2. Alimentarse correctamente

Sin dudas, un factor fundamental para tener buena salud física es una correcta alimentación. Llevar una dieta equilibrada es un aspecto clave; incluir alimentos de todos los grupos en cantidades adecuadas, evitando siempre los excesos.

La alimentación saludable es un hábito que debería instalarse desde la niñez, pero siempre estamos a tiempo de rectificar. Tener un consumo moderado de azúcares y carbohidratos, limitando al mínimo necesario el consumo de grasas, y mantener una variada ingesta de frutas y verduras es esencial.

También hay que moderar el uso de sal o aderezos, como la mayonesa o las salsas picantes, a las comidas. La mayoría de los alimentos ya contienen la cantidad de sal que nuestro cuerpo necesita.

3. No consumir alcohol, o llevar al mínimo su consumo

A la mayoría nos gusta tomar una copa de un buen vino o una cerveza fría de vez en cuando. Eso no está mal en la medida en que sepamos dosificar el consumo.

La ingesta excesiva de alcohol puede dañar seriamente la salud, pero lamentablemente  su consumo va en aumento.

Los daños que causa el alcohol pueden ser irreversibles, de manera que lo mejor es tomar solo un par de copas los fines de semana, si realmente no quieres dejar el alcohol por completo.

4. No fumar

El tabaquismo es otro de los hábitos que dañan la salud de manera significativa y suele ser difícil de dejar; la nicotina es una droga altamente adictiva.

Como tal, y además de los efectos dañinos para el sistema respiratorio, el tabaco quita libertad. Cuando un fumador no puede fumar, se siente irritable y ansioso y no puede disfrutar del momento.

Para comenzar, es recomendable la lectura de ciertos libros que explican bien cómo dejar de fumar. Si esto se toma con seriedad y se hacen esfuerzos, se logrará.

5. No consumir drogas ni bebidas energizantes

En general todos conocemos los efectos nocivos de la heroína y cocaína, por ejemplo. La adicción que generan es uno de los grandes peligros de la humanidad y quita calidad de vida desde todos los puntos de vista posibles.

Además de las conocidas drogas ilícitas, existen otras que parecen ser menos dañinas, e incluso muchas veces se justifica su consumo esporádico.

Absolutamente todas las drogas son nocivas para la salud, así como ciertos tipos de estimulantes concentrados.

6. No automedicarse

Parece una práctica inofensiva, pero te sorprendería conocer el daño que significa para la salud tomar, por ejemplo, antibióticos no prescritos o una cantidad excesiva de analgésicos.

Cuando te automedicas puedes cometer muchos errores, simplemente por falta de conocimiento, y estos errores sin duda pueden tener efectos nocivos sobre tu salud.

Por lo tanto, lo mejor es sencillamente consultar al médico y seguir su consejo en todo lo referente a la medicación.

7. Hacer consultas y análisis clínicos periódicamente

Cada “maestro tiene su libro” y cada médico puede tener su pauta de controles, pero independientemente de ello, la única forma de saber cómo está tu organismo es mediante análisis y revisión médica.

Es necesario que te realices análisis clínicos y revisiones médicas periódicas para determinar cuál es tu estado de salud física actual, detectar cualquier problema precozmente y adaptar tus hábitos según sea necesario.

Estos controles también pueden ayudar a determinar qué tipo de dieta debes llevar, así como la actividad física que puedes hacer.

8. Realiza actividades recreativas

Es una de las reglas de oro y está probado científicamente: tener como hobbie una actividad que te guste es clave a la hora de sentirte bien.

El placer no solo se genera por la actividad en sí misma, sino que además te permitirá ampliar tus relaciones y habilidades sociales, lo que también es importante para tener una buena calidad de vida.

Otro efecto de hacer una actividad es que generalmente la podemos asociar a un progreso. Por naturaleza humana, a todos nos causa un gran bienestar sentir que progresamos en algo.

9. Alimentar la mente

“No solo de pan vive el hombre”, y es muy cierto.

Tener una actividad que implique cierto grado de responsabilidad es muy importante. Ya no se trata de practicarla cuando tengamos ganas sino que debemos hacerlo en cierto tiempo y forma.

Pensar en actividades que impliquen un desafío o cierto nivel de dificultad es muy recomendable. De esa forma sientes que hay un objetivo por cumplir, y para alcanzarlo pondrás en práctica los valores y virtudes que todos tenemos.

10. No subestimes ningún sentimiento negativo por tiempo prolongado

Las enfermedades mentales o cierto tipo de trastornos psicológicos suelen ser más difíciles de detectar que los estrictamente orgánicos.

A veces un sentimiento de tristeza puede camuflar lo que en realidad es una depresión, o un ataque de pánico puede confundirse con un gran temor. 

Si estás teniendo sensaciones negativas que no te permiten disfrutar de las actividades que antes te causaban placer, si estas sensaciones se han instalado desde hace un tiempo y no desaparecen, entonces no dudes en consultar a un profesional.

11. Lee buenos libros

Leer libros te dará motivación, conocimiento e inspiración. Hay libros que te pueden cambiar la vida, ya sean de desarrollo personal o no. Algunos han sido escritos durante años y representan experiencias, ideas, valores y lecciones que te servirán para toda la vida.

Si no estás acostumbrado a leer, tendrás que hacer un esfuerzo al principio hasta acostumbrarte. Tu velocidad de comprensión y de lectura irán aumentando progresivamente.

La lectura es una actividad sumamente gratificante, que no solo te enseña sino que también ejercita tu comprensión lectora.

12. Trabaja la creatividad

La creatividad no solo se puede aplicar a inventos o ideas de empresas. Es una habilidad que puede contribuir a mejorar la calidad de vida.

El “eureka” no se construye relajándose, más bien se trata de un proceso: 1) pensar mucho sobre un problema a resolver y 2) relajarte.

En muchas ocasiones el trabajo previo de buscar soluciones, información, etc., da resultados en una idea “que surge de forma espontánea”. Cuando Arquímedes dijo “Eureka” estaba en un estado relajado -una bañera- y había realizado un gran trabajo previo, no le surgió de la nada.

13. Practica técnicas de relajación o meditación

Las técnicas de relajación y la meditación te ayudará a librarte, entre otras cosas, del miedo y del ego. Además aumentarás tu autocontrol.

Practica todos los días, de 10 a 15 minutos, y verás los beneficios a corto plazo. Puede cambiar tu vida y no hay razón para que no lo intentes. Una vez que vas aprendiendo, vives las sesiones de meditación concentrado, calmado y de forma relajada.

Tiene un efecto de disminución del ego y del aumento de la consciencia en tu vida diaria. Si mantienes la constancia, observarás cómo tu capacidad de atención y focalización aumentará, al igual que el resto de tus sentidos.

14. Ahorra y no gastes demasiado

Ahorrar te dará un colchón económico si vienen tiempos difíciles, y también podrás afrontar grandes gastos que sin ese ahorro no podrías: un coche que necesitas, una casa…

Si vas a comprar algo, pregúntate: ¿Lo necesito para vivir? ¿Había pensado antes en comprarlo?

Compra cosas que te den beneficio a largo plazo y que necesites o te den bienestar. Comprar el smartphone de último modelo no te dará nada si ya tienes un modelo más antiguo y que igual te funciona.

15. Aprende a planificar

Planificarse es fundamental en la gestión del tiempo, para conseguir objetivos y para ser productivo.

Reflexiona sobre si todo lo que haces te está guiando al estado en el que quieres estar. ¿Estás en un trabajo que te guía en el camino correcto? ¿Estás con una pareja con la que ves un futuro?

Una metodología sencilla es:

  • Cada día escribe en una lista las tareas que tienes que hacer al día siguiente, desde la más a la menos importante.
  • Ve haciendo una por una y tachando a medida que las vayas terminando.
  • El documento tiene que ser accesible y especificar el tiempo en el que debe ser terminada cada tarea.

16. Aprende idiomas

Seguro que ya sabes lo importante que es saber hablar inglés. Es recomendable estudiar al menos 30 minutos diarios y si no tienes tiempo puedes aprovechar: 1) viendo películas en inglés y mejor si también están con subtítulos en ese idioma, 2) poniéndote audios mp3 mientras haces ejercicio.

Practicar hablando es muy importante y hoy en día tienes muchos recursos en internet para encontrar gente y temario. Hay muchos grupos de facebook que organizan quedadas para practicar idiomas.

17. Duerme bien

Dormir bien es necesario para consolidar los conocimientos aprendidos y restablecer los niveles de energía. Las 8 horas diarias es una generalización, cada persona tiene suficiente con un número de horas determinado. Si con 6 horas te sientes como nuevo, no es necesario dormir más.

Consolida unos horarios adecuados, no comas demasiado antes de dormir y evita estudiar o leer en la cama para que acostumbres a tu organismo a asociar la cama con el sueño.

18. Desarróllate profesionalmente

Si no te actualizas vendrá gente por detrás más formada y te quitarán el puesto de trabajo. Además, si quieres ser una referencia en tu sector o hacer un buen trabajo, tendrás que formarte constantemente.

La formación no termina cuando finalizas tu carrera o máster. No hace falta que acudas a una universidad o dejarte miles de euros en una escuela de formación; en YouTube puedes encontrar vídeos muy buenos de expertos en ciertos temas. Además tienes cursos en plataformas como miriadax.

19. Desarrolla tus relaciones sociales

Las habilidades sociales te ayudarán a crecer personal y profesionalmente. Oblígate a conocer gente nueva, a hacer cosas nuevas y poner en práctica habilidades sociales.

Las habilidades de escucha activa, lenguaje no verbal, hablar en público o comunicarse con un lenguaje adecuado son de las más importantes.

20. Pon atención a tu higiene

No solo se trata del baño diario. También mantener unos adecuados hábitos higiénicos ayudarán a que tu salud física y mental se mantenga. Por ejemplo, trata de levantarte y acostarte más o menos a la misma hora, hacer las comidas con regularidad, hacer ejercicio de tres a cinco veces semanales.

21. Define tus sueños

Las metas, los objetivos, los sueños, cambian con la edad. Una buena manera de mantener el rumbo es que cada cierto tiempo pongas por escrito tus tres metas más grandes y las tres más pequeñas.

Eso contribuirá a que te des cuenta de lo que has logrado, de lo que tienes que hacer para alcanzar los objetivos que te falten y, finalmente, a que te sientas mejor contigo misma/o.