Cultura general

Mentefacto: qué es, características, partes, ejemplos


¿Qué es un mentefacto?

Un mentefacto es una representación gráfica, similar a un mapa conceptual, por medio de la cual es posible representar los procesos de pensamiento de la mente humana. Si bien presenta varias similitudes con el mapa conceptual, tiene algunas diferencias claves que lo separan de esa clasificación.

A diferencia de los mapas conceptuales, un mentefacto se utiliza para reflejar los valores y pensamientos de la mente por medio de diversas divisiones gráficas. De hecho, las divisiones gráficas del mentefacto hacen que estos sean esquemas más difíciles de elaborar que un mapa conceptual común, más allá de las similitudes.

Su elaboración se rige por el método de pensamiento dictado por el filósofo griego Aristóteles. El mentefacto sirve para demostrar un nivel superior de pensamiento en comparación con otros esquemas gráficos, y su presentación es incluso más clara que la de un mapa mental, dada la naturaleza ordenada del gráfico.

Características del mentefacto

Jerarquía

Los mentefactos organizan el pensamiento cognitivo de los seres humanos de manera jerárquica; es decir, la parte superior del esquema debe representar la idea principal que se quiere demostrar.

Esta es la idea a partir de la cual el esquema debe desenvolverse. El resto de las ideas simplemente complementan a la superior, sin tomar un papel protagónico.

Ideas secundarias

A diferencia de un mapa conceptual, los mentefactos presentan las ideas secundarias aunque no sean válidas, pues están representando un proceso de pensamiento. Es decir, las ideas secundarias se grafican en un mentefacto para determinar si serán rechazadas o no.

Por medio de la jerarquización, se pueden organizar todas las propuestas del autor del esquema sin necesidad de desechar conceptos. Lo que se hace es simplemente rechazarlos para dejar registro de estos.

Orden

Un mentefacto está conformado por varios elementos organizados en forma de esquema. Usualmente se realiza en una hoja en blanco. En medio de la hoja se coloca el concepto principal que se busca desarrollar en el esquema; en la parte superior de la hoja se debe definir con exactitud cuál es el tema que se está tratando, para darle coherencia.

A la derecha de la idea principal se determina cuáles son las ideas que no son aprobadas por el autor del mentefacto. Es decir, se colocan las ideas rechazadas para dejar un registro. En muchos casos, se utiliza un símbolo de desigualdad para identificar la parte derecha del esquema.

Por otra parte, el área izquierda sirve para plantear todas las ideas que van en concordancia con la principal.

A partir de ambas partes del esquema se puede desarrollar el mentefacto para explicar el tema determinado a partir de dichos planteamientos. De esta forma, es posible visualizar las ideas antes de exponerlas o explicarlas, dando coherencia visual a lo que se quiere expresar verbalmente.

Función

El mentefacto tiene dos funciones principales: la primera es dar a quien lo desarrolla un apoyo visual al momento de explicar sus ideas a un público determinado, la segunda es que le permite al público poder entender con más facilidad lo que quiere decir el exponente.

Utilidad

Los mentefactos cumplen con una utilidad académica bastante importante. Aunque no son herramientas utilizadas ampliamente en escuelas, se caracterizan por presentar la información de manera clara y concisa.

Esto ayuda al maestro a explicar la información necesaria a los estudiantes, y a su vez, ayuda a estos a entender más fácilmente las explicaciones.

Los mentefactos mejoran significativamente la comunicación entre quien expone un tema y quien lo escucha, por lo que también suelen ser útiles para empresas durante reuniones explicativas entre jefes y personal.

Partes del mentefacto

Idea central

En medio de todo mentefacto debe ir colocada la idea central, de la cual saldrá el resto de los planteamientos. Usualmente se utiliza solo una palabra y se explica más profundamente (o se desarrolla el concepto) en la parte superior del esquema, al cual se le llama idea supraordinaria.

Idea supraordinaria

En la parte superior del esquema debe colocarse la idea supraordinaria. Esta puede constar de más de una palabra y usualmente es el mismo concepto de la idea central, pero desarrollado un poco más a profundidad. Puede definirse como una idea que engloba a la principal.

La idea supraordinaria debe englobar todas las partes más importantes del concepto, e identificarlas de manera clara y concisa. Esto permite que la idea central se comprenda más fácilmente, de acuerdo con lo que quiera explicar el autor del esquema.

Exclusiones

Las exclusiones son las ideas que se plantean en la parte derecha de la idea central. Estas sirven para negar que exista una similitud entre una idea y otra.

Es común que las exclusiones tengan cierta similitud conceptual con la idea principal, pero esta sección del mentefacto sirve para diferenciar unas de otras.

Ideas isoordinadas

Las ideas isoordinadas permiten identificar las cualidades más destacables de un concepto principal. En esta parte del mentefacto, la cual se coloca a la izquierda de la idea central, se desarrollan una o más cualidades del concepto para dar profundidad a su significado.

Las palabras que se colocan en la zona de las ideas isoordinadas no necesariamente son sinónimos de la idea central, pero sí tienen un nexo presente entre ambas. Se colocan en la parte izquierda porque son las predecesoras del concepto, y con base en estas se desarrolla el mismo.

Ideas infraordinadas

Las ideas infraordinadas se colocan debajo de la idea principal y pueden interpretarse como ideas que parten del concepto principal. Es decir, son subclases de la idea central con las cuales se explica más a profundidad el concepto que se presenta.

Ejemplos de mentefacto

Mentefacto de “La suma”

Mentefacto de “Filosofía del arte”

Mentefacto de “Reacción química”

Mentefacto de “El perro”

Mentefacto de trabajo

Para realizar un mentefacto del trabajo se plantea primero en medio de la hoja un cuadro que contenga la palabra “trabajo”. En la parte superior debe colocarse la explicación del concepto (por ejemplo, “desenvolvimiento laboral”), lo que representa la idea supraordinada.

A la izquierda, como idea isoordinada, se coloca alguna palabra que preceda a la idea original (por ejemplo, “esfuerzo”). En la parte derecha, como exclusiones, se deben colocar palabras sin nexo, como por ejemplo: “afán, labor”. En la parte inferior se deben colocar ideas que se relacionen al concepto, pero en otro ámbito.