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Mi Novia/o Me Dejó: 10 Consejos Esenciales para Superarlo


Mi novia/o me dejó, ¿podré superarlo? Una ruptura amorosa es una de las situaciones más complicadas de gestionar y franquear. En esos momentos, los sentimientos de tristeza afloran con mucha facilidad y alcanzar el bienestar se convierte en una tarea muy compleja.

Así mismo, cuando la decisión de terminar la relación sentimental es llevada a cabo única y exclusivamente por un miembro de la pareja, la situación emocional de la otra persona puede resultar incluso más delicada.

Este hecho se explica por dos motivos principales. En primer lugar, a diferencia de la persona que lleva a cabo la ruptura, el miembro de la pareja “a quien han dejado” no suele presentar ningún tipo de deseo o interés en que la relación termine.

Por otro lado, cuando alguien es dejado por su pareja, suele ser habitual que desarrolle sentimientos de culpabilidad. El pensamiento suele centrarse en los aspectos negativos y en analizar las cosas que han motivado a la pareja la decisión de terminar la relación.

En este sentido, la autoestima de la persona que han dejado puede verse en entredicho, hecho que puede conllevar alteraciones psicológicas y emocionales importantes. Por este motivo, resulta especialmente importante saber gestionar adecuadamente en esos momentos, y actuar de la forma más saludable posible.

A continuación se comentan 10 consejos que pueden resultar útiles para alcanzar estos objetivos y que pueden ayudar a superar la ruptura.

Consejos para salir adelante si tu novia/o te ha dejado

1- Acepta la ruptura

El primer paso que se debe llevar a cabo para superar una ruptura sentimental debido a la decisión del otro miembro de la pareja consiste en aceptar que la relación ha terminado.

Es habitual que en los primeros momentos aparezcan pensamientos y sentimientos de negación. Este hecho resulta altamente prevalente por la sencilla razón de que la persona no quiere que la relación termine.

Así pues, tal y como sucede con muchos otros aspectos de la vida, la primera reacción suele caracterizarse por rechazar una realidad que no se desea y que no permite cumplir las necesidades personales.

Sin embargo, prolongar la negación puede resultar altamente complejo. Ante una ruptura sentimental es indispensable que la persona desarrolle un proceso de duelo sano y adaptado, y esto no se puede conseguir si no se supera la primera fase de negación.

2- Distribuye la culpa

Otro elemento importante a tener en cuenta en los momentos iniciales de la ruptura consiste en evaluar y distribuir la culpa de una forma razonable y equitativa. De forma general, cuando a alguien le dejan, el sentimiento de culpa suele centrarse única y exclusivamente en uno mismo.

Suele ser habitual que ante este tipo de situaciones la persona desarrolle pensamientos acerca de lo que ha hecho mal y los motivos por los cuales su pareja ya no le quiere.

No obstante, centrar la atención y analizar la situación de esta forma es muy peligroso. De hecho, resulta una procedimiento altamente autodestructivo que puede pasar factura con el paso del tiempo.

Y es que cuando alguien se auto-responsabiliza de decisiones externas pone en juego buena parte de su autoestima y de su estado emocional.

La culpa sobre lo que ha pasado debe analizarse de forma tranquila y razonada, sin dejar que los sentimientos desarrollados tomen el control absoluto del proceso.

3- Realiza el proceso de duelo

Más allá de la aceptación de la ruptura y de la distribución ecuánime de las responsabilidades, toda separación sentimental requiere la elaboración de un proceso de duelo.

En este sentido, si tu pareja te acaba de dejar, no puedes pretender superarlo de un día para otro y que los sentimientos de tristeza que experimentas desaparezcan de forma inmediata.

De hecho, esta es una práctica habitual cuando la ruptura sentimental va acompañada de sentimientos de rabia, enfado u odio hacia la ex-pareja. Sin embargo, este tipo de respuesta emocional suele volverse en contra.

Las personas que tratan de auto-convencerse de haber superado la ruptura con facilidad, en realidad están evitando el proceso de duelo y, por lo tanto, no están elaborando la pérdida.

Así pues, si experimentas una gran vorágine de sentimientos no te preocupes. Esta respuesta resulta normal e incluso beneficiosa. Tu yo de ahora lo tiene que pasar mal para que tu yo del futuro pueda superar por completo la ruptura.

4- No enmascares tus emociones

Una reacción típica que se desarrolla en las rupturas sentimentales, especialmente cuando quien ha tomado la decisión de terminar la relación es el otro miembro de la pareja, consiste en tratar de evitar las emociones.

Mucha gente cree que obviar los sentimientos de tristeza y pensar que todo va bien es la vía más rápida para superar la pérdida e iniciar una nueva vida.

No obstante, el funcionamiento psicológico de las personas resulta demasiado complejo como para encontrar soluciones tan sencillas ante situaciones delicadas como las rupturas sentimentales.

De hecho, enmascarar las emociones es una práctica que inhibe el proceso de duelo y, por lo tanto, impide superar la pérdida que se ha producido.

Así pues, resulta conveniente que en los momentos que lo necesites prestes atención y expreses las emociones y los sentimientos que estás experimentando.

Esto no quiere decir que se deben liberar las emociones sin ningún tipo de filtro y dejar que estas se apoderen del funcionamiento y del estado psicológico por completo, pero sí que implica la búsqueda de situaciones y momentos concretos en los que se pueda liberar la tensión acumulada.

5- Detecta tus pensamientos

Una vez han pasado los primeros momentos de la ruptura, donde todo resulta emocionalmente muy intenso e incontrolable, suele aparecer una etapa de mayor calma.

No obstante, esta etapa en la que quizá no se llora tanto y la desesperación ha menguado resulta altamente importante. En estos momentos la tristeza suele intensificarse y los sentimientos de culpa pueden tomar el control, por lo que resulta importante realizar un poco de trabajo psicológico.

Tienes que tener claro que tu estado de ánimo y tus emociones se encuentran moduladas principalmente por tus pensamientos. En este sentido, resulta conveniente que no dejes que tus pensamientos aparezcan constantemente de forma automática e incontrolable, y dediques algo de tiempo en detectar y analizar lo que piensas.

6- Analiza y modifica tus pensamientos

Una vez hayas detectado los pensamientos principales te darás cuenta que la mayoría de ellos están centrados en la ruptura. Así mismo, te percatarás que buena parte de tus pensamientos presentan un carácter negativo.

A pesar de que tener pensamientos negativos después de una ruptura sentimental resulta inevitable, es importante que estos sean lo más cuerdos y razonables posibles. En este sentido, suele ser beneficioso analizar con detalle qué es lo que se piensa con el objetivo de evitar pensamientos extremistas y poco razonables.

Desarrollar una cierta distancia entre lo que se siente y lo que se piensa suele ser de mucha ayuda. Una cosa son los sentimientos de tristeza y otra cosa es el análisis de la situación.

El estado emocional no debe gobernar por completo las opiniones y los pensamientos acerca de la ruptura.

7- Busca apoyo

Realizar el punto anterior puede constituir una tarea bastante compleja. En momentos en los que uno se siente mejor suele ser más sencillo analizar los hechos de forma razonable, pero cuando el estado emocional es intenso suele resultar más complejo.

Así mismo, ante un estado emocional neutro, un sólo pensamiento negativo acerca de la ruptura puede desembocar de inmediato en un seguido de emociones negativas y una visión catastrofista acerca de lo sucedido.

Por este motivo, resulta imprescindible buscar apoyo. Tener gente a tu alrededor que te acompañe durante el proceso de duelo ayuda a eliminar buena parte de los sentimientos de culpa, adoptar una visión más calmada acerca de la ruptura e incluso experimentar emociones positivas.

8- Evita los refugios emocionales

En contrapartida al punto anterior, suele resultar altamente dañino buscar elementos en los que refugiarse tras la ruptura. Hay personas que en esos momentos se centran únicamente en el trabajo o en otro tipo de actividades.

No obstante, en estos casos la conducta sólo persigue un único objetivo: evitar el proceso de duelo y la experimentación de sentimientos y emociones negativas.

Por este motivo, resulta desaconsejable refugiarse en el trabajo o en otros aspectos de la vida. La ruptura se debe elaborar y para ello es necesario permitir que la tristeza aparezca.

9- Busca distracciones

Aunque no es bueno refugiarse en actividades para evitar pensar y sentir acerca de la ruptura, sí que resulta muy beneficioso encontrar distracciones.

Tener ciertas actividades durante el día que te permitan experimentar sensaciones positivas constituye una de las principales fuentes de energía para superar la ruptura.

10- Busca alternativas

Finalmente, para superar una ruptura hay que tener en cuenta los aspectos más prácticos. Cuando uno tiene una relación, invierte una buena parte de su tiempo en hacer cosas con su pareja.

Esta situación cambia totalmente cuando la relación termina, por lo que resulta de vital importancia encontrar elementos que puedan sustituir las actividades que hacías con tu pareja.

Quedar más con los amigos, realizar más actividades con familiares o empezar actividades de ocio o de deporte nuevas suelen ser elementos de ayuda.

Referencias

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