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100 frases de Jean Paul Sartre sobre el amor, el exitencialismo y la vida


Jean-Paul Sartre (1905-1980) fue un escritor, crítico literario y filósofo francés, exponente de la corriente filosófica del existencialismo, del postmodernismo y del marxismo humanista.

Fue autor de numerosas obras, entre las que destacan la novela La náusea (1938), El Ser y la Nada (1943), El existencialismo es un humanismo (1945 y 1949), estas últimas de filosofía, y Qué es la literatura (1948) de crítica literaria.

Hemos hecho una selección de las mejores frases de Jean-Paul Sartre, quien fue galardonado con el premio Nobel en 1964, aunque lo rechazó. Fue pareja de la también filósofa francesa Simone de Beauvoir.

Las mejores frases de Jean-Paul Sartre

-Si te sientes solo cuando estás solo, estás mal acompañado.

-Hoy en día sabemos cómo se hace todo, excepto vivir.

-Depende exclusivamente de ti darle sentido a tu vida.

-El hombre es lo que decide ser por sí mismo.

-Para saber lo que vale nuestra vida, no está de más arriesgarla de vez en cuando.

-La vida deja de tener significado en el momento en que se pierde la ilusión de que es eterna.

-No somos más que nuestras propias decisiones.

-Puede que haya tiempos más bonitos, pero este tiempo es nuestro.

-La vida comienza al otro lado de la desesperación.

-Yo soy mi pensamiento, por eso no puedo parar. Existo porque pienso y no puedo dejar de pensar.

-No existe realidad alguna excepto en la acción.

-En cuanto al hombre se refiere, no me interesa lo que es, sino lo que es capaz de llegar a ser.

-El hombre está condenado a ser libre, ya que una vez en el mundo, es responsable de todos sus actos.

-La muerte es la continuación de mi vida sin mí.

-La vida no es más que una pasión inútil.

-Lo peor de que te mientan es saber que ni siquiera merecías la verdad.

-Las palabras son pistolas cargadas.

-La inexistencia yace oculta en el corazón de todo ser, como un gusano.

-En el amor, uno y uno es igual a uno.

-Tú eres tú, tu vida, y nada más.

-Parece ser que todo lo que sé sobre mi vida lo he aprendido de los libros.

-A lo largo de mi vida me he dado cuenta de que todos nuestros problemas provienen de nuestra incapacidad para utilizar un lenguaje claro y conciso.

-Amor mío, tú no eres “una cosa en mi vida”, ni siquiera lo más importante, porque mi vida ya no me pertenece, porque mi vida eres tú.

-Puedes coserte los labios o cortarte la lengua, pero, ¿puedes dejar de existir? ¿Acaso puedes dejar de pensar?

-Es más peligroso ser buen periodista que mal asesino.

-Cuanto más vacío esté el reloj de arena de nuestra vida, más claramente deberíamos ver a través de él.

-El compromiso es un acto, no una palabra.

-Todo lo que existe nace sin razón, prolonga su vida a pesar de la debilidad y muere por casualidad.

-Puede que sea inevitable. Puede que en realidad tengamos que elegir entre no ser nada o fingir lo que somos.

-No hay nada más importante que un libro. Para mí, la biblioteca es un templo, y la lectura una religión.

-¿Cree usted que yo cuento los días? Únicamente queda un día, uno que siempre se repite. Se nos da al amanecer y se nos quita al atardecer.

-Creer se resume en confundir las cosas con su nombre.

-Una vez que la libertad ha iluminado el corazón del hombre, los dioses no tienen poder sobre él.

-Uno solamente puede hacerse daño a través de otros. Nunca podemos dañarnos a nosotros mismos directamente.

-Es el deber de todo individuo hacer lo que quiera hacer, pensar lo que quiera pensar, no responder a nadie excepto a sí mismo, y cuestionar toda idea y a todo individuo.

-En el fútbol todo se complica con la presencia del equipo rival.

-La existencia es anterior a la esencia, y gobierna sobre ella.

-Quiero morir decentemente.

-Cuando comprendes los detalles de la victoria, es difícil distinguirla de la derrota.

-Únicamente somos importantes en nuestras decisiones.

-Tu juicio te juzga y te define.

-Jamás he tolerado la idea de que alguien espere algo de mí.

-La libertad es lo que haces con lo que se te ha hecho a ti.

-El objetivo del lenguaje es comunicar, impartir los resultados que uno ha obtenido. Mientras hablo, revelo una situación. La revelo a mí mismo y a otros, para poder cambiarla.

-Como todo soñador, confundí la decepción con la verdad.

-Odio a las víctimas que respetan a sus verdugos.

-Voy a sonreír, y mi sonrisa penetrará en tus pupilas, y sabe Dios en lo que se convertirá.

-He podido comprobar que el corazón humano está vacío y es insípido en todas partes excepto en los libros.

-Cuando los ricos se embarcan en una guerra, son los pobres los que mueren.

-El hombre está solo, abandonado en la Tierra, en medio de sus infinitas responsabilidades, sin ayuda, sin otro objetivo que el que se proponga.

-¿Por qué es tan importante que todos estemos de acuerdo?

-Cuando alguien ha esperado algo de mí, siempre he deseado hacer justamente lo contrario.

-Las tres en punto es siempre demasiado tarde o demasiado temprano para lo que quieres hacer.

-El hombre no podrá hacer nada de valor hasta que entienda que no puede contar con nadie excepto consigo mismo.

-La vida no tiene significado a priori. El significado de tu vida depende de ti, y el valor de tu vida no es nada sino el significado que elijas.

-¿Olvidarte? ¡Qué inmaduro! Te siento en mis huesos. Tu silencio me ensordece.

-Caras suaves y sonrientes en todas partes, pero perdición en sus miradas.

-No tiene sentido pensar en quejarnos, ya que nada externo ha decidido lo que sentimos, ni lo que vivimos, ni lo que somos.

-Supongo que es la pereza lo que hace que el mundo sea igual día tras día.

-El hombre tiende a contar su vida más que a vivirla. Lo ve todo a través de lo que cuenta, y pretende vivir su vida como si fuese una historia. Pero hemos de elegir entre vivir nuestra vida o contarla.

-Únicamente el que no está avanzando tiene tiempo para molestar.

-No puedo negar que Dios no exista. Pero tampoco puedo olvidar que toda mi existencia pide a gritos un dios.

-Existo, eso es todo. Y lo encuentro extremadamente desagradable.

-No sabemos lo que queremos y, sin embargo, somos responsables de lo que somos. Esa es la verdad.

-La existencia es una imperfección.

-El no quedar atado a mis propias palabras hace que mis pensamientos estén borrosos la mayor parte del tiempo. Es por ello que los olvido casi de inmediato.

-Las personas que viven en sociedad han aprendido a verse a sí mismas en los espejos como son vistas por sus amigos. Yo no tengo amigos, ¿será por eso que me veo tan desnudo?

-El hombre está condenado a ser libre porque no se creó a sí mismo, sino que fue puesto en este mundo.

-Nada pasa mientras vivimos. El escenario cambia, las personas vienen y van. Eso es todo.

-No existe un principio de nada. Los días se amontonan unos detrás de otros sin orden ni concierto. Una interminable y monótona adición de días.

-En el momento de la muerte, nuestra vida siempre está completa.

-El hombre no es tanto la suma de lo que tiene, sino más bien la suma de lo que no tiene; de lo que podría tener.

-La consciencia que dice “yo existo” no es la consciencia que piensa.

-No juzgamos a las personas que amamos.

-La generosidad no es más que el deseo de poseer. Todo lo que se abandona, todo lo que se da, se disfruta muchísimo más al regalarlo. Dar es disfrutar posesivamente de aquello que se da.

-Existen dos tipos de pobres: los que son pobres juntos y los que son pobres solos. Los primeros son los verdaderos pobres, mientras que los segundos son ricos que no han tenido suerte.

-Ningún término finito tiene sentido sin un punto infinito de referencia.

-La política es una ciencia. Con ella puedes demostrar que tú tienes razón y que otros están equivocados.

-Cada vez estás más cerca de convertirte en el cadáver que serás y aun así, te sigo amando.

-Me encuentro solo en medio de voces felices y razonables. Todas esas personas pierden su tiempo explicando y reafirmando que están de acuerdo unos con los otros. Yo me pregunto: ¿por qué es tan importante pensar las mismas cosas todas juntas?

-Comenzar a amar a alguien es como crear una gran empresa. Tienes que tener energía, generosidad y ceguera. Incluso puede haber un momento al comienzo en el que tienes que saltar a través de un abismo y si lo piensas demasiado, no lo haces.

-Yo soy la única persona a través de mis pensamientos que me aparto de la nada a la que aspiro.

-El hombre no puede hacer nada a menos que haya comprendido primero que no debe contar con nadie más que consigo mismo. El hombre está solo, abandonado en la tierra, en medio de sus responsabilidades infinitas y sin ayuda.

-Lo que las personas que destinan su vida a la universidad y a la investigación deberían de aprender es a poner todo su esfuerzo en aprender todas las técnicas universales para el servicio de la sociedad de masas.

-Solo son los actos los que deciden sobre lo que se ha querido.

-Es un hondo aburrimiento, muy profundo. La verdad es que el corazón profundo de la existencia es el mismo asunto del que yo estoy hecho.

-La conciencia siempre puede trascender al existente, no hacia su ser, sino hacia el sentido de este ser.

-Muchos de los hombres saben, en efecto, que el objetivo de su búsqueda es en realidad el “ser” y en la medida en que poseen este conocimiento, esquivan apropiarse de las cosas por sí mismas e intentan realizar la apropiación simbólica del “ser-en-sí” de las cosas.

-Por lo tanto, no tiene ningún tipo de sentido el pensar en quejarse, porque no existe nada extraño que se haya encargado de decidir lo que sentimos, lo que vivimos o lo que somos.  

-Puedes callarte la boca, cortarte la lengua, pero, ¿puedes evitar existir? La verdad es que jamás podrás detener tus pensamientos.

-Entonces esto es lo más parecido al infierno. Jamás lo hubiera imaginado. ¿Recuerdas todo lo que nos dijeron acerca de las cámaras de tortura, el fuego y el azufre? ¡Son solo cuentos antiguos! No hay necesidad de ser fanático del rojo vivo, ¡el infierno son las otras personas!

-Muchas veces, esta es la razón que engaña a la gente: El hombre que es capaz de narrar cuentos, puede ver todo lo que le sucede a través de ellos e intenta vivir su propia vida como si estuviera contando una historia. Pero lo que realmente debes hacer es elegir: o vives o cuentas.  

-Te voy a responder a la pregunta que tanto te mortificaba: mi amor, no eres solo “una cosa en mi vida”, porque mi vida ya no me pertenece. Ahora tú, siempre eres yo.

-En aquel momento, ella sonrió y me dijo con gran emoción: “Brilla como un diminuto diamante” e intenta convertirte en un ser eterno.

-Con el transcurso del tiempo, nos transformamos en una libertad que elige, pero solo que escoge ser libre. Por esa razón, estamos condenados a la libertad.

-Jamás se puede volver hacia atrás más de lo que un disco puede girar en reversa. ¿Cuál es el motivo de todo lo que sucede? Pues, después de mucho analizarlo, me doy cuenta que me ha guiado hasta este momento.

-Me sentí en una soledad tan horrorosa que consideré el suicidio. Lo que me detuvo hacerlo fue la idea de que absolutamente nadie se lamentaría con mi muerte, y que al final de cuentas, estaría aún más solo en la muerte que en la vida misma.

-El cuerpo no está unido a la conciencia, es una percepción meramente psicológica.

-Al final, yo soy el arquitecto de mi propio ser, mi propio carácter y destino. No sirve de nada aparentar lo que podría haber sido, porque yo soy lo que he hecho, y nada más.

-La violencia no es un medio para llegar a un fin, sino una elección voluntaria para llegar al final, por cualquier tipo de medio.

-Ayuda a las demás personas a entender que la realidad sí cuenta y que los sueños, expectativas y esperanzas solo sirven para definir a un hombre como un sueño roto.

-Algunas veces se muere demasiado pronto o demasiado tarde. Sin embargo, toda la vida está completa y repleta de emociones en ese momento, recuerda tener en cuenta que tú eres tu vida y nada más.  

-Una llama es capaz de llamar en tu corazón. Por eso siento que cuando me encuentro solo, me apago.

-Solo llegamos a ser lo que somos mediante la negación íntima y radical de lo que han hecho de nosotros.

-Para mí no existen lunes ni domingos: solo hay días que pasan en desorden y luego observamos un rayo repentino como este.

-Cuando una aventura me sucede, me pregunto qué pasa conmigo mismo y el por qué estoy allí, muchas veces termino tan feliz como el héroe de una novela.

-Existe un universo detrás y delante de un libro. Sabes que el final se acerca cuando cierras el último libro y te preguntas: ¿y ahora, qué viene?

-Cualquier otra cosa sería mejor que esta angustia que cargo en la mente, de este dolor que muerde y que jamás duele lo suficiente.

-El principal objetivo del lenguaje es comunicarse para compartir con los demás los resultados que se han logrado.

-El hombre existe, aparece y solo después es capaz de definirse a sí mismo, porque al principio el hombre no es nada, solo después logrará ser algo y él mismo es el que se encargará de haber hecho lo que hará.

-Siempre estoy dispuesto a transformaciones repentinas porque solo después de un maravilloso día, puede producirse una verdadera revolución.