Nettie Stevens: quién fue, biografía y aportes a la ciencia
¿Quién fue Nettie Stevens?
Nettie Stevens (1861-1912) fue una importante científica y genetista de principios del siglo XX, conocida principalmente por ser una de las primeras investigadoras en describir y concretar las bases cromosómicas que determinan el sexo en las especies.
Stevens, natural de Vermont (Estados Unidos), también realizó numerosos aportes en el campo de la embriología, disciplina que estudia el desarrollo embrionario desde la concepción hasta el nacimiento; y en el campo de la citogenética, disciplina que abarca la función y el comportamiento de los cromosomas.
En 1905 publicó Studies in spermatogenesis with special reference to the “accessory chromosome”, obra con la que defendió su teoría de que los cromosomas son parejas de células donde el óvulo fecundado por un espermatozoide con la carga X da lugar a una hembra, y con la carga Y da lugar a un macho.
En esta obra se realiza una profunda investigación celular y cromosómica teniendo en cuenta a una especie de escarabajo, el Tenebrio molitor o gusano de la harina, como se le conoce comúnmente.
Biografía de Nettie Stevens
Nacimiento y primeros años
Nettie Stevens nació el 7 de julio de 1861 en Cavendish, un pequeño pueblo ubicado en el condado de Windsor, en Vermont.
Sus padres fueron Ephraim Stevens y Julia Adams, quienes tuvieron cuatro hijos contando a Nattie; sin embargo, los dos varones murieron a muy temprana edad, por lo cual sobrevivieron únicamente Nattie y su hermana Emma.
En 1865 falleció también la madre de Nettie. Poco después su padre volvió a contraer nupcias, por lo que la familia debió trasladarse a Westford, otro pueblo de Vermont ubicado en el condado de Chittenden.
Primeros estudios
En el pueblo de Westford, Nettie realizó sus estudios en una escuela del sistema de educación pública, donde la joven descubrió muy pronto sus inclinaciones académicas y sus habilidades científicas. De hecho, tanto Nettie como su hermana Emma destacaron por sus excelentes calificaciones y sus destrezas escolares.
Incluso en la escuela, llamada Westfield Normal School, Stevens logró completar un curso en dos años, cuando usualmente tomaba cuatro.
Al terminar sus estudios escolares, Nettie fue la primera dentro de su clase; junto con su hermana, fue una de las primeras mujeres en culminar la escuela en un período de 11 años, en 1880.
Formación universitaria
Su situación económica la forzó a trabajar a temprana edad como profesora de escuela: dio clases de latín, inglés, matemáticas, fisiología y zoología; además, fue bibliotecaria. Gracias a estos trabajos logró ahorrar cierta cantidad de dinero, el cual estuvo destinado desde un comienzo a financiar sus estudios universitarios.
A los 35 años logró matricularse en la Universidad de Stanford ubicada actualmente en California, cerca de San Francisco. Luego finalizó su maestría en 1900, cuya tesis doctoral se tituló Studies on Ciliate Infusoria y fue su primer trabajo publicado.
Los cromosomas y la determinación del sexo
Desde 1903 desarrolló una investigación sobre la relación existente entre los cromosomas para determinar el sexo; por lo tanto, decidió solicitar una beca para así poder llevar a cabo su estudio.
Gracias a su excelente historial académico, le fue otorgado el subsidio económico; esto permitió que en 1905 Nettie pudiera publicar su importante trabajo titulado Studies in spermatogenesis with special reference to the accessory chromosome, en el cual logró constatar que los cromosomas existen como estructuras parejas dentro de nuestras células.
Fallecimiento
Nettie Stevens falleció el 4 de mayo de 1912 a los 51 años en el hospital Johns Hopkins, ubicado en Baltimore, a causa de un terrible cáncer de mama.
Fue enterrada junto con su padre Ephraim y su hermana Emma en el cementerio de Westford, Massachusetts. Su carrera científica solo abarcó nueve años de su vida.
Aportes
Método de investigación
Los descubrimientos de Stevens son admirables por muchas razones; una de estas consiste en que la investigadora realizó un estudio metodológico claro y conciso, cuyas observaciones contaron con una descripción detallada y rigurosa.
Además, sus interpretaciones contaron con una notable lucidez, en una época en la cual todavía no se manejaba del todo el mendelismo, teoría genética basada en las leyes de Mendel correspondiente a la transmisión hereditaria en los seres vivos.
Las investigaciones de Stevens permitieron dar un paso adelante en el desarrollo de los conocimientos biológicos, ya que la autora consiguió atacar un área clave sobre lo que se desconocía de los cromosomas y cómo se determinaba el sexo.
Enfoques anteriores al trabajo de Stevens
En el siglo XIX se presentaron diferentes enfoques teóricos sobre cómo se determina el sexo en los seres vivos. Algunos de estos eran los siguientes:
Enfoque externalista
Esta teoría explicaba que el sexo de los individuos era determinado por condiciones ambientales, las cuales influían en el desarrollo del embrión o del huevo, dependiendo de la especie.
Enfoque internalista
En este caso, se argumentaba que el sexo era determinado por factores que ocurrían dentro del mismo huevo o embrión.
Enfoque hereditarista o mendeliano
El sexo se determina en la fecundación y por la fecundación; sin embargo, su surgimiento es de carácter hereditario.
Cromosomas X y Y
Stevens pudo corroborar que dentro de las células somáticas de la hembra existen veinte cromosomas grandes; es decir, diez parejas mayores. Las células somáticas son aquellas que se encargan del crecimiento del tejido y de los órganos existentes en cualquier ser vivo.
En cambio, dentro de las células somáticas del macho, existen diecinueve cromosomas grandes y uno pequeño, lo que quiere decir que en total almacena nueve pares de cromosomas grandes, y una formada por uno pequeño y otro grande.
Hombre como determinante del sexo
En otras palabras, Stevens se percató de que los espermatozoides son los que determinan el género de la especie, ya que estos pueden almacenar un cromosoma más pequeño o diez parejas de cromosomas del mismo tamaño.
Pudo establecer que si un espermatozoide contiene las diez parejas de cromosomas de igual tamaño, el embrión será hembra; pero si el espermatozoide contiene 9 parejas de cromosomas iguales y una pareja de menor tamaño, el embrión será macho.
Para diferenciar unos cromosomas de los otros se decidió clasificar a los espermatozoides en dos partes: se puede decir entonces que hay espermatozoides que tienen el cromosoma X (es decir, los que proveerán una hembra) y aquellos espermatozoides que cuentan con el cromosoma Y (es decir, los que fecundarán un macho).
Este descubrimiento tuvo un gran impacto en el mundo científico.
Reconocimiento
No obstante la importancia del descubrimiento de Nettie, este no fue aclamado como se debió al momento de su publicación. De hecho, los hallazgos de Stevens no recibieron la atención necesaria sino hasta 1933, cuando los conocimientos genéticos habían logrado avanzar un poco más.
Se cree que esta falta de reconocimiento se debió a que el significado biológico de los cromosomas sexuales no se pudo apreciar como era debido sino hasta muchos años después de su muerte. Además, debido al contexto histórico, el hecho de ser mujer la colocaba por debajo de sus colegas masculinos.
Fue la asistente de Thomas Hunt Morgan, un reconocido genetista, y el mismo año en que ella publicaba su máxima obra, también Edward Beecher Wilson, que ya conocía sus investigaciones, llegaba por su cuenta a resultados similares. Wilson ya era un biólogo con una gran trayectoria.
De hecho, él reconoce en una carta a la revista Science que sus hallazgos concuerdan con los de ella. Sin embargo, fue a Wilson a quien reconocieron como autor de este descubrimiento.
Aunque Stevens había recibido apoyo de varias instituciones científicas durante su investigación, la autora no obtuvo ningún reconocimiento o recompensa material por los resultados de su trabajo. De hecho, al comienzo la obra de Nettie fue dejada de lado por el Bryn Mawr College.
Fue solo en 1912 cuando este instituto decidió crear un cargo de profesora investigadora especialmente para ella; sin embargo, Nettie no llegó a ejercer este puesto ya que falleció poco tiempo después ese mismo año.
Controversias
Cuando se lee o se investiga sobre la forma en la que se determina el sexo, en la mayoría de los manuales o enciclopedias de biología se le suele atribuir dicho descubrimiento del “cromosoma accesorio” a personajes importantes como Morgan.
De igual forma, también se le atribuye a Wilson la interpretación de los cromosomas sexuales, dejando de lado el nombre de Stevens.
En el mejor de los casos se suele hablar de que dicho descubrimiento fue llevado a cabo por Wilson y Stevens, lo que hace pensar a los lectores que ambos científicos trabajaron juntos, siendo Nettie asistente de Morgan.
Sin embargo, aunque Wilson realizó investigaciones sobre cromosomas sexuales en los insectos al igual que Steven, publicando ambos en la misma fecha (1905), el trabajo de Wilson se desvía de la teoría mendeliana, mientras que el trabajo de Stevens tuvo dicha teoría como influencia.
En otras palabras, se dejó de lado el nombre de Stevens ya que, para aquel entonces, Wilson poseía una merecida fama como investigador y una notable carrera científica.
A pesar de esto, en la actualidad se intenta reivindicar el trabajo y los hallazgos de Nettie Stevens, siendo una de las mujeres más reconocidas en el mundo de la ciencia.
Referencias
- Echeverría, I. (2000) Nettie Maria Stevens y la función de los cromosomas sexuales. Recuperado de DigitalCSIC: digital.csic.es
- Santesmases, M. (2008) Mujeres, biología, feminismos: un ensayo bibliográfico. Recuperado de DogtalCSIS: digital.csic.es
- Bailey, M. (1981) Nettie Maria Stevens (1861-1912): Her Life and Contributions to Cytogenetics. Recuperado de Jstor: jstor.org
- G, Brush (1977). Nettie M. Stevens and the Discovery of Sex Determination by Chromosomes. Recuperado de The University of Chicago Press: journals.uchicago.edu
- H. Morgan (1904) Experiments on polarity in Tubularia. Recuperado de Wiley Online Library: onlinelibrary.wiley.com