Conceptos y definiciones

Erística: objeto de estudio y autores


La erística es muchas veces considerado con un arte que se basa en obtener la razón de una discusión. Es un proceso en el que los interlocutores de una conversación forman parte de una discusión que no llega a resolver ningún asunto o en la que nadie se pone de acuerdo.

Es un recurso muy utilizado en la literatura y que en algunas ocasiones se le asocia con un proceso que genera desacuerdos. Tiene que ver con la filosofía, aunque la mayoría de las veces se centra casi de forma exclusiva en el estudio retórico de la argumentación.

Platón estableció las diferencias entre erística y dialectos. Fuente: Glyptothek [Public domain], vía Wikimedia Commons.

El término erística tiene su origen en el idioma griego. Nace del vocablo ‘eris’ que a su vez quiere decir generar problemas o pelear. Los sofistas fueron sus principales exponentes. Importantes filósofos de épocas antiguas no tomaron muy en cuenta esta definición, como fue el caso de Platón, quien menospreció este recurso.

La erística ha evolucionado con el paso del tiempo y también se ha llegado a utilizar este concepto para definir a cierto tipo de argumentos falaces.

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Objetivo de la erística

Al estudiar la forma en la que se utiliza la erística, se puede determinar cuál es la función que cumple este recurso dentro de la retórica. La idea es plantear ideas o argumentos que permitan alargar una discusión; es decir, son planteamientos que no ayudan a resolver un problema o la falta de consenso sobre un tema.

Los sofistas fueron los primeros en estudiar y utilizar los argumentos erísticos, pero hoy en día se utilizan en una gran cantidad de situaciones. Es muy habitual que la erística se presente en arengas o discusiones políticas, así como en diferentes publicaciones literarias.

La idea casi siempre se basa en enredar al rival.

Características

Las discusiones o argumentos erísticos poseen ciertas normas aunque incentiven el conflicto. Para empezar los interlocutores deben alternar sus intervenciones en este tipo de debates.

Tiene que existir algún tipo de colaboración o contribución entre los participantes, pero solo a niveles casi imperceptibles. El objetivo es tener la razón en el diálogo que se mantiene. Los argumentos se usan para hacer pasar el tiempo, ya que no hay ningún tipo de interés en descubrir algo, mostrar una verdad o resolver algún problema o pregunta.

Autores

Varios autores trataron en sus obras sobre la erística. Platón, por ejemplo, fue un detractor del movimiento sofista, por ende siempre fue contrario a este tipo de técnica. Fue partidario más bien de la dialéctica. Mientras que Aristóteles dejó plasmado en sus escritos el papel de Eutidemo en la creación de la erística.

El filósofo alemán Arthur Schopenhauer (1788-1860) enunció 38 tipos de engaños que se podían realizar y que se pueden considerar como técnicas erísticas. Lo hizo en la obra Dialéctica erística o el arte de tener la razón (1864).

En épocas más recientes, Terence Henry Irwin, un filósofo inglés, también dio su opinión sobre este tema.

Dialéctica erística

La obra de Schopenhauer no fue una publicación muy extensa y apareció luego de la muerte de su autor gracias a un filósofo polacos de la época.

Llegó a exponer más de 30 tipos de engaños que se podían hacer gracias a la retórica y que eran considerados erísticos. El uso de cualquiera de estas artimañas podía ayudar para que uno de los interlocutores de la discusión tuviera éxito.

Eso sí, la verdad no era un fin que se quiso buscar con estas herramientas, la idea simplemente era conseguir la victoria en la confrontación de ideas.

De esta forma, Schopenhauer expuso que en una discusión alguien podría beneficiarse de recursos como la exageración de las cosas, de no plantear la conclusión para que el interlocutor rival tuviera que aceptar las premisas expuestas o de inducir al otro para que admitiera como válidos los pensamientos del emisor.

En muchas ocasiones son métodos que se enfocan en confundir al otro participante de la discusión. Si logra aceptar alguna de las ideas expuestas ya se considera que está perdiendo la confrontación.

Schopenhauer también nombró la importancia de hacer comparaciones, de concluir cosas de forma rápida. Además apeló a los sentimientos cuando habló de impacientar al contrario y de hacer que se molestara. De igual forma expuso que el público presente podía tener un papel relevante.

La enseñanza de la erística

Los hermanos filósofos de la Antigua Grecia, Eutidemo y Dionisodoro, le dieron fama a la erística como un instrumento para poder educar a las personas. Se basó en el planteamiento de diferentes interrogaciones que debían ser respondidas.

En este caso la respuesta solía ser lo de menos, lo importante era aprender a contradecir u oponerse a lo que era respondido. Las ideas de estos hermanos sofistas apareció en una de las obras de Platón, aunque no fue partidario de ellas.

Platón se inclinó más por la técnica de lo dialéctico. No consideró a la erística como una forma adecuada para cuestionar a otros. Llegó a pensar que simplemente se usaron unas premisas que no eran verdaderas de manera intencionada. Para Platón, esta ausencia de argumentos verdaderos le restó credibilidad a la discusión y al emisor del argumento.

Isócrates, más conocido por su rol como orador y vinculado con los sofistas, solían mezclar las ideas de la erística con la dialéctica. No fue una herramienta que explicó como educador porque creyó que socialmente no era relevante. Lo falaz de los argumentos usados lo llevó a pensar que quienes emplearon la erística no estaban comprometidos con la sociedad.

Comparación entre erística y dialéctica

En sus escritos, Platón llegó a asegurar que existen diferencias entre el significado y la función de erística con la dialéctica. El aspecto más importante en este sentido es que la erística no distingue entre los temas que se discuten, no tiene ningún tipo de clasificación. La dialéctica, por su parte, se enfoca en la buscar la verdad. No compara argumentos.

Ambas se consideran como técnicas que tienen los seres humanos para hablar.

Diosa

La erística se asocia con un personaje importante: la diosa Eris, o en algunos casos también denominada como Éride. Es una deidad que está asociada con la discordia. 

Según la mitología griega Eris y Ares eran familia, específicamente hermanos. 

Referencias

  1. Gallagher, B. (1965). Controversy: eristic and heuristic. [New York]: [City College of the City University of New York?].
  2. Reames, R. (2018). Seeming and being in Plato’s rhetorical theory. Chicago: The University of Chicago Press.
  3. Walton, D. (1996). Arguments from ignorance. University Park, Pa.: Pennsylvania State University Press.
  4. Walton, D. (1998). The new dialectic. Toronto: University of Toronto Press.
  5. Walton, D. (1999). One-sided arguments. Albany (N.Y.): State University of New York Press.