Historia

¿En que período aparecieron las lanzas para caza mayor?


Las lanzas para caza mayor aparecieron entre el período paleozoico y el mesozoico. Son probablemente las armas más antiguas del hombre, y posiblemente también una de sus primeras herramientas.

La lanza evolucionó durante cientos de miles de años. Pasó desde un simple palo con la punta afilada, hasta un equilibrado proyectil para defenderse, convirtiéndose en el arma de mano más efectiva para caza mayor.

La historia de la lanza se remonta a antes que el hombre sea como es hoy, al tiempo de los primeros homínidos, donde dominó la caza mayor, e impuso las reglas en los campos de batalla de la historia y la prehistoria.

Esta historia tiene mucha importancia para el estudio de la evolución biológica, social y cultural del ser humano.

Las lanzas se pueden identificar por dos categorías, la lanza de estoque, y la arrojadiza. La de estoque es el arma con filo más efectiva de todos los tiempos, la antecesora del cuchillo. Era para protección personal contra los animales salvajes.

Fue la primera arma que le permitió al hombre enfrentar a un depredador con posibilidades de sobrevivir. Las que son para caza mayor son arrojadizas. 

Paleozoico y mesozoico

Según Carleton Coon (antropólogo norteamericano, 1904-1981), la aparición de la lanza se remonta a 250.000 años atrás.

Se ha hallado una lanza completa hecha de tejo dentro de un elefante de colmillo recto en Alemania. Se calcula su antigüedad en 115.000 a 125.000 años.

Pero en 1995, el Dr Hartmut Thieme halló en Schöningen, Alemania, ocho lanzas increíblemente bien conservadas de entre 300,000 y 400.000 años de antigüedad. Los restos de animales encontrados en el sitio, indican que sus creadores eran artesanos bien calificados.

Aunque no se encontraron restos humanos en el mismo sitio, es de notar que estaban bien adaptados para la caza mayor.

Las lanzas halladas eran del tipo arrojadizo, de alrededor de dos metros de largo, talladas en abeto. Las puntas eran anchas, donde la madera es más fuerte, cerca de la raíz, con final más delgado y afilado.

Estas lanzas eran armas muy pesadas, lo que lleva a deducir que quienes las usaron eran de una raza de contextura fuerte.

Estas son las lanzas más antiguas que se han encontrado hasta la actualidad. En el contexto arqueológico en que se hallaron, todo indica que se utilizaban para cazar caballos. 

En el lugar se halló lo que posiblemente haya sido una chimenea, lo que indicaría que las personas que las utilizaban podían pensar, planear o vivir en comunidad.

En 1911 se halló una punta de lanza en Clacton, Inglaterra, que dataría de la misma época que las de Alemania.

Los humanos primitivos

Los primitivos humanos no eran cazadores formidables, sino más bien presa fácil. La propia fisonomía del hombre dice que no podía correr rápido, cavar para esconderse, y no poseía garras para poder luchar y defenderse.

Para los depredadores eran una presa fácil y conseguida sin mucho esfuerzo. Debido a que las primeras lanzas para caza mayor eran confeccionadas de madera, sin agregados de otro material más perecedero, no han sobrevivido al paso del tiempo.

Se cree que las primeras se utilizaron para la “caza” de peces como arma arrojadiza. Estar cerca de mares o ríos le daba al hombre un lugar donde protegerse en caso de ataque.

Referencias

  1. “La lanza: un arma efectiva desde la antigüedad”. En Robert E. Dohrenwend (2007). Recuperado en Setiembre 2017 de Robert E. Dohrenwend: revpubli.unileon.es
  2. “ÁFRICA Y OESTE EURASIÁTICO: HOMO HEILDELBERGENSIS”. En Aprende en Línea (Abril 2016). Recuperado en Setiembre 2017 de Aprende en Línea: aprendeenlinea.udea.edu.co
  3. “Prehistoria” En Historia de las Ciencias y las Técnicas. Recuperado en Setiembre 2017 enHistoria de las Ciencias y las Técnicas: oei.es.