Psicología

Benjamin Bloom: biografía, pensamiento, taxonomía, aportes


Benjamin Bloom fue un psicólogo educativo estadounidense nacido en febrero de 1913 y fallecido en septiembre de 1999. Fue una de las figuras más importantes del siglo XX dentro del campo de la psicología de la educación, especialmente gracias a sus aportaciones sobre la clasificación de objetivos educativos.

Bloom investigó sobre cómo influyen los entornos educativos y familiares en el logro de los objetivos de la enseñanza, y en la maestría en este ámbito. Además, dividió los objetivos educacionales en tres campos: afectivos, psicomotores, y cognitivos. Su intención con esta taxonomía era ayudar a que el sistema educativo se centrase en los tres ámbitos.

La taxonomía de Benjamin Bloom ha tenido una gran influencia en el ámbito de la educación formal. Al contrario que otras clasificaciones, la suya es jerárquica. Esto significa que según él, para adquirir un conocimiento situado en la parte más alta de la escala, primero es necesario dominar los que se encuentran en pasos anteriores.

Por otro lado, Bloom también realizó varias investigaciones sobre la maestría en el aprendizaje. Entre otras cosas, demostró que la clave para conseguir el éxito no es la existencia de una gran capacidad intelectual innata, sino el esfuerzo constante y las oportunidades que se le presentan a la persona.

Índice del artículo

Biografía

Benjamin S. Bloom nació el 21 de febrero de 1913 en Lansford (Pensilvania), una ciudad de los Estados Unidos. Desde su infancia, aquellos que le conocían decían que tenía una gran curiosidad por el mundo que le rodeaba, y empezó a investigar sobre diferentes temas mediante la lectura desde muy pequeño.

Bloom era lo que hoy se considera un niño de altas capacidades. Aprendió a leer con muy corta edad, y era capaz de entender incluso textos muy complejos y acordarse de todo aquello que leía. En su ciudad natal, tenía fama de sacar libros de la biblioteca pública y devolverlos en el mismo día, tras haberlos leído en unas pocas horas.

Después de graduarse en el instituto, se inscribió en la Universidad de Pensilvania, en la que consiguió un graduado y un máster. Más adelante, realizó su doctorado en educación en la Universidad de Chicago, consiguiendo el título en 1942. Desde 1940 hasta 1943 perteneció al comité de exámenes del centro, y más adelante se convirtió en examinador.

Al mismo tiempo que desempeñaba esta tarea, Benjamin Bloom se dedicó también a impartir clases sobre educación y a realizar investigaciones sobre este tema. Su principal objetivo era descubrir la mejor manera en la que la educación podía ayudar a las personas a desarrollar todo su potencial, tarea a la que se dedicó durante sus años de docencia.

Su fama en el campo de la educación no dejó de crecer durante toda su vida, llegando a ser consejero para gobiernos de países como la India e Israel. En 1999, con 86 años de edad, Bloom falleció en su casa de Chicago, después de haber revolucionado la mayoría de teorías existentes hasta el momento sobre la educación.

Pensamiento

Benjamin Bloom se dedicó sobre todo al campo de la psicología educativa. Su objetivo era encontrar la mejor manera de desarrollar la excelencia humana, que él creía que tenía que adquirirse mediante el esfuerzo en lugar de ser innata como se pensaba hasta la época. La mayoría de sus estudios estuvieron relacionados con esta idea.

Así, además de su taxonomía de los objetivos educativos y su clasificación en cognitivos, afectivos y psicomotores (posiblemente su aportación más famosa), Bloom también estudió los diferentes factores que influyen en la maestría de una materia concreta, y desarrolló un modelo relacionado con el desarrollo del talento.

Por otra parte, Benjamin Bloom creía que los primeros cuatro años de vida de una persona son determinantes para la formación de sus capacidades cognitivas futuras. Debido a ello, trató de descubrir qué factores del ambiente, de la educación y de la crianza podían conseguir los mejores resultados durante este periodo tan importante.

Además de esto, Bloom creía que las diferencias en inteligencia y otros factores psicológicos no varían demasiado a partir de los primeros cuatro años de vida.

Aún así, para él la maestría en un área de conocimiento determinada no estaba relacionada con capacidades innatas, sino con un esfuerzo sostenido realizado a lo largo de muchos años.

Taxonomía

La Taxonomía de Objetivos educativos de Bloom es una clasificación de los diferentes objetivos y habilidades que los educadores pueden fijar para sus estudiantes. Bloom dividió todos los posibles objetivos de la educación en tres clases: afectivos, psicomotores, y cognitivos.

La Taxonomía de Bloom es jerárquica. Esto significa que, para adquirir los conocimientos más complejos de cada tipo, es necesario haber dominado los más sencillos. El objetivo de esta clasificación era ayudar a los educadores a ser más eficientes, y a centrarse en las tres áreas, de forma que la educación se volviese más holística.

A pesar de que Benjamin Bloom se centró sobre todo en la dimensión cognitiva, su taxonomía ha sido expandida más tarde para explicar mejor los conocimientos que se pueden alcanzar en las otras áreas.

Objetivos afectivos

Las habilidades de clase afectiva tienen que ver con la manera en la que una persona reacciona emocionalmente y su habilidad para sentir la alegría o dolor de otro ser vivo. Hoy en día, se relacionan estos objetivos con la inteligencia emocional, ya que tienen que ver con la consciencia de las propias emociones y las de los demás.

Los cinco niveles de objetivos afectivos son los siguientes: recepción, respuesta, valoración, organización, y caracterización.

Recepción

En el nivel más bajo de los objetivos afectivos, el alumno simplemente aprende a prestar atención. Se trata de la habilidad más básica en todo proceso de aprendizaje: si una persona es incapaz de controlar su atención, no puede adquirir nuevos conocimientos ni habilidades.

Respuesta

El siguiente paso implica que el alumno, después de haber recibido un estímulo, sea capaz de dar una respuesta de cualquier tipo.

Valoración

El tercer nivel de los objetivos afectivos implica que el alumno es capaz de otorgarle valor a un objeto, un fenómeno, o una información. En este punto, el estudiante comienza a ser capaz de motivarse por sí mismo.

Organización

En el cuarto nivel, el estudiante es capaz de organizar los valores, información e ideas que posee en relación con un esquema mental que se ha formado por sí mismo. De esta manera, por primera vez puede comparar, relacionar y elaborar aquello que ha aprendido, de tal forma que su conocimiento se hace cada vez más complejo.

Caracterización

En el último nivel del aprendizaje afectivo, el alumno ha sido capaz de desarrollar un aprendizaje, valor o creencia hasta tal punto que se ha convertido en un pilar fundamental de su personalidad. El resto de personas lo ven como una de sus características principales.

Objetivos psicomotores

Los objetivos psicomotores tienen que ver con la adquisición de habilidades y cambios en el comportamiento, o la capacidad de manipular herramientas o partes del cuerpo de formas concretas. A pesar de que Bloom nunca creó una clasificación específica por niveles, existen algunas desarrolladas más adelante por otros psicólogos.

Una de las más famosas es la de Harrow, que divide las capacidades psicomotoras en los siguientes niveles:

– Movimientos reflejos, es decir, reacciones innatas que no necesitan ser aprendidas.

– Movimientos fundamentales, como andar, o el movimiento de “pinza” con los dedos.

– Percepción, es decir, la capacidad de dar respuestas a estímulos visuales, auditivos, kinestésicos o táctiles.

– Habilidades físicas, relacionadas con movimientos más complejos del cuerpo como saltar, correr o trepar.

– Movimientos habilidosos, que incluyen todos aquellos relacionados con la manipulación de herramientas o la realización de movimientos finos.

– Comunicación no discursiva, o la capacidad de mostrar emociones y contenidos mediante el lenguaje corporal.

Objetivos cognitivos

Los objetivos cognitivos fueron los más desarrollados en la taxonomía original de Bloom. Tienen que ver con el conocimiento y la comprensión mental sobre diferentes materias. Son los más trabajados en la educación formal. Se dividen en seis niveles: conocimiento, comprensión, aplicación, análisis, síntesis y evaluación.

Conocimiento

El nivel más bajo consiste en la memorización de hechos, términos, conceptos y respuestas, sin necesidad de entenderlos.

Comprensión

Un paso más allá del simple conocimiento está la comprensión de las ideas que se han memorizado. Para ello, la persona tiene que ser capaz de interpretar, comparar y organizar los hechos que ha interiorizado, y relacionarlos con los que ya poseía.

Aplicación

Después de comprender, la persona debe ser capaz de aplicar sus nuevos conocimientos, pudiendo resolver problemas con ellos.

Análisis

El cuarto nivel implica el examen y descomposición de la información en sus partes más fundamentales, buscando entender las causas y los motivos ocultos de cada uno de los conocimientos adquiridos. También tiene que ver con la búsqueda de evidencia y la realización de inferencias y suposiciones.

Síntesis

El quinto nivel de la taxonomía cognitiva tiene que ver con la capacidad de compilar información de una manera novedosa, produciendo una nueva clasificación y relación entre los hechos que se han aprendido.

Evaluación

En el nivel más alto de esta taxonomía está la capacidad de presentar, evaluar y defender opiniones, examinando la validez de los hechos e ideas que se presentan y pudiendo formar un jucidio válido sobre los mismos.

Otros aportes

Además de su famosa taxonomía del conocimiento, Bloom también revolucionó las ideas que existían en su época sobre el talento y la maestría en un área determinada. En sus investigaciones, descubrió que para llegar a tener una gran habilidad en cualquier campo, el factor más determinante era el esfuerzo, y no las capacidades innatas.

Por otro lado, Bloom también descubrió que el entorno educativo de una persona hasta los cuatro años de edad determinará en gran medida sus capacidades más adelante. Por eso, realizó diversas investigaciones sobre cómo fomentar la inteligencia y la curiosidad de los niños más pequeños, que siguen siendo influyentes hoy en día.

Referencias

  1. “Benjamin Bloom – Biography” en: JewAge. Recuperado en: 01 Mayo 2019 de JewAge: jewage.org.
  2. “Benjamin Bloom” en: New World Encyclopedia. Recuperado en: 01 Mayo 2019 de New World Encyclopedia: newworldencyclopedia.org.
  3. “Benjamin Bloom, 86, a Leader In the Creation of Head Start” en: New York Times. Recuperado en: 01 Mayo 2019 de New York Times: nytimes.com.
  4. “Bloom’s Taxonomy” en: Britannica. Recuperado en: 01 Mayo 2019 de Britannica: britannica.com.
  5. “Benjamin Bloom” en: Wikipedia. Recuperado en: 01 Mayo 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.