Anatomía y fisiología

Istmo de las fauces: qué es, anatomía, funciones, enfermedades


¿Qué es el istmo de las fauces?

El istmo de las fauces o istmo orofaríngeo es la porción más estrecha y posterior de la cavidad bucal, que tiene forma irregular y establece la comunicación entre la cavidad bucal y la bucofarínge.

También se le denomina “orificio posterior de la boca”, algunas bibliografías asemejan su forma con la de una “M” y está circunscrito por la raíz de la lengua por abajo, los arcos palatoglosos a ambos lados y el borde libre del paladar blando con la úvula por arriba.

Está limitado por formaciones musculares que forman el aparato muscular del paladar blando (velo del paladar) y aseguran su movilidad, de ellos cuatro son pares y uno es impar.

Está caracterizado por contener el anillo de Waldeyer, un conjunto de estructuras compuestas de tejido linfático cuya función principal es la de defender las vías aéreas y digestivas mediante la activación de la respuesta inmune ante la presencia de patógenos en el área.

De las estructuras que conforman el anillo de Waldeyer, las amígdalas palatinas son las que se encuentran en relación directa con el istmo de las fauces.

Anatomía

Músculo tensor del velo del paladar

También llamado músculo periestafilino externo, se origina en la fosa escafoidea, en la base de la apófisis pterigoides del hueso esfenoides y en la cara anterolateral del cartílago de la trompa auditiva de Eustaquio.

De ahí se inserta a través de un tendón en forma de abanico en la parte anteromedial de la aponeurosis palatina, es decir, su terminación es submucosa.

Su acción es tensar lateralmente el velo del paladar, lo que produce la apertura del istmo de las fauces en la deglución y creando un tabique entre la orofaringe y la nasofaringe para oponerse al ascenso del bolo alimenticio hacia la nasofaringe.

Músculo elevador del velo del paladar:

También se le denomina músculo periestafilino interno, tiene su origen en la porción petrosa del hueso temporal y en la cara medial del cartílago de la trompa auditiva.

Se inserta con un tendón en forma de abanico por encima de la cara superior de la aponeurosis del paladar blando.

Su acción es elevar el velo del paladar y dilatar la trompa de Eustaquio. De esta forma favorece la apertura del istmo de las fauces en conjunto con el músculo tensor del velo del paladar, permitiendo la deglución.

Músculo palatogloso

Se le denomina también músculo glosoestafilino. Tiene su origen a través de dos fascículos en la raíz de la lengua; ambos fascículos se unen y se expande en el velo del paladar mezclándose con su homólogo del lado opuesto.

Su acción se basa en la elevación de la raíz de la lengua, desciende el velo del paladar y estrecha el istmo de las fauces a manera de un esfínter, que permite la masticación, la succión, así como el último tiempo de la deglución que proyecta el bolo alimenticio hacia el esófago.

Músculo palatofaríngeo

Recibe igualmente el nombre de músculo faringoestafilino. Se origina en el velo del paladar, por fibras que se encuentran posteriores al rafe medio y al músculo de la úvula. Entrecruza sus fibras con las del músculo elevador del velo del paladar.

Se inserta en la parte inferior del cartílago de la trompa auditiva y en el gancho de la apófisis pterigoides. Ambas inserciones se unen y forman un vientre muscular único, que penetra en el arco palatofaríngeo y termina en un fascículo faríngeo y un fascículo tiroideo.

Por su acción, al igual que la del músculo palatogloso, estrecha el itsmo de las fauces, acercando los arcos y aisla la parte inferior de la orofaringe de la nasofaringe.

Músculo de la úvula

Se le denomina también músculo palatoestafilino, se origina en la espina nasal posterior, termina en el vértice de la úvula palatina adherido a la cara posterior de la aponeurosis del velo del paladar. Por su acción eleva la úvula.

Funciones del istmo de las fauces

El istmo de las fauces tiene como función principal actuar como un regulador en diversas acciones de la orofaringe.

Su apertura impide que el bolo alimenticio ascienda a la nasofaringe durante el proceso de deglución, mientras que su contracción o cierre permite la masticación y la succión, así como el impulso en el último tiempo de la deglución para descender el bolo alimenticio al esófago.

Cuando hay apertura del istmo de las fauces como consecuencia de una contracción de los músculos elevador y tensor del velo del paladar, se favorece la libre circulación del aire desde la nasofaringe hasta el oído medio, contribuyendo a regular las presiones de aire entre ambos.

Es por ello que lo movimientos de deglución restablecen el equilibrio en la cavidad timpánica cuando éste ha sido perturbado.

Por ejemplo, en la sensación de “oído tapado” al subir o descender de grandes alturas debido a los cambios de presión, con la acción de “tragar” se realiza la apertura del istmo de las fauces y se reestablece el control en las presiones entre la nasofaringe y el oído medio, trayendo el “destapado del oído” como consecuencia.

Enfermedades relacionadas

Las patologías relacionadas con el istmo de las fauces, vienen dadas principalmente por las estructuras contenidas en el límite que el istmo señala, siendo de especial importancia las amígdalas palatinas.

El istmo en sí mismo no representa una patología descrita. En algunos felinos se le denomina “faucitis” a la inflamación de la mucosas gingival posterior, denominada comúnmente fauces en los mamíferos. Sin embargo, el término no es utilizado en el área de estomatología en humanos.

La hiperplasia de las amígdalas palatinas, representa la patología más frecuente relacionada con el istmo de las fauces. Producen disfagia, trastornos en la deglución, disminuye la movilidad velopalatina y puede producir ronquido nocturno.

En cuanto a la patología tumoral benigna presente en la orofarínge, se encuentra el fibroma que aparece en áreas de roce debido a fenómenos de irritación crónica y cuyo tratamiento es netamente quirúrgico.

Por otro lado, el papiloma es el tumor benigno más frecuente, secundario a la infección por el Virus del Papiloma Humano. Puede malignificarse aunque no es frecuente, y su resolución es de igual forma netamente quirúrgica.