Cultura general

Acto moral: concepto, características, elementos y ejemplos


¿Qué es un acto moral?

Un acto moral es una acción que realiza un ser humano de forma voluntaria y más allá de la satisfacción de necesidades naturales, que se considera buena siguiendo los códigos éticos y morales de una sociedad.

Las acciones humanas pueden dividirse en dos clases: las mecánicas y naturales (caminar, dormir, respirar, protegerse de un peligro físico, lavarse las manos, etc.); y las morales o éticas, es decir, aquellas que pueden ser libremente elegidas y que implican consecuencias positivas o negativas.

Ejercer o no la violencia, robar o denunciar un robo, usar o negarse a usar el tapabocas en una pandemia, copiarse del compañero en un examen, participar en las elecciones o no, son todas decisiones morales.

Al vivir en sociedad los seres humanos ejecutamos con frecuencia actos morales o éticos todos los días, pequeñas y grandes decisiones donde utilizamos nuestros valores y principios que no siempre coinciden con los de la sociedad en general.

Características del acto moral

El acto se ajusta a un código

Se considera que un acto es moral cuando se ajusta o va en contra de un código, una norma o un sistema de valores. Son códigos o sistemas de valores las leyes, las religiones, las normas sociales, la ética personal, etc.

Es un acto voluntario

El acto moral es un acto decidido voluntariamente, no impuesto. Alguien sometido a algún tipo de sumisión forzada, como la esclavitud, ve restringidas sus posibilidades de realizar un acto moral.

Es un acto individual

El acto moral implica una decisión individual. Aunque esta usualmente coincida con el grupo social al que se pertenece, puede ir a veces en contra de una mayoría.

La responsabilidad moral

Una acción moral genera responsabilidad moral por parte de quien la realiza. Somos responsables de cada una de las decisiones que tomamos, aunque a veces lo hagamos sin pensarlo.

El acto moral es racional y consciente

Generalmente hay motivos que empujan a la persona a actuar moralmente, y esta acción se elige de manera consciente, sabiendo cuáles serán las consecuencias.

Es parte de nuestra conducta personal

La acción moral es parte de nuestros hábitos y de nuestra conducta social. Como señalamos en la introducción, tomamos decisiones morales y realizamos acciones de este tipo todos los días.

Elementos de un acto moral

Un acto moral generalmente incluye los siguientes elementos: un motivo, un fin, un medio y las consecuencias.

Motivo o causa

Los motivos son aquellos que te impulsan a realizar un acto. Tras una acción moral hay causas que pueden ser conscientes o inconscientes. Motivos inconscientes pueden ser algún tipo de resentimiento, traumas infantiles, sentimientos de culpa o envidia, etc.

Los motivos conscientes pueden ser ideológicos (como la moral religiosa, el veganismo o la pertenencia a una militancia política), éticos (razones que te impulsan a buscar el bien), o cínicos (“si todo el mundo lo hace, ¿por qué no yo?”).

Fin u objeto

La acción moral generalmente tiene un objetivo: hacer un bien, evitar un mal, mejorar las condiciones de vida de alguien, obtener un beneficio personal o colectivo, etc.

El medio

El medio es el modo como se lleva a cabo el acto: a través de hechos o palabras, usando vías convencionales o atajos, de forma honesta o deshonesta. A pesar de la famosa frase que afirma que “el fin justifica los medios”, cada vez son más los que creen que los medios determinan el fin.

Esto quiere decir que con caminos incorrectos no se obtiene un logro correcto. El medio es tan importante como el fin.

Consecuencias

Son los resultados previstos o no de la acción moral. Más allá del objetivo previsto, toda acción moral genera consecuencias, que no siempre son las esperadas, y a veces pueden ser contrarias a lo esperado. De allí el dicho: “con buenas intenciones está empedrado el camino del infierno”.

Ejemplos de actos morales

Uso del tapabocas durante la pandemia

Durante la pandemia de Covid-19 se presentó una polémica en torno al uso del tapabocas en espacios públicos, causado por una minoría que se ha negado a usarlo.

Usar el tapabocas, más allá de las razones aducidas por los organismos de salud, se convierte en un acto moral, porque de esta manera nos aseguramos de no estarnos convirtiendo en un factor de contagio, y contribuimos al bienestar general.

Denunciar la violencia en la escuela

El bullying (acoso y violencia en la escuela), es uno de los problemas crónicos en muchas escuelas del mundo, que persiste porque los estudiantes se niegan a denunciar a los acosadores. Denunciarlos o no es un acto moral, más cuando el silencio convierte a los testigos en cómplices.

Devolver el cambio cuando te dan de más

Compras algo en una tienda, pagas y te dan cambio de más. Avisar al dependiente y devolver lo que te dieron de más es un acto moral que denota honradez y preocupación por los otros (considera que el faltante podría ser descontado al empleado).

Optar por la no violencia como forma de resistencia civil

En la primera mitad del siglo XX Mahatma Gandhi, el gran dirigente indio, logró el retiro de los ingleses y la independencia de su país sin necesidad de una guerra de liberación. La no violencia como forma de desobediencia civil es un acto moral porque evita hacer daño a otros, aunque pongas en riesgo tu propia vida.

Defender la libertad de culto y la tolerancia

Desde hace más de 500 años se lucha en la humanidad por garantizar la libertad de pensamiento, la libertad de cultos y el ejercicio de la tolerancia.

Es un acto moral defender estos derechos en todos los países, y estar atentos a fenómenos como el antisemitismo, la islamofobia o la persecución de cristianos y otras minorías religiosas en el resto del mundo.

No copiarse en un examen

Es un dilema de muchos estudiantes en el mundo, y uno de los primeros conflictos morales que enfrenta un joven. No copiarse en un examen es un acto moral porque implica honradez, respeto por el docente y por sí mismo.

Votar o abstenerse en unas elecciones

Votar o abstenerse son actos morales porque señalan nuestro grado de compromiso con la democracia y con la sociedad donde vivimos.

Otros ejemplos

  • Ayudar a personas mayores a cruzar la calle o llevarle comida a sus casas.
  • Ayudar a personas necesitadas que viven en la calle.
  • Curar o llevar al veterinario a un animal herido.
  • Devolver una cartera que se encuentra tirada en la calle.
  • Quedarse en el hospital con un amigo que se encuentra enfermo.
  • Apuntarse a una ONG para ayudar a personas con necesidades.
  • Ceder el asiento el autobús a una persona ciega o con otra discapacidad.