Jeffrey Dahmer: biografía, víctimas y perfil psicológico
Jeffrey Dahmer (el Carnicero de Milwaukee) fue un asesino en serie estadounidense que mató a 17 personas (adultos y jóvenes) durante 13 años consecutivos, desde 1978 y 1991. Uno de los elementos más característicos de Dahmer es que no solo asesinó a sus víctimas, sino que también tuvo relaciones sexuales con varios de los cadáveres y actuó como caníbal.
Entre los rasgos de Dahmer destacaban un atractivo físico llamativo, una imagen de hombre poco peligroso y una alta capacidad de seducción; gracias a estos logró despistar a la policía en varias oportunidades.
En 1991 fue capturado por las autoridades y se vio obligado a admitir sus crímenes. Recibió una condena que lo confinaba a 957 años de prisión y murió en la cárcel asesinado por otro de los presos del recinto. Dhamer fue uno de los primeros asesinos en serie que surgieron en Estados Unidos.
Índice del artículo
Jeffrey Dahmer Lionel vino al mundo el 21 de mayo de 1960 en Wisconsin, específicamente en la ciudad de Milwaukee. El padre de Jeffrey se llamó Lionel y ejercía funciones de farmacéutico; por esta razón toda la familia solía viajar a menudo.
La infancia de Jeffrey fue tranquila y apacible. Recibió cariño y afectos por parte de sus padres, y solía ir de pesca con su padre. Desde pequeño llamaba mucho la atención gracias a sus ojos azules, su cabello rubio y sus excelentes modales.
De niño, Jeffrey se caracterizó por ser bastante extrovertido y con mucha vitalidad. Tenía muchos amigos, le gustaba hacer bromas y tenía mucha curiosidad, especialmente hacia los animales.
Sin embargo, una vez creció un poco más Jeffrey se mostró mucho más tímido y cerrado; incluso fue rechazado por sus compañeros de clase luego de haber sido uno de los más populares.
En esta época Dahmer comenzó a tomar animales muertos de las calles, y luego los abría y deshuesaba con mucho placer. Así mismo, ya entrado en la adolescencia Dahmer fantaseaba con acostarse con hombres y luego asesinarlos; este interés explica la relación entre sexo y violencia que fue característica en Dahmer a lo largo de su vida.
Las constantes mudanzas de la familia comenzaron a crear en Jeffrey una sensación de inestabilidad y desarrolló miedo a ser abandonado. Dicho miedo llegó a formar parte de su vida de forma permanente.
Durante sus estudios de secundaria, la personalidad de Dahmer sufrió una transformación importante: de ser el chico gracioso de la clase pasó a ser el más introvertido y aislado.
Al graduarse de la secundaria, los padres de Dahmer decidieron divorciarse; esto de seguro tuvo un efecto negativo en él y contribuyó a la inestabilidad que ya era evidente en su comportamiento. De hecho, justamente luego de haberse graduado de la secundaria dio inicio a sus actividades criminales.
Dahmer tuvo la intención de ir a la universidad, pero reprobó todas las materias que estaba cursando y decidió abandonar. Posterior a esto se unió al ejército, pero también fue expulsado de esta institución, así que tuvo que retirarse.
El primer crimen de Jeffrey Dahmer tuvo lugar en el verano de 1978 y la víctima fue Steven Hicks. Justo en ese momento los padres de Dahmer se habían divorciado, el padre fue a vivir a un motel que quedaba cerca de su domicilio y la madre se mudó a Wisconsin junto con David, el hermano menor de Jeffrey. Jeffrey vivía solo.
La noche de su primer asesinato Jeffrey había salido a tomar unas cervezas. De regreso a su casa recogió a un hombre joven que estaba haciendo autostop y le invitó a su casa.
Una vez en el domicilio de Dahmer, Steven le indicó que debía irse y de inmediato Dahmer utilizó una mancuerna en su contra, con la que lo golpeó y estranguló. La primera reacción de Dahmer fue de pánico y, al no saber qué hacer, llevó el cadáver al sótano.
A la mañana siguiente Dahmer salió a comprar un cuchillo especial para cazadores y lo utilizó para abrir el vientre de Steven. Con las vísceras desbordadas en el suelo, Dahmer tuvo el impulso de masturbarse sobre estas.
Terminó despedazando el cuerpo y metiéndolo en bolsas negras para la basura. Llevó las bolsas a su coche, las metió en el maletero y se dirigió al basurero.
Dahmer excedió el límite de velocidad, lo que hizo que lo detuviera un policía. Le pidieron que abriera el maletero y preguntaron por las bolsas. Dahmer indicó que era basura que llevaba al vertedero, el policía tomó su palabra por cierta y no revisó nada más.
El joven Steven Toumi fue el segundo hombre asesinado por Dahmer. Previo a este episodio Dahmer había sentido impulsos por violar y matar a hombres de forma más intensa, pero había intentado frenar dichos impulsos a través de distintas estrategias.
Algunas de las acciones que llevó a cabo Dahmer fueron mudarse con su abuela, vincularse con la religión de forma activa y, cuando los impulsos eran muy intensos, robar un maniquí y utilizarlo para la masturbación.
Dahmer no pudo seguir conteniéndose y en 1986 fue a un bar gay, en donde conoció a Steven. Ambos salieron del bar hacia un hotel con la intención de tener relaciones sexuales.
Steven no estuvo consciente durante mucho tiempo, pues Dahmer puso somníferos en su copa y este quedó inconsciente.
Dahmer asegura que no recuerda absolutamente nada de lo ocurrido esa noche; solo indica que despertó en la mañana siguiente y observó el cadáver de Steven, que estaba severamente golpeado y con la cabeza guindando del borde de la cama.
De manera fría y controlada, Dahmer salió a buscar una maleta grande que tuviera ruedas. Metió allí el cuerpo de Steven y tomó un taxi que lo llevó al sótano de la casa de su abuela. En ese escenario violó, descuartizó y deshuesó al cadáver, y esta vez guardó el cráneo como recuerdo.
A partir de entonces Dahmer dejó de querer frenar sus impulsos asesinos y dio rienda suelta a sus deseos, incluso creando una especie de museo con partes de los cuerpos de varias de sus víctimas.
La tercera de víctima de Dahmer fue James Doxtator, quien tenía 14 años de edad. Su asesinato ocurrió en 1988 y el procedimiento fue similar al seguido con Steven Toumi.
Dahmer conoció a Doxtator en una parada de autobús, le ofreció dinero a cambio de sexo y posteriormente lo drogó y lo asesinó. En este caso Dahmer se quedó con el cuerpo por una semana completa y tuvo relaciones sexuales con el cadáver. Cuando el olor del cuerpo se hizo más fuerte, Dahmer lo descuartizó y desechó.
El cuarto asesinado por Dahmer fue Richard Guerrero, con quien llevó a cabo el mismo procedimiento que con su víctima anterior: abordó a Richard haciéndole un ofrecimiento sexual y luego le drogó. Este crimen ocurrió en marzo en 1988.
En 1989 Jeffrey pasó por un proceso judicial tras haber sido acusado de abuso de menores. En medio de dicho proceso tuvo lugar el siguiente acto criminal de Dahmer: el asesinato de Anthony Sears, a quien conoció en un bar.
Dahmer le ofreció a Sears una cantidad de dinero con la condición de que le acompañara a su casa y fuera su modelo para unas fotografías. Dahmer llevó a su víctima a casa de su abuela y allí lo estranguló, violó el cadáver y luego lo descuartizó.
En el proceso judicial se determinó que Dahmer era culpable por el cargo de abuso de menores, razón por la cual fue sentenciado. Sin embargo, al terminar su tiempo de condena Dahmer continuó con los asesinatos, que en total fueron 17.
En una ocasión Dahmer estuvo muy cerca de ser atrapado; fue en el proceso de asesinato de Konerak Sinthasomphone. Este joven era hermano del chico que fue víctima de abuso por parte de Dahmer, por quien el asesino había sido procesado.
Luego de someter a Sinthasomphone, Dahmer agujereo su cráneo varias veces e inyectó un tipo de ácido, lo que generaba un efecto de somnolencia en la víctima. Como consecuencia, su comportamiento se asemejaba al de un zombi.
Dahmer salió a comprar bebidas y Sinthasomphone logró escapar. Corrió desnudo por el vecindario y los vecinos llamaron a la policía. Dahmer se percató de lo que había ocurrido y logró convencer a los policías de que el joven trastornado era su pareja y que estaba en estado de ebriedad.
Sinthasomphone no podía articular muy bien debido al ácido que le había inyectado Dahmer, así que no pudo refutar el argumento del asesino. Lo que ocurrió entonces fue que los policías acompañaron a ambos jóvenes al departamento de Dahmer, creyeron por completo la historia del criminal y se fueron. Sinthasomphone murió ese día.
La última víctima fallida de Dahmer fue Tracy Edwards, en julio de 1991. Este hombre de 31 años de edad pudo salvarse debido a que escapó del departamento.
Edwards estaba esposado. Al huir interceptó a un coche de policía y les explicó lo que le había pasado. Los oficiales fueron al departamento de Dahmer para investigar y finalmente descubrieron las evidencias que le conectaban con todos los asesinatos que había cometido.
Entre estas pruebas destacaron cuerpos mutilados, manchas de sangre en las paredes, fotografías de cadáveres, torsos metidos en bidones con ácido, huesos varios y cráneos de 7 cuerpos humanos.
Jeffrey Dahmer fue atendido por varios psiquiatras y todos concluyeron que estaba enfermo. Como consecuencia de esto, Dahmer se declaró culpable pero con enajenación mental; la intención de esto fue lograr que Dahmer fuera recluido en una cárcel especial para personas con enfermedades mentales.
Finalmente dicha figura legal no pudo aplicarse, por lo que Dahmer fue tratado como un condenado regular, sin consideraciones por su estado psiquiátrico. Esto fue así porque se determinó que Dahmer era capaz de reconocer lo bueno de lo malo.
En un principio se declaró inocente, pero fue tal la avalancha de pruebas en su contra que tuvo que cambiar su declaración. El juicio duró 3 semanas y conmovió profundamente a toda la comunidad.
La estrategia de Dahmer fue recalcar su delicado estado mental, pero finalmente el jurado decidió que el asesino podía afrontar una condena en una cárcel. El juicio fue televisado y representa un hito en la historia contemporánea de Estados Unidos.
Uno de los momentos más esperados fue el discurso que el mismo Dahmer dio ante el jurado.
En su comunicación expresó de forma muy fría que sentía haber cometido los asesinatos de los que se le acusaba, que entendía a los familiares y que comprendía que le odiaran. Sus palabras no tuvieron efecto positivo en los miembros jurado, quienes le percibieron poco sincero.
La condena del tribunal ocurrió el 15 de febrero de 1992: Dahmer fue condenado a 957 años de cárcel (15 cadenas perpetuas). Dahmer debió cumplir su condena en el Columbia Correctional Institution, ubicado en Indiana.
Solo estuvo 2 años en dicho correccional, pues fue asesinado por otro preso; este hombre le golpeó varias veces con una barra de pesas hasta matarlo.
Jeffrey Dahmer fue un hombre muy complejo. Por un lado, tenía las características típicas de un asesino en serie (término que surgió más tarde, tomándolo a él como referencia principal), pero no tuvo episodios violentos en su niñez y adolescencia, que suelen ser desencadenantes para el tipo de conducta que presentó.
El mismo Dahmer no se consideraba sádico, pues aseguraba que no le interesaba torturar a sus víctimas: solo quería conseguir un compañero “zombi”, a quien pudiera controlar en todo momento.
Dahmer llegó a decir que la razón por la que descuartizaba a sus víctimas era para poder deshacerse de los cuerpos de forma sencilla, no era por el placer del desmembramiento.
En cuanto a su salud mental, antes de que iniciara su juicio hubo una polémica relacionada con si estaba lo suficientemente sano mentalmente como para comparecer en un tribunal ordinario o si debía ser recluido de inmediato en una institución psiquiátrica.
Finalmente, los médicos que examinaron su caso determinaron que sí podía ser juzgado de manera ordinaria, pues quedó claro que Dahmer podía reconocer entre lo bueno y lo malo; esto se evidencia en el hecho de que siempre intentó ocultar sus crímenes.
Una de las características de Dahmer es que fue alcohólico desde muy joven; ya en 1978, apenas saliendo de la secundaria, Dahmer sufría de alcoholismo. Los especialistas indican que esta condición pudo haber acelerado y profundizado la inestabilidad que demostraba desde edades tempranas.
Hubo dos grandes fracasos en la vida de Dahmer que tuvieron relación directa con el alcoholismo: cuando renunció a la universidad y cuando fue expulsado del ejército. Expertos señalan que estos episodios pudieron haber minado la moral de Dahmer y evitar que desarrollara su autoestima.
Dahmer mencionó en diversas ocasiones que sus acciones respondían a impulsos que no podía controlar. De hecho, estando ya en cautiverio indicó que la cárcel era el sitio ideal para él, dado que no le era permitido tomar alcohol ni tenía oportunidad de llevar a cabo asesinatos.
En esa época, la explicación que Dahmer dio a estos impulsos fue que el diablo lo poseyó y le obligó a cometer todos los crímenes, por lo que era un comportamiento que escapaba de su control.
- “Evaluating Jeffrey Dahmer” (2012) en Forensic Psychology Online. Recuperado en 8 octubre 2019 de Forensic Psychology Online: forensicpsychologyonline.com
- Ullman, J. “’I Carried it Too Far, That’s for Sure’” (junio 2016) en Psychology Today. Recuperado en 8 octubre 2019 de Psychology Today: psychologytoday.com
- Suazo, C. “Jeffrey Dahmer: el sádico descuartizador cuyo sueño era crear un novio ‘muerto viviente’” (2018) en Bio Bio Chile. Recuperado en 8 octubre 2019 de Bio Bio Chile: biobiochile.cl
- Montañez, T. “Ocho apuntes sobre Jeffrey Dahmer, el carnicero de Milwaukee” en Jot Down. Recuperado en 8 octubre 2019 de Jot Down: jotdown.es
- Grandío, A. “Jeffrey Dahmer: vida y crímenes del terrible ‘carnicero de Milwaukee’” en Psicología y Mente. Recuperado en 8 octubre 2019 de Psicología y Mente: psicologiaymente.org
- “Jeffrey Dahmer” en Wikipedia. Recuperado en 8 octubre 2019 de Wikipedia: wikipedia.org
- Álvarez, M. “El ‘Caníbal de Milwaukee’, un fanático de ‘Star Wars’ que buscaba parecerse al Emperador Palpatine” (2019) en La Vanguardia. Recuperado en 8 octubre 2019 de La Vanguardia: lavanguardia.com
- Goldman, D. “Clues to a Dark Nurturing Ground for One Serial Killer” en The New York Times. Recuperado en 8 octubre 2019 de The New York Times: nytimes.com