George Berkeley: quién fue, biografía, pensamiento, aportes y obras
¿Quién fue George Berkeley?
George Berkeley (1685-1753) fue un obispo, filósofo y científico irlandés, mejor conocido por su filosofía empirista, idealista y como uno de los más grandes filósofos del período moderno temprano. Desarrolló una filosofía conocida como idealismo subjetivo o inmaterialismo.
Además, fue conocido como uno de los críticos más brillantes de sus predecesores; especialmente de Descartes, Malebranche y Locke. Fue un metafísico famoso por defender el idealismo: es decir, todo (salvo lo espiritual) existe en la medida en que se pueda percibir por los sentidos.
Sus trabajos más estudiados, el Tratado sobre los principios del conocimiento humano y el Ensayo de la nueva teoría de la visión, así como De Motu y Siris, constituyeron escritos densos con argumentos que deleitaron en la época a sus contemporáneos filósofos.
Por otro lado, despertó gran interés por temas variados como la religión, la psicología de la visión, las matemáticas, la medicina, la moral, la economía y la física.
Si bien sus primeros lectores no lograron comprender a fondo sus obras, influyó años más tarde en el pensamiento del escocés David Hume y del alemán Immanuel Kant.
Biografía de George Berkeley
Primeros años y publicaciones
George Berkeley nació el 12 de marzo de 1685 en el condado de Kilkenny, Irlanda. Fue el hijo mayor de William Berkeley, un cadete de la noble familia de Berkeley. No se tienen registros claros de quién fue su madre.
Después de varios años de estudio en el Kilkenny College asistió al Trinity College en Dublín, a los 15 años. Luego, en esa misma institución, terminó sus estudios en 1707, donde obtuvo, además, el cargo de profesor de griego.
Berkeley incursionó en el mundo de la filosofía ese mismo año, comenzando a realizar anotaciones filosóficas, los también llamados “Comentarios filosóficos”. Estos proporcionaron una rica documentación en la evolución temprana de Berkeley como filósofo.
Los cuadernos filosóficos de Berkeley proporcionaron a los lectores la capacidad de rastrear el surgimiento de la filosofía idealista desde la respuesta crítica de Descartes, Locke, Hobbes y otros.
En 1709 publicó su primer trabajo importante, relacionado con las matemáticas, en el cual examinó la distancia visual, la magnitud, la posición y los problemas de la vista y el tacto. Si bien este ensayo generó una serie de polémicas, sus conclusiones ahora se aceptan como parte de la teoría de la óptica.
Un año después publicó el Tratado sobre los principios del conocimiento humano y en 1713 los Tres diálogos estre Hylas y Philonous.
Gira por Europa y regreso a Irlanda
Un año después, Berkeley visitó Inglaterra y fue recibido en el círculo de Addison, Pope y Steele. Entre 1714 y 1720, interpuso sus esfuerzos académicos realizando viajes extensos por Europa.
Mientras completaba su gira por el Viejo Continente como tutor de un joven, Berkeley compuso De Motu, un fragmento en el cual desarrolló sus puntos de vista sobre la filosofía de la ciencia y articuló un enfoque instrumentalista de la dinámica newtoniana.
Después de su gira, el irlandés regresó a su tierra natal y retomó su posición en el Trinity College. Paralelo a eso, en 1721 se ordenó sacerdote en Irlanda, obteniendo su doctorado en teología; de hecho, realizó varias conferencias sobre este tema.
En 1724, se retiró del Trinity cuando fue nombrado deán de Derry, cargo eclesiástico que preside el cabildo de la catedral, después del obispo.
Fue en ese momento cuando Berkeley comenzó a pensar en su plan de fundar una universidad en Bermudas, por lo que al año siguiente comenzó su proyecto de capacitar ministros y misioneros en la Colonia.
Aventuras en América
Tras obtener una carta y las promesas de financiamiento del Parlamento británico, Berkeley zarpó hacia América en 1728, acompañado de su esposa, Anne Forster, una mujer talentosa y bien educada que defendió la filosofía de su esposo hasta el día de su muerte.
Pasaron tres años en Newport, Rhode Island (Estados Unidos), donde compraron una plantación en Middletown. Se tienen referencias de que varias universidades estadounidenses, en especial Yale, se beneficiaron de la visita de Berkeley.
Mientras estuvo en América, Berkeley escribió Alciphron, una obra dirigida contra “los pensadores libres” a quienes consideraba enemigos del anglicanismo establecido.
Estando en Newport, trazó planes para la ciudad ideal que planeaba construir en Bermudas. Se mantuvo en la plantación esperando el dinero que le prometieron; sin embargo, el apoyo político se derrumbó, por lo que se vieron obligados a regresar a Gran Bretaña en 1731.
George Berkeley y Anne tuvieron seis hijos, de los cuales solo cuatro sobrevivieron: Henry, George, William y Julia; los otros dos murieron en la infancia.
Obispo de Cloyne
En 1734, Berkeley fue consagrado obispo de Cloyne, Dublín, y finalmente completó su nueva biblioteca. Además, su episcopado transcurrió sin ningún tipo de incidentes.
Luego, en 1737, tomó asiento en la Cámara de Lores irlandesa y un año más tarde publicó la obra titulada Un discurso a magistrados y hombres en autoridad.
La sede de Cloyne fue un hogar de culto y un centro social durante las epidemias. En 1744 publicó su obra titulada Siris, una serie de reflexiones filosóficas y un tratado sobre las virtudes medicinales del agua de alquitrán.
En agosto de 1752, George comisionó a su hermano, Robert Berkeley, como vicario general; luego, tomó una casa en Holywell con su esposa y dos de sus hijos (George y Julia) donde residió hasta su muerte.
Muerte
El 14 de enero de 1753 falleció y fue enterrado en la capilla de la Iglesia de Cristo.
Pensamiento de George Berkeley
Empirismo
El empirismo explica que el conocimiento se deriva de la experiencia, es decir, todo lo que el ser humano pueda saber proviene de una experiencia sensorial. Berkeley mantiene esa misma postura del empirismo, solo que con ciertas diferencias en algunos argumentos.
En tal sentido, el filósofo irlandés niega la existencia de sustancias materiales y dice que la existencia de sustancias depende de la percepción.
Para Berkeley cualquier cosa que se pueda percibir a través de cualquier sentido (color, dureza, olor, etc.) es una “idea” o sensación que no puede existir sin ser percibida.
Berkeley en varias de sus obras explicó tal argumento con ejemplos: los árboles y los libros son simplemente colecciones de “ideas” y, como tales, no pueden existir si no se tiene “la idea” en la mente.
Si bien algunas de las ideas del empirismo se alinearon con la idea principal de Berkeley en la cual establece que el saber proviene de una experiencia sensorial, para él existe una separación entre el mundo físico y el mundo mental.
Berkeley argumentó que la causa de las sensaciones no es causada netamente por la materia física; al contrario, la existencia de un árbol es una colección de ideas unidas a la mente humana. Si la mente no está, el árbol no existe.
Inmaterialismo o idealismo subjetivo
El inmaterialismo, también llamado idealismo subjetivo (nombre que se le asignó más tarde), consiste en una nueva versión metafísica que afirma que la realidad que los seres humanos pueden conocer es fundamentalmente mental, es decir, inmaterial.
Berkeley fue quien revivió el idealismo en la Europa del siglo XVIII empleando argumentos escépticos contra el materialismo.
Según la visión idealista, la conciencia existe antes y es condición previa de la existencia material; es decir, la conciencia crea y determina lo material, no al revés.
El idealismo cree que la conciencia y la mente son el origen del mundo material, y tiene como principal objetivo explicar el mundo existente de acuerdo a estos principios.
Para Berkeley, los materialistas se ven obligados a aceptar que los objetos realmente vistos y tocados tienen solo una existencia intermitente, que surge cuando se perciben y pasa a la nada cuando ya no se perciben.
En tal sentido, Berkeley respetó y entendió los principios materialistas, pero no los aceptó.
Aportes de George Berkeley a la filosofía y ciencia
Argumentos de la relatividad
En años anteriores, Locke había definido dos pilares fundamentales: la distinción entre cualidades primarias y cualidades secundarias y la postura materialista. En este sentido, Locke llegó a la conclusión de que se puede definir un objeto mediante sus cualidades primarias y secundarias.
Contrariamente, George Berkeley afirma, a través de un ejemplo, que el tamaño no es una cualidad de un objeto porque depende de la distancia entre el observador y el objeto, o del tamaño del observador.
Teniendo en cuenta que el objeto posee un tamaño diferente a los ojos de los observadores, entonces el tamaño no es parte de la cualidad de un objeto.
Posteriormente afirmó que ni las cualidades secundarias ni las primarias son del objeto.
La nueva teoría de la visión
Berkeley formuló varios argumentos en contra de los eruditos clásicos de la óptica, al sostener que no se puede ver el espacio directamente, ni tampoco se puede deducir su forma de manera lógica utilizando las leyes de la óptica.
Berkeley explicó su teoría por medio de un ejemplo: la distancia se percibe indirectamente de la misma manera en la que se percibe la vergüenza de una persona indirectamente: al mirar a una persona avergonzada, inferimos que la persona se avergüenza al observar su cara sonrojada.
De tal manera, se sabe por experiencia que una cara roja indica vergüenza, pues se ha aprendido a asociar las dos.
Berkeley afirma que las señales visuales de un objeto solo pueden usarse para juzgar indirectamente porque el espectador aprende a asociar las señales visuales con las sensaciones táctiles.
Filosofía de la física
Desde las primeras obras de Berkeley hasta sus últimas mostró un gran compromiso con la ciencia. Argumentó que las fuerzas de la gravedad, según lo definido por Isaac Newton, consistían en “cualidades ocultas” que no expresaban nada claramente.
Berkeley sostuvo que aquellos que postularon “algo desconocido en un cuerpo también desconocido, el cual lo llaman ‘principio del movimiento’, es de igual forma desconocido”.
Berkeley comenta que si los físicos afirman una cantidad de preceptos que no se pueden verificar a través de la experiencia, o por ejemplo, si se refieren a “alma” o “cosa incorpórea”, entonces no pertenece a la física.
Por tanto, llegó a la conclusión de que las fuerzas estaban más allá de cualquier tipo de observación empírica y no podían ser parte de una ciencia apropiada; de ahí, propuso su teoría de los signos como medios para explicar el movimiento y la materia sin hacer referencias a las “cualidades ocultas” de la fuerza y la gravedad.
Obras de Berkeley
Ensayo de una nueva teoría de la visión
Berkeley publicó este ensayo en 1709, siendo una de sus primeras obras más relevantes. En este ensayo logró examinar, en primer lugar, la percepción espacial, la distancia visual, la magnitud, la posición y los problemas de la vista y el tacto.
Tras varios análisis plasmados en la obra, concluyó que los objetos reales de la vista no están ni existen sin la mente, aunque la verdad sea que son tangibles.
Berkeley comentó en su libro que quiso dar razón de la percepción de la distancia, el tamaño y la situación de los objetos con el mismo principio de líneas y ángulos, para que pudiera ser empleado para el cálculo.
El papel de Dios cumple una gran relevancia en esta obra; para Berkeley, la teoría fue desarrollada en función de Dios, puesto que de Él depende la vista, los objetos visibles, así como el argumento del lenguaje visual. Berkeley, desde sus creencias, confió en el teísmo cristiano.
Tratado sobre los principios del conocimiento humano
Esta obra, publicada en 1710, se considera una de las más importantes de Berkeley; en ella comparte el ensayo sobre el entendimiento humano de Locke y el tratado sobre la naturaleza de Hume.
Berkeley logró introducir todos los objetos de los sentidos, incluidos los tangibles, dentro de la mente; en este sentido, rechazó la sustancia material, las causas materiales y las ideas abstractas.
Por otro lado, identificó la sustancia espiritual, explicó las objeciones a su teoría y las consecuencias teológicas y epistemológicas.
De Motu
El principio y la causa de la comunicación de los movimientos, o simplemente De Motu, es un ensayo crítico publicado en 1721.
Berkeley rechazó el espacio, el tiempo y el movimiento absoluto de las teorías de Isaac Newton, siendo este un acercamiento hacia su inmaterialismo. Por medio de esta obra, en el siglo XX le valió el título de “precursor de los físicos Ernst Mach y Albert Einstein”.
Siris
Siris fue el título de la última obra del filósofo irlandés, publicada en 1744. El término “Siris” viene del griego que significa “cadena”; el libro está lleno de una serie de reflexiones filosóficas, donde presenta una cadena ascendente de pensamiento que recorre todo el sistema de los seres.
La obra consta de un tratado sobre las virtudes medicinales del agua de alquitrán, el misterio de la Trinidad y un recuento nuevamente del inmaterialismo.
Berkeley, siendo obispo, usó este libro como medio para despedirse de sus lectores. Es por ello que quiso reflejar todos sus pensamientos y creencias, abarcando múltiples cuestiones que llamaron su atención a lo largo de su vida: la caridad, la investigación científica, la sabiduría antigua y el cristianismo.
Referencias
- George Berkeley and Empiricism Analysis Philosophy Essay, Portal Ukessays. Tomado de ukessays.com
- George Berkeley on Empiricism and Idealism, Christine Scarince (n.d.). Tomado de study.com
- George Berkeley, Wikipedia in English (n.d.). Tomado de Wikipedia.org
- George Berkeley, Brian Duignan for Britannica (n.d.). Tomado de britannica.com
- George Berkeley, Portal Stanford Encyclopedia of philosoply. Tomado de plato.stanford.edu