Anatomía y fisiología

Circulación pulmonar o menor: qué es, partes y recorrido (anatomía)


¿Qué es la circulación pulmonar o circulación menor?

La circulación pulmonar, también conocida como circulación menor, es la parte del sistema circulatorio que forma el circuito por el que se mueve la sangre entre nuestro corazón y los pulmones. Su función es mover la sangre sin oxígeno desde el corazón hacia los pulmones y la sangre con oxígeno desde los pulmones hacia el corazón.

El cuerpo humano, así como el de muchos otros animales, está formado por muchas partes y órganos diferentes. Algunos de estos órganos trabajan en conjunto para llevar a cabo funciones comunes muy especiales, formando lo que conocemos como sistemas de órganos.

Entre todos los sistemas corporales, el sistema circulatorio es aquel que se encarga de distribuir la sangre por todo nuestro cuerpo, entregando oxígeno (O2) y nutrientes a cada una de nuestras células, y recibiendo de ellas los desechos como, por ejemplo otro gas llamado dióxido de carbono (CO₂), que es un producto del metabolismo celular que debe ser eliminado.

El sistema circulatorio es capaz de mover la sangre por nuestro cuerpo gracias a las partes que lo conforman: el corazón, las arterias, las venas y los capilares sanguíneos.

Mientras que el corazón es el órgano que funciona todo el tiempo para propulsar la sangre (es una bomba muscular), las arterias, las venas y los capilares representan el sistema de vasos sanguíneos internos por donde dicha sangre es transportada hacia todos los tejidos del cuerpo y de vuelta al corazón.

Divisiones del sistema circulatorio

Podemos decir que los vasos sanguíneos de nuestro cuerpo y, por lo tanto, nuestro sistema circulatorio, está divido en dos secciones muy importantes:

  • Circulación pulmonar o menor: se encarga de la circulación de la sangre entre el corazón y los pulmones.
  • Circulación sistémica o mayor: se encarga de la circulación de la sangre entre el corazón y el resto del cuerpo. Tiene un recorrido más extenso que el de la primera.

La principal función de la circulación pulmonar es transportar la sangre rica en dióxido de carbono (CO₂) y desprovista de oxígeno (O2) -porque viene de los órganos, a cuyas células lo entregó- desde el corazón hacia los pulmones, donde entrega el dióxido de carbono y vuelve a cargarse de oxígeno, dirigiéndose nuevamente al corazón.

Partes y recorrido de la circulación pulmonar

La circulación pulmonar o circulación menor es la parte de nuestro sistema circulatorio que tiene que ver con el movimiento de sangre entre nuestro corazón y nuestros pulmones.

En consecuencia, las dos “partes” principales de este sistema son el corazón y los pulmones, de lo que entendemos que es por medio de este circuito que se relacionan estrechamente nuestros sistemas circulatorio y respiratorio.

El corazón

Por su parte, el corazón es el órgano principal de todo el sistema circulatorio y se trata de un órgano muscular capaz de contraerse rítmicamente para propulsar la sangre a través de las arterias, las venas y los capilares del cuerpo, es decir, de nuestros vasos sanguíneos.

Tiene un tamaño similar al del puño de un ser humano adulto; su forma es más o menos cónica y se encuentra en el pecho, justo entre los pulmones, un poco hacia la izquierda.

Está formado por cuatro cámaras conectadas entre sí, dos en el lado izquierdo y dos en el lado derecho, dos superiores y dos inferiores.

Las cámaras superiores se conocen como aurículas y las inferiores son los ventrículos; estos últimos funcionan como verdaderas bombas, pues propulsan la sangre desde el corazón hacia el resto del cuerpo.

Las aurículas y los ventrículos están separados entre sí por unas válvulas, así como también hay válvulas entre los ventrículos y los vasos sanguíneos que se conectan a estos.

La parte derecha de nuestro corazón recibe la sangre proveniente de todos los órganos (desprovista de oxígeno) y la bombea hacia los pulmones, entretanto la parte izquierda de nuestro corazón recibe la sangre desde los pulmones (rica en oxígeno) y la propulsa hacia los demás órganos corporales.

Los pulmones

Los pulmones son los órganos que, desde nuestro pecho, nos permiten respirar. Tenemos dos, uno al lado derecho y otro al lado izquierdo -con el corazón en la mitad- y ambos tienen el aspecto de sacos que regularmente se llenan de aire oxigenado cuando inhalamos y expulsan después dióxido de carbono cuando exhalamos, aun cuando no nos damos cuenta.

Están formados por unas estructuras conocidas como alvéolos, que son sacos llenos de capilares sanguíneos ubicados al final de otras estructuras conocidas como bronquiolos; estos son ramificaciones de los bronquios, que corresponden a las ramas derecha e izquierda de la tráquea.

La tráquea es un tubo flexible que conduce el aire desde la laringe, muy cerca de la boca, hacia los pulmones y que tiene forma de “Y”.

Recorrido del circuito pulmonar y vasos sanguíneos involucrados

La circulación menor o pulmonar comienza su recorrido en la aurícula derecha del corazón, que recibe a través de las venas cavas toda la sangre sin oxígeno -pero con dióxido de carbono- que viene de los demás sistemas y órganos corporales.

Desde la aurícula derecha la sangre desoxigenada es bombeada hacia el ventrículo derecho. El ventrículo derecho impulsa esta misma sangre hacia las arterias pulmonares derecha e izquierda (conocidas en conjunto como tronco pulmonar) y por medio de estas alcanza los pulmones, donde se remueve el dióxido de carbono que trae y se “carga” de oxígeno en los capilares pulmonares.

Desde los pulmones, la sangre oxigenada es recogida por las venas pulmonares, que la conducen hacia la aurícula izquierda del corazón. Dicha sangre pasa hacia el ventrículo izquierdo y desde allí hacia la vena aorta; en este punto comienza el circuito sistémico o la circulación mayor.

Circulación sistémica o mayor

Esta es la parte del sistema circulatorio que envía la sangre hacia todos los tejidos del cuerpo: hacia la cabeza, hacia los brazos y las manos, hacia las piernas y los pies, hacia el estómago y los intestinos, y hacia el resto de los órganos viscerales.

En este circuito, la sangre que llega a la aurícula izquierda desde los pulmones se mueve hacia el ventrículo izquierdo, desde donde es impulsada hacia la vena aorta para después distribuirse por todas las arterias y capilares, oxigenando nuestros órganos y tejidos.

Después de entregar todo el oxígeno y los nutrientes y cargarse con dióxido de carbono y otros materiales de desecho, la sangre sistémica es recogida por las diferentes venas de nuestro cuerpo, regresando al corazón a través de las venas cavas, conectadas con la aurícula derecha, donde comienza de nuevo la circulación pulmonar.

Referencias

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  2. Gartner, L., & Hiatt, J. (2002). Texto Atlas de Histología (2nd ed.). México D.F.: McGraw-Hill Interamericana Editores.
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  5. West, J. B. (1991). Physiological basis of medical practice. Williams & Wilkins.