Luis Vargas Tejada: quién fue, biografía y obras
¿Quién fue Luis Vargas Tejada?
Luis Vargas Tejada (1802-1829) fue un poeta, dramaturgo y político colombiano que se mantuvo en la lucha –junto a Francisco de Paula Santander– por ideales federalistas para la Gran Colombia, en contra del absolutismo y gobierno unitario del libertador Simón Bolívar, reflejándose incluso en una de sus obras, titulada Catón de Útica.
Es conocido por su famosa obra dramatúrgica Las convulsiones, llevada al escenario infinidad de veces no solo en Colombia, sino en el resto del mundo. Es una obra que ha perdurado en el tiempo por su capacidad de conmover a los espectadores.
Participó en la gesta política independentista del Virreinato de Nueva Granada para la unificación de la Gran Colombia, además de participar en la Convención de Ocaña y en la llamada “conspiración septembrina”, con la intención de matar a Simón Bolívar. El plan fracasó y tuvo que huir.
Su poesía se caracterizó por una tendencia al neoclasicismo y romanticismo, aunque más hacia el último. Además, es reconocido por ser el primero que dio inicio al teatro cómico colombiano, abriendo las puertas para la influencia de otros artistas.
Biografía de Luis Vargas Tejada
Nacimiento y vida temprana
Luis Vargas Tejada nació el 27 de noviembre de 1802, aunque no se sabe con exactitud el lugar. Algunos historiadores afirman que nació en Bogotá, otros en Santafé. Fue hijo de Juan David Vargas y María Luisa de Tejada.
Nació de una familia humilde, pero con altos conocimientos en letras. Desde joven, comenzó a sentir interés por la escritura, por lo que su tía le dio las primeras enseñanzas poco tiempo después de comenzar los movimientos independentistas en 1810.
Sin embargo, el joven Vargas Tejada continuó de forma autodidacta, y con la ayuda de algunos amigos aprendió otras disciplinas, como las lenguas clásicas y modernas: inglés, francés, alemán, italiano, latín, entre otras.
A temprana edad comenzó a desarrollar su gusto por la poesía, realizando sus primeras obras en distintos idiomas. Se caracterizó por una extrema facilidad de versificación.
Participación en la política – Convención de Ocaña
Mientras se desempeñaba en la literatura y en las artes dramáticas, comenzó a involucrarse en la política colombiana, a pesar de no poseer ninguna formación académica ni política.
Fue secretario privado del militar colombiano Francisco de Paula Santander, y a los 19 años, le dieron el cargo de secretario del Senado.
En 1828, junto a un grupo de diputados que estaban con Santander, viajó a la Convención de Ocaña con el objetivo de reformar la constitución de la Gran Colombia de 1821. Fue Vargas Tejada quien inició el discurso de la convención con uno de sus poemas.
El interés de la Convención de Ocaña era debatir y resolver las diferencias entre las naciones de la Gran Colombia.
Sin embargo, acabó en una confrontación de ideas entre los partidarios del militar venezolano Simón Bolívar –presidente de la Gran Colombia– y Francisco de Paula Santander.
Al regresar de la convención, surgió la obra titulada Recuerdos históricos, en la cual Vargas Tejada relató, según su punto de vista, toda la reunión en Ocaña. Seguidamente, fue designado ministro plenipotenciario de los Estados Unidos.
Oposición a Simón Bolívar
Vargas Tejada, al estar del lado de Santander y desde el incidente en la Convención de Ocaña, comenzó a ver con malos ojos al presidente Bolívar, pues lo veía como una personalidad militarista y absolutista.
De hecho, en el monólogo Catón de Útica, criticó discretamente las tendencias dictatoriales de Bolívar, a quien antes había admirado como un guerrero en su obra Recuerdos de Boyacá.
A partir de ese momento, Vargas Tejada declaró su enemistad con el militar venezolano, manteniéndose fiel a Santander.
El 27 de agosto de 1828, Simón Bolívar –a través del Decreto Orgánico– abolió la constitución y eliminó la vicepresidencia, que en ese momento estaba bajo el mando de Santander. A través del decreto, Bolívar debía regir con carácter constitucional hasta 1830.
Desde esa fecha, Bolívar había declarado y asumido la dictadura para gobernar provisionalmente la Gran Colombia. Sin embargo, la decisión de Bolívar hizo que un grupo de jóvenes constituyeran una junta, integrada por un grupo de políticos opositores a Bolívar, entre ellos, Luis Vargas Tejada.
Bolívar defendía un gobierno unitario, con una presidencia vitalicia y libertad para elegir a diputados y ministros a discreción. Santander defendía un gobierno federalista, limitando el poder de los militares y dando paso a elecciones. Ambos tenían visiones opuestas sobre lo que debía hacerse.
Conspiración septembrina
El grupo de jóvenes, en su mayoría intelectuales y políticos, se reunieron para detener la dictadura impuesta por Bolívar. En una de esas reuniones, Luis Vargas Tejada pronunció su famosa estrofa que es recordada hasta el día de hoy:
“Si a Bolívar la letra con que empieza
y aquella con que acaba le quitamos,
oliva de la paz símbolo hallamos.
Esto quiere decir que la cabeza
al tirano y los pies cortar debemos,
si es que una paz durable apetecemos”.
La estrofa fue referida directamente a Bolívar y refleja la determinación por parte del grupo en hacer frente al dictador.
El grupo de jóvenes se había planteado la idea de matar al presidente, por lo que comenzaron a reclutar soldados. Luis Vargas Tejada había sido uno de los que armó el plan contra Simón Bolívar.
En la noche del 25 de septiembre, un grupo de civiles y soldados –comandados por el militar venezolano Pedro Carujo– entraron al Palacio Presidencial, asesinando a varios de los guardias del presidente y dirigiéndose hacia la habitación de Bolívar.
La pareja de Bolívar, Manuela Sáenz, fue quien se despertó y seguidamente alertó a Bolívar, convenciéndolo de que escapara por la ventana.
Habiendo fracasado el plan, muchos de los implicados e inocentes fueron arrestados para un juicio. Santander fue uno de los primeros sospechosos y enseguida fue condenado a muerte. Sin embargo, Bolívar le perdonó la vida y lo mandó al exilio.
Huida y muerte
Muchos de los involucrados en el atentado pudieron escapar, entre los que estaba Luis Vargas Tejada. En su huida, logró refugiarse en un pueblo del departamento de Cundinamarca, Colombia, en la casa de su tía Josefa Acevedo de Gómez.
A pesar de eso, Vargas Tejada consideró que no era un lugar seguro, por lo que se marchó hacia los llanos orientales, teniendo que esconderse en una cueva por un año. Durante ese tiempo escribió uno de sus monólogos teatrales, titulado La madre de Pausanias, y la tragedia titulada Doraminta, además de escribirle cartas a su madre.
Al salir de la cueva se dirigió hacia Venezuela, teniendo que tomar varios ríos de los llanos orientales. Se cree que Vargas Tejada murió ahogado en diciembre de 1829 tratando de llegar a su destino.
Obras
“El anochecer” y “A mi lira”
“El anochecer” es conocido por ser uno de los primeros y más relevantes. En el poema emplea palabras suaves, melancólicas y románticas, además de describir paisajes, o la vida cotidiana de un pueblo justamente cuando cae la noche.
Otros de sus poemas representativos es “A mi lira”. Al igual que el anterior, es un poema que refleja la melancolía, el romanticismo y la soledad.
Recuerdos de Boyacá y Catón de Útica
En Recuerdos de Boyacá, el escritor colombiano reflejó la gran admiración que sentía hacia el libertador Simón Bolívar, además de describir la batalla que se libró en Boyacá contra los españoles.
La batalla de Boyacá finalizó con la rendición de la fuerza realista y fue la última parada de una campaña iniciada desde Venezuela para independizar al Virreinato de Nueva Granada. Vargas Tejada solía relatar algunos de los eventos de la insurgencia a través de sus obras literarias.
Tras un tiempo, escribió la obra Catón de Útica, en la cual criticó la actitud dictatorial de Simón Bolívar, quien se había convertido en presidente de la Gran Colombia. Sin embargo, Vargas Tejada reflejó su hostilidad de una forma sutil y discreta.
Primeros textos dramáticos de Vargas Tejada
Se caracterizó por introducir en sus obras literarias el drama neoclásico y académico del siglo XVIII, en pleno auge. Por otro lado, desarrolló temas indigenistas de una manera fina y afrancesada, como Aquimín, Saquesagipa, Sugamuxi y Witikindo.
Muchos de estos textos se han perdido.
Las convulsiones
Las convulsiones es una de sus obras más reconocidas y representadas en Colombia y en otros países. Fue estrenada en 1828 y aborda la crítica a la educación, así como las costumbres de la sociedad de Santafé en Colombia.
El género de la obra es la comedia, con un tipo de humor ácido, con la capacidad de hacer una crítica ágil y certera.
El dramaturgo colombiano Carlos José Reyes argumentó en una de sus investigaciones que en esta obra se percibe la influencia clara del Siglo de Oro español.
Por otro lado, observó además la influencia de la obra de teatroEl acero de Madrid, de Lope de Vega, así como la influencia de la comedia italiana. Además, la obra del colombiano se asemeja a la comedia de Nicolás Maquiavelo, titulada La mandrágora.
En cuanto a la elaboración de los diálogos y personajes, tiene la esencia del dramaturgo italiano Carlo Goldoni, de quien el propio Vargas Tejada era seguidor, e incluso tradujo una de sus piezas al castellano.
La madre de Pausanias y Doraminta
Mientras se mantuvo escondido en una cueva, escribió muchas más obras literarias. Las obras se caracterizaron por una prosa neoclásica, donde reflejó su lucha por la Independencia y la lucha política en contra de la dictadura de Simón Bolívar.
La madre de Pausanias y la tragedia Doraminta fueron las obras que escribió durante su estancia en la cueva, mientras huía de la dictadura hacia Venezuela.
Referencias
- Luis Vargas Tejada. Tomado de enciclopedia.banrepcultural.or
- La dictadura de Bolívar (1828-1830). Tomado de docencia.udea.edu.co