Historia

¿Por qué decimos que el Imperio carolingio supuso el inicio de las relaciones feudales?


¿Por qué decimos que el Imperio carolingio supuso el inicio de las relaciones feudales?

El Imperio carolingio necesitaba señores feudales que gobernasen los territorios que estaba dominando en Europa, siendo así capaz de mantener el poder y dominio.

Las relaciones feudales fueron una característica esencial de la sociedad medieval europea. Se trataba de un sistema en el que los señores otorgaban a sus vasallos tierras a cambio de lealtad y servicios militares.

El Imperio carolingio supuso el inicio de estas relaciones feudales, ya que fue en este momento cuando comenzaron a surgir los grandes señoríos.

Las guerras civiles y las invasiones bárbaras habían destruido gran parte de la estructura social del Imperio romano, lo que había creado un vacío de poder. El Imperio carolingio fue capaz de aprovechar esta situación y establecerse como los señores supremos de Europa Occidental. A partir de entonces, el sistema feudal se extendió por todo el continente, conformando la sociedad medieval.

¿Cómo gobernó Carlomagno un imperio tan extenso?

Carlomagno gobernó exitosamente su extenso imperio atendiendo de manera cuidadosa las necesidades de sus gobernados. Por las condiciones sociales y políticas imperantes, esta no era la forma usual de actuar de los mandatarios. Este, al contrario de sus predecesores, no consideró sus dominios como patrimonios personales de donde sacar riquezas.

En este sentido, existía la costumbre de repartir el reino proporcionalmente entre todos los hijos varones vivos. Esta forma de gobierno creó una atomización del poder del Estado entre múltiples poblaciones que inicialmente eran una sola y que luego acataban las órdenes de reyes diferentes.

De igual modo, los reyes no gobernaban directamente sino a través de “mayordomos de palacio” quienes administraban al reino en su nombre. Todo esto creó una desconexión entre los monarcas y los súbditos que devino en un desconocimiento por parte del soberano sobre las necesidades de su pueblo.   

En una clara diferenciación, durante todo su reinado de 47 años, Carlomagno emprendió una gran cantidad de reformas sociales, gubernamentales y religiosas. Al estar consciente de la inmensidad del territorio que le tocó gobernar y de su diversidad de nacionalidades, se abocó a crear una identidad como pueblo.

Su afán por la cultura lo llevó a intervenir en la enseñanza y construir escuelas. Asimismo, desarrolló una forma de gobierno central que era apoyada por gobiernos con potestad local que al sentirse parte de una naciente cultura común, trabajaban eficientemente y con lealtad en favor del imperio.

Organización política

Carlomagno emprendió una reorganización político territorial. Dividió el vasto imperio en 52 condados, y designó un encargado para administrarlos.

En paralelo, conformó un equipo de agentes especiales llamados missi dominici, quienes periódicamente auditaban estos cargos para asegurarse de que actuaban honestamente y no abusaban de su poder.

Además, organizó su equipo de gobierno central basándose en funciones claramente definidas. Este equipo abarcaba todas las áreas sobre las cuales Carlomagno necesitaba tener constante supervisión.

Así pues, designó un senescal o jefe de los servicios de palacio y un camarero o administrador del tesoro real. Asimismo, nombró un conde palatino o experto en derecho y suplente del emperador en casos de ausencia y un canciller o notario del emperador y un archicapellán o jefe de los servicios religiosos del palacio.  

Durante su reinado, Carlomagno instituyó unas asambleas generales llamadas synodus, conventus, concilium, o placitum que eran de carácter consultivo. Estas eran convocadas una vez al año y asistían los grandes del reino (populus). Allí podía escuchar las opiniones sobre asuntos de importancia.

Las conclusiones a que se llegaban en las reuniones con el populus se formalizaban en unos escritos oficiales llamados los capitulares.

Reformas sociales

Carlomagno se asoció con la iglesia para lograr la creatio imperii christiani (creación de un imperio cristiano), adoptando la pax christiana como política social. Con ello, intentaba conseguir la unidad, la justicia y la paz tanto en la sociedad civil como en la eclesiástica.

En su afán por alcanzar este objetivo, ejerció presión sobre condes (gobernadores de provincias) y de sus missis (auditores) para que mantuvieran una conducta digna y honrada. Y llenó los capitulares de tipologías de infracciones y sus correspondientes sanciones.

En un giro poco común para la época, impuso tasas a los productos de primera necesidad para evitar la especulación. También, prohibió la acumulación de excedentes de producción y el préstamo con interés.

Diplomacia y relaciones exteriores

La actividad diplomática y de alianzas fue intensa durante el reinado de Carlomagno. Producto de ellas, llegó a tener óptimas relaciones con Alfonso II, Rey de Galicia y Asturias, Harun Al-Rashid, rey de los persas y los emperadores de Constantinopla, Nicéforo I, Miguel I y Leo.

De igual manera, mantuvo muy buenas relaciones con los jerarcas de la iglesia cristiana. Incluso se cree que ellos fueron los verdaderos sustentadores ideológicos de su gobierno.

Carlomagno se trazó como un objetivo instaurar el reino de Dios en la tierra. Este fue uno de los primeros proyectos de establecimiento de una visión religiosa del mundo.

Nuevas conquistas

Una de las estrategias seguidas por Carlomagno para mantenerse en el poder por 47 años fue la anexión de nuevos territorios a los que había recibido en herencia de su padre, el rey Pipino II. Durante su reinado el territorio se duplicó en comparación con el que había heredado.

Según las cuentas oficiales, Carlomagno recibió un territorio un poco más pequeño que la actual Francia. Y al morir dejó un imperio con un vasto territorio equivalente a la actual Europa Occidental.

Referencias

  1. harlemagne. Holy roman emperor [747?–814]. Tomado de britannica.com.
  2. Penfield Central School District. (s/f). Charlemagne and the Carolingian Empire. Tomado de penfield.edu.