Biología celular

Lenticelas: qué son, características, ubicación, tipos, funciones


¿Qué son las lenticelas?

Las lenticelas son estructuras especializadas situadas en la corteza de algunas plantas leñosas (peridermis), cuya función es garantizar la entrada de oxígeno y el intercambio gaseoso. 

Estas pequeñas estructuras de forma circular y alargada son espacios abiertos que permiten una comunicación activa con el medio ambiente. Además de mantener un flujo continuo de gases entre planta y ambiente, facilitan la evapotranspiración y la absorción de agua superficial.

Su apariencia se presenta como una masa alargada, transversal o longitudinal, compuesta por células flojas alrededor de una hendidura de la peridermis. En este caso, la peridermis funciona como un tejido de protección en tallos y raíces que presentan un crecimiento adventicio.

La presencia de lenticelas se delimita a la felodermis, donde el felógeno es muy activo y origina tejidos con amplios espacios intercelulares. De hecho, el felógeno alrededor de la lenticela presenta numerosos espacios intercelulares.

Los tejidos que conforman las lenticelas con amplios espacios intercelulares son del tipo parenquimático, siendo el lugar donde ocurre el intercambio gaseoso.

A medida que las plantas crecen y aumentan de grosor, las lenticelas no se ensanchan, sino que se van desarrollando nuevas estructuras.

Características de las lenticelas

– El tamaño de las lenticelas está determinado por el tamaño de la estructura de la planta donde se presenta. Existen diminutas (1-3 mm) en frutos de uva (Vitis vinifera) o de 6-8 cm en la corteza del Bálsamo (Myroxylon balsamum).

– Son de forma circular o alargadas, y dispuestas en forma transversal o longitudinal sobre la superficie de raíces, tallos y ramas. Presenta una coloración blanca, cremosa o amarillenta, con un espacio central similar a un corte de coloración oscura.

– Se localizan sobre las superficies de tejidos jóvenes o tejidos lignificados, en raíces, tallos, hojas y hasta frutos. Asimismo, se observan en plantas leñosas, sobre el súber y el corcho que cubre externamente árboles desarrollados.

– La zona donde se forma la lenticela presenta un desarrollo celular parcialmente flojo, con un bajo nivel de suberificación. Este tejido presenta un gran número de espacios intercelulares, razón por la que se les relaciona con el intercambio gaseoso.

Origen

Las lenticelas se forman en una zona específica de forma lenticular o circular que emerge de la peridermis. En la zona central se presenta el poro lenticular debajo del cual se localizan células parenquimáticas con amplios espacios intercelulares.

Estas estructuras frecuentemente se originan debajo de los estomas a partir de las células parenquimáticas que cubren la cámara subestomática. La división de estas células produce el felógeno, que genera felodermis hacia el interior y células de relleno hacia el exterior.

Las células de relleno producidas por el tejido meristemático felogénico se amontonan, desgarran la epidermis y emergen hacia el exterior.

La zona donde se forma la lenticela se caracteriza por tener un cambium suberoso activo que produce mayor cantidad de espacios intercelulares.

En algunas especies, como la hiedra (Hedera hélix), las lenticelas se originan de tejido independiente de los estomas. De la peridermis originada en las capas internas del tallo, una parte del felógeno produce células de relleno que emergen como lenticelas.

Ubicación

Estas pequeñas protuberancias se desarrollan principalmente en los tejidos meristemáticos, en los tallos en crecimientos y hojas jóvenes, también en dicotiledóneas herbáceas. En frutos tan disímiles como la manzana, el aguacate (palta), el mango o las uvas es común encontrar lenticelas.

En árboles leñosos, como el álamo blanco (Populus alba), es usual la presencia de protuberancias o lenticelas alrededor de toda la superficie del tallo. Asimismo, se localizan en las raíces principales o secundarias, dispuestas en pares una a cada lado.

En la superficie lisa de especies como el canelón (Rapanea laetevirens), se presentan como una aglomeración de células que emergen de la peridermis. En la corteza de plantas leñosas se desarrollan en la superficie, bajo las escamas o en las fisuras de los surcos.

De igual forma, en las plantas con amplio tejido suberoso, se forman a lo largo de la superficie. En el corcho o tejido vegetal de protección de algunas especies, las lenticelas se presentan de forma radial a través de su superficie.

Tipos de lenticelas

En las gimnospermas, las lenticelas están constituidas por células similares al súber, alargadas, de pared fina y grandes espacios intercelulares. En las dicotiledóneas se clasifican dependiendo de la capa de células suberizadas que las cubren.

Sin capa de cierre

La lenticela se caracteriza por estar formada por células suberizadas, agrupadas y con espacios intercelulares. Su desarrollo en diversas especies puede ser anual. Típicas en la palta (Persea americana) y las magnolias (Magnolia grandiflora).

Con una capa de cierre

Se presenta una capa de células suberizadas que cubre un conjunto de células de relleno sueltas y con amplios espacios intercelulares.

Esta estructura se forma habitualmente al final de la estación. Son frecuentes en el roble (Quercus robur) y el saúco (Sambucus peruviana).

Con varias capas de cierre

Se presenta en lenticelas especializadas de especies como el duraznero (Prunus persica) y la haya (Fagus sylvatica).

Las capas suberizadas se forman anualmente, y se asocian con tejidos sueltos no suberizados. Estas capas tienen una o dos células de espesor y cubren el tejido suelto de múltiples células.

Función de las lenticelas

Básicamente, la función de las lenticelas es el intercambio gaseoso entre los tejidos internos de la planta y el aire circundante. Estas aberturas permiten la entrada de oxígeno a los tejidos parenquimáticos internos de la planta para la respiración celular.

Los tejidos internos del tallo presentan una actividad metabólica constante, por lo que requieren el intercambio de gases con el aire. Igualmente, los tejidos internos de las raíces obtienen oxígeno y gases del espacio poroso localizado entra las partículas del suelo.

Las lenticelas son las estructuras constituidas por numerosos espacios intercelulares que facilitan el intercambio gaseoso. En los árboles, en las estaciones de otoño e invierno, cuando la planta pierde las hojas, las lenticelas facilitan el intercambio gaseoso.

De la misma manera, en raíces especializadas como los tubérculos, las lenticelas permiten la pérdida de agua y gases, facilitando la maduración.

Las frutas requieren continuamente aire fresco para respirar y madurar adecuadamente. De hecho, las lenticelas en las frutas cumplen esta función.

Referencias

    1. Evert Ray F, & Eichhonrn Susan E. (1992). Biología de las Plantas. Editorial Reverté.
    2. Lenticelas. Estructura Secundaria del Tallo. Disponible en biologia.edu.ar.
    3. Peridermis. Tejidos Vegetales. Atlas de Histología Vegetal y Animal. Disponible en mmegias.webs.uvigo.es.