Trastornos mentales/Psicopatología

Apatía: qué es, síntomas, tipos, causas, complicaciones, tratamientos


¿Qué es la apatía?

La apatía es una falta generalizada de motivación, emoción y entusiasmo por el entorno. Quienes se encuentran en este estado emocional plano tienen grandes dificultades para fijarse objetivos y para cumplirlos.

En ocasiones, la apatía aparece relacionada con problemas psicológicos como la depresión, la esquizofrenia o la demencia. Sin embargo, no en todos los casos es provocada por un trastorno.

Según la psicología positiva, tiende a surgir como consecuencia de que la persona percibe que no tiene la habilidad suficiente como para enfrentarse a los retos de su vida.

Es necesario comprender que cierto estado de apatía es normal y casi todo el mundo lo experimenta en alguna ocasión a lo largo de su vida. Sin embargo, en los casos en los que es muy grave puede llegar a interferir en el desarrollo de la rutina cotidiana y provocar grandes problemas a quienes lo padecen.

Síntomas de la apatía

En general, se asocia con una falta de interés y motivación por cualquier área, que va acompañada por un malestar emocional o psicológico o la pérdida de esperanza. Sus síntomas se pueden dividir en tres categorías: conductuales, cognitivos y emocionales.

Síntomas conductuales

El nivel de actividad se ve considerablemente reducido. El individuo tenderá a llevar a cabo muchas menos acciones en su día a día, tendiendo simplemente a pasar el rato.

Por otro lado, debido a su falta de interés por lo que le rodea, muestra muy poca perseverancia a la hora de enfrentarse a cualquier tarea. Cuando algo le resulta complicado, por lo general deja de intentarlo al poco tiempo.

El rendimiento del individuo también se ve muy reducido en todos los aspectos, pudiendo causarle todo tipo de problemas (por ejemplo, en el trabajo o en los estudios).

La persona apática tiende a realizar solo conductas automáticas, en las que no tiene que esforzarse demasiado. Algunas de las más típicas son ver la televisión, navegar por Internet o jugar videojuegos, aunque las que realice un individuo en concreto dependerá de factores como su edad o sus preferencias.

Síntomas cognitivos

Según las investigaciones, el principal pensamiento de una persona que sufre apatía es el de que no merece la pena esforzarse. Por algún motivo, el individuo ha adquirido la creencia de que es inútil tratar de mejorar, ya que no existe ninguna posibilidad de llevar una vida mejor en el futuro.

Esto va asociado también a un fuerte pesimismo, normalmente consecuencia de alguna experiencia traumática o desagradable. La desmotivación es tan fuerte en el caso de la mayoría de los apáticos, que tienen grandes problemas a la hora de tomar decisiones o convencerse de que tienen que tomar acción.

Por último, su actividad mental tiende a disminuir de manera drástica.

Síntomas emocionales

El principal síntoma emocional provocado por la apatía es una falta casi total de interés por cualquier cosa.

Esta persona es incapaz de demostrar preocupación por lo que le rodea, lo que le lleva a no tener ganas de actuar ni de mejorar su existencia. En general, va asociado a una gran desmotivación.

Las emociones del sujeto suelen estar aplanadas; es decir, siente con menor intensidad de lo normal. Tanto los sentimientos positivos como los negativos pierden fuerza, y afectan mucho menos a la persona, que pasa su tiempo en una especie de aletargamiento.

Tipos de apatía

Apatía general

Se da en el caso de personas que presentan todos o gran parte de los síntomas descritos anteriormente, y que experimentan grandes problemas en su día a día debido a ello.

Apatía conductual

Los individuos que la padecen no experimentan graves problemas con sus emociones, en el sentido de que siguen sintiendo interés por lo que les rodea y pueden automotivarse; pero por diferentes motivos, su nivel de actividad se ve reducido drásticamente.

Apatía emocional

Se trata de personas que no sienten emociones fuertes por nada de lo que les ocurre, pero siguen siendo capaces de actuar con normalidad y de llevar a cabo sus obligaciones de forma más o menos eficaz.

Causas de la apatía

Se han identificado varios factores que pueden contribuir a que la apatía aparezca. Por lo general, suelen clasificarse en cuatro tipos: factores biológicos, patrones de pensamiento, causas ambientales y trastornos asociados.

Factores biológicos

En muchos de los casos estudiados, las personas que presentaban este problema tenían alterada la conexión entre su lóbulo frontal y los ganglios basales, lo que podría explicar su falta de iniciativa y la reducción emocional.

Otra de las causas biológicas es la alteración del circuito de la dopamina. Este neurotransmisor es uno de los principales encargados de producir motivación y placer, por lo que su reducción en el cerebro podría llegar a provocar por sí sola este trastorno.

En general, las causas biológicas de la apatía podrían guardar una estrecha relación con factores genéticos; aunque en algunos casos, el consumo de alcohol y otras sustancias, como el cannabis, puede favorecer su aparición.

Patrones de pensamiento

Algunas personas tienen maneras de pensar muy pesimistas. Creen que el futuro no les depara nada bueno, que no tienen ningún control sobre sus vidas y que no merece la pena esforzarse.

De mantenerse en el tiempo, estos patrones cognitivos pueden llegar a causar todo tipo de problemas psicológicos, como la apatía.

Causas ambientales

Cuando un individuo vive constantemente sometido a un estrés muy alto, puede acabar desarrollando una falta de interés por lo que le rodea como una especie de mecanismo de defensa.

Por otro lado, crisis como la muerte de un ser querido, una ruptura o un problema grave de salud pueden provocar que el individuo no sienta ganas de hacer nada ni se preocupe por lo que le rodea.

Trastornos asociados

Un trastorno neurológico o psicológico que tenga como uno de sus síntomas este estado de ánimo alterado. Algunas de las enfermedades que más suelen asociarse con él son la depresión, la esquizofrenia y la demencia.

En estos casos, la apatía sería un síntoma más entre todos los existentes, y por lo tanto no suele tratarse de manera aislada.

Complicaciones

La apatía por sí sola no presenta mayor problema, más allá de ser desagradable para la persona que la experimenta. Sin embargo, las consecuencias sí pueden llegar a ser muy perjudiciales para quienes la padecen si no se trata a tiempo.

La mayoría de las veces, los mayores problemas se producen cuando la persona se encuentra tan desganada que no es capaz de cumplir con sus obligaciones. Esto puede poner en peligro su vida laboral o estudiantil.

Por otro lado, las relaciones sociales del individuo también tienden a verse alteradas. En general, la persona se muestra menos receptiva, presta menos atención a los problemas de los demás y tiene menos paciencia con los que le rodean.

En los peores casos, la falta de actividad y de tareas estimulantes pueden llevar a la persona apática a desarrollar un episodio de depresión mayor.

Tratamientos

Cambios en el estilo de vida

Una de las maneras más sencillas de combatir la apatía es introducir cambios en el día a día. Cuando nos vemos inmersos en la rutina, es fácil sentir que todo es siempre igual y que no hay nada que nos interese o excite.

Hacer las cosas de manera distinta o cambiar el entorno puede ayudar enormemente. Esto puede ir desde modificar los horarios, hasta hacer un viaje a un lugar que se desconozca.

Es importante eliminar todos aquellos factores que pueden estar causando la apatía. Algunos de ellos pueden ser exceso de estrés, alimentación poco saludable, no disponer de tiempo para sí mismo o falta de estimulación social adecuada.

Modificar la forma de pensar

Cuando alguien está convencido de que nada tiene sentido y que no merece la pena esforzarse, suele ser cuestión de tiempo que acabe desarrollando este problema.

Por eso, técnicas como la reestructuración cognitiva o terapias como la cognitivo-conductual pueden ayudar a modificar la manera en la que ven el mundo.

En muchos casos, esto les llevará a recuperar parte de su motivación y a volver a encontrar el interés por aquello que les rodea.

Psicofármacos

Cuando la apatía es muy grave, algunos psicólogos o psiquiatras pueden estimar conveniente el uso de ciertos medicamentos que favorecen un estado de ánimo más positivo. En general, suelen ser muy efectivos, pero deben ir acompañados de algún tipo de terapia para solucionar el problema de raíz.

Algunos de los fármacos más utilizados para tratar este estado de ánimo son los inhibidores de recaptación de la serotonina y los inhibidores de recaptación de la noradrenalina.

Referencias

  1. “The curse of apathy” en: Psychology Today. Recuperado de psychologytoday.com.
  2. “10 ways to snap out of apathy” en: Live Bold and Bloom. Recuperado de liveboldandbloom.com.
  3. “Apathy” en: Wikipedia. Recuperado de en.wikipedia.org.