Animales

Dingo: características, hábitat, alimentación, comportamiento


El dingo (Canis lupus dingo) es un mamífero placentario que forma parte de la familia Canidae. Es un cánido de mediano tamaño que tiene un cuerpo delgado, pero con una gran resistencia, que le permite correr a altas velocidades.

Esta subespecie se diferencia del perro doméstico (Canis lupus familiaris) por tener un palatino de mayor tamaño y una cresta sagital más ancha. Además, el rostro es mucho más largo y la altura del cráneo es más corta.

No obstante, ambos pueden cruzarse. Esta descendencia híbrida es una de las principales amenazas que aqueja al dingo, ya que modifica su genética. De esta manera, constituye uno de los factores que inciden en la situación de riesgo de extinción que afecta al Canis lupus dingo.

Con relación a su distribución, se encuentra en Australia y en algunas zonas del sudeste asiático. En estas regiones, habita en desiertos, áreas cercanas a la costa, bosques de mallee y en bosque tropicales.

El dingo generalmente permanece dentro del mismo rango en el cual nació, por lo que no realiza migraciones estacionales. No obstante, si las presas escasean, pueden viajar hasta zonas de pastoreo que se encuentren hasta 32 kilómetros de distancia.

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Evolución

El dingo pudo haber evolucionado hace 6.000 a 10.000 años, a partir de un pequeño lobo asiático (Canis lupus arabs / Canis lupus pallipes). Este se extendió por la región sur de Asia.

Posteriormente, dicho cánido llegó a Australia, donde fue introducido por viajeros marinos, que posiblemente provenían de la actual Indonesia. Los estudios del ADN mitocondrial y la evidencia fósil sugieren que este hecho ocurrió entre 4.000 y 5.000 años atrás.

El Lycaon pictus se encuentra estrechamente relacionado con el perro cantor de Nueva Guinea (Canis lupus hallstromi). El linaje se separó en dos épocas diferentes. Así, los dingos del noreste australiano se dispersaron del perro cantor de Nueva Guinea hace 6300 a. C. y el grupo que habita al sudeste del continente se disgregó del Canis lupus hallstromi hace 5800 a. C.

Características de los dingos

Tamaño

En esta sub especie, la hembra es más pequeña que el macho. Así, ella pesa de 9,6 a 16 kilogramos y tiene una longitud promedio de 88,5 centímetros. En cuanto al macho, tiene una masa corporal entre 11,8 y 19,4 kilogramos y mide alrededor de 92 centímetros.

El tamaño de los dingos varía de acuerdo a la región que habitan. Los que viven en el sudeste asiático son de menor tamaño que los de Australia. También, los que están distribuidos al noreste y norte de Australia suelen ser más grandes que aquellos que están al sur y en el centro de ese país.

Pelaje

El pelaje es corto y en la cola es especialmente denso. La capa de pelos presenta características particulares según el hábitat. Así, los que se distribuyen en el norte tropical australiano, poseen un pelaje sencillo, mientras que los que se localizan en las montañas frías del sur, tienen doble capa.

Con relación al color, dorsalmente puede ser entre rojizo y marrón. En contraste, es blanco en el pecho, la punta de la cola y en las patas. Esta coloración está presente en casi el 74% de los dingos.

También, el 12% de Canis lupus dingo podrían ser negros, con el vientre, hocico, pecho y patas de un tono tostado. Por otra parte, el blanco sólido está presente en el 2% de estos cánidos y el negro uniforme en el 1%. Otro grupo, representado por el 11% de esta especie, tienen el pelaje atigrado.

Cuerpo

El cuerpo es musculoso y delgado, con adaptaciones que hacen al animal ágil, resistente y veloz. El dingo es digitígrado, puesto que camina apoyándose en los dedos de las patas. Esto lo hace desplazarse silenciosamente y movilizarse rápidamente por el terreno.

En cuanto a la cabeza, es ancha y tiene las orejas erectas. El hocico tiene forma cónica y los dientes caninos son largos.

Cráneo

Las investigaciones señalan que el cráneo del dingo es diferente al del perro doméstico. En este sentido, el Canis lupus dingo tiene los dientes caninos y carnasales más largos y el hocico es de mayor longitud. Además, el cráneo es plano, con una cresta sagital y unas ampollas auditivas más grandes.

Taxonomía y clasificación

Históricamente, esta subespecie ha sido nombrada de diversas formas. Así, ha sido considerada como una especie del perro doméstico, siendo en 1972 oficialmente aceptado Canis antarcticus. Posteriormente, en 1978, recibió el nombre científico de Canis dingo.

Años más tarde, fue ubicado taxonómicamente como una subespecie del perro doméstico, conociéndose como Canis familiaris dingo. Recientemente, las investigaciones, basadas en los resultados del ADN mitocondrial, concluyen que los perros domésticos y el dingo se derivan de los lobos (Canis lupus).

Debido a esto, desde 1982, los expertos recomiendan la designación de Canis lupus sobre la de Canis familiaris. Sin embargo, Canis familiarisdingo aún persiste en algunas publicaciones científicas. Es a partir de 1995 que se establece el nombre científico actual para el dingo: Canis lupus dingo.

Clasificación taxonómica

-Reino: Animal.

-Subreino: Bilateria.

-Infrareino: Deuterostomia.

-Film: Cordado.

-Subfilum: Vertebrado.

-Superclase: Tetrapoda

-Clase: Mamífero.

-Subclase: Theria.

-Infraclase: Eutheria.

-Orden: Carnivora.

-Suborden: Caniformia.

-Familia: Canidae.

-Genus: Canis.

-Especie: Canis lupus.

-Subespecie: Canis lupus dingo.

Hábitat y distribución

Distribución

Canis lupus dingo se distribuye en toda Australia y de manera dispersa en algunas regiones del sudeste asiático. No obstante, las principales poblaciones silvestres están en Tailandia y en Australia. También, ocurre en Laos, Myanmar, Malasia, el sudeste de China, Indonesia, Borneo, Nueva Guinea y Filipinas.

Antes del asentamiento de los europeos, los dingos estaban extendidos por toda Australia continental. Sin embargo, no existen registros fósiles en Tasmania, lo que pudiera sugerir que esta subespecie llegó a Australia luego que Tasmania se separase del continente, ocasionado por el aumento en el nivel del mar.

En 1900, diversos factores, como la introducción de la agricultura, redujeron su distribución. Esto ocasionó la extinción, tanto del dingo como de sus híbridos, al sur de Queensland, Victoria, Nueva Gales del Sur y Australia del Sur.

En la actualidad están ausentes en gran parte de Victoria, el suroeste de Australia occidental, Nueva Gales del Sur y la región sureste del sur de Australia. Así mismo, el Canis lupus dingo está presente en pocos grupos en la zona oriental de Australia Occidental y en las regiones adyacentes de Australia del Sur y del Territorio del Norte.

Hábitat

Los expertos suelen considerar al dingo como una ecoespecie, que se ha adaptado casi exclusivamente al entorno de Australia. Su distribución abarca una gran variedad de hábitats, donde se incluyen áreas rurales montañosas y bosques de llanuras.

Así, vive en diversas regiones templadas del este de Australia y en los desiertos calientes y áridos de Australia Central. También, se encuentra en los bosques tropicales y en los humedales del norte de Australia y en los páramos alpinos, ubicados en las tierras altas orientales.

Por otra parte, el Canis lupus dingo se localiza tanto en estuarios terrestres como en bosques de mallee y en zonas cercanas a la costa de Australia. En cuanto a su localización en Asia, la mayoría de las poblaciones están cercanas a las aldeas.

La razón de esto pudiera estar asociada a que los humanos le proporcionan al cánido refugio y alimentos, a cambio de la protección para sus hogares.

Según estudios realizados, la presencia del dingo está relacionada con la abundancia de algunas de sus presas. Así, habita en las regiones que poseen altas poblaciones del ratón saltador oscuro (Notomys fuscus), el faisán australiano (Leipoa ocellata) y el wallaby de roca de patas amarillas (Petrogale xanthopus).

Estado de conservación

En Australia, el dingo no figura dentro del amparo de las legislaciones federales. Sin embargo, los gobiernos e instituciones regionales luchan arduamente por la protección de esta subespecie.

En este sentido, en el 2002, la Fundación Colong presentó una nominación para proteger a las poblaciones de dingos que están en peligro de extinción, ubicadas en Nueva Gales del Sur.

También, en el 2008, el Comité Científico Asesor del Departamento de Sostenibilidad y Medio Ambiente de Victoria, solicitó incluir al dingo dentro del grupo de especies nativas amenazadas bajo la Ley de Garantía de Flora y Fauna Victoriana de 1988.

Dicha petición fue aceptada en octubre de ese mismo año, según la Gaceta del Gobierno Victoriano No G 45 2009.

Leyes

El principal problema que afrontan los organismos encargados de proteger al Canis lupus dingo es que existen leyes que abogan por su preservación, pero al mismo tiempo hay otras que favorecen su erradicación.

Un ejemplo de esta situación es la Ley de Animales Acompañantes de 1998, de Nueva Gales del Sur. En esta, el dingo es considerado como un perro, por lo que puede mantenerse como mascota en gran parte de dicho estado.

No obstante, la Ley de Destrucción de Perros Silvestres de 1921 y la Ley de Protección de Tierras Rurales de 1998, lo clasifican como un perro salvaje, en la categoría de plaga ecológica. De tal manera, dichas legislaciones instan a los dueños de tierras que los exterminen.

Amenazas

En 1900, las poblaciones del Canis lupus dingo disminuyeron a tal punto que se extinguieron en algunas regiones de Nueva Gales del Sur y de Victoria, entre otros estados. Esta situación fue el producto del uso del terreno con fines agrícolas y de su caza.

No obstante, actualmente existen otros factores que están afectando a esta subespecie. Entre estas se encuentran, la endogamia, las acciones de aniquilación del perro salvaje y la hibridación.

En este sentido, el cruce con el perro doméstico está afectando la genética del dingo. Los resultados de diversos estudios realizados en la Universidad de Nueva Gales del Sur indican que solo un 20% de la población de dingos mantienen el genoma correspondiente a raza pura.

Por lo tanto, la introducción de genes de perros domésticos amenaza con erradicar o modificar las características propias del dingo australiano.

Acciones

Los gobiernos, tanto nacional como regional, de Australia protegen los dingos únicamente en reservas y en parques nacionales. En diversas áreas públicas, son considerados plagas y se encuentran sujetos a medidas de control.

Existen algunos proyectos orientados hacia la preservación de este cánido. Entre sus objetivos generales está el establecimiento de una base de datos, donde se registre toda la información genética del dingo. También, sugieren la creación de un banco nacional de semen congelado. Esta actuaría como una fuente de material genético para programas de cría asistida.

Alimentación

El dingo se alimenta principalmente de mamíferos, aunque también consumen aves, reptiles, invertebrados y algunas semillas. Entre sus presas favoritas están los canguros, wallabies, los gansos de urraca, conejos, roedores y lagartijas. De manera ocasional puede comer carroña.

La dieta suele variar, dependiendo del área donde habite. Así, los que viven en las regiones costeras del sureste y del norte comen más aves que las subespecies distribuidas en Australia Central, que ingieren mayor cantidad de lagartos.

De manera eventual, el Canis lupus dingo caza ganado, particularmente a los terneros, aves de corral y ovejas. Por esta razón, es considerado una plaga y son eliminados en la gran mayoría de las zonas campesinas.

Métodos de caza

El dingo caza solo o en pequeños grupos, formado de 2 a 12 cánidos. Generalmente persiguen a su presa, atacándola desde la retaguardia. Para matarla, suelen morderla en la garganta. No obstante, pueden ajustar su estrategia de caza, considerando el tamaño de la presa y su abundancia.

Así, una manada puede visualizar, seguir, cercar y matar a mamíferos de mayor tamaño. El líder de la agrupación va tras la presa, obligándola a dirigirse hacia donde está el resto de dingos, que la rodean y atacan.

También, el grupo puede conducir al animal hacia una cerca, para así arrinconarlo y neutralizarlo. Otro método de caza utilizado por los dingos consiste en perseguir a la presa en relevos, agotándola por completo. Los que están en solitario, a menudo rastrean el olor de presas más pequeñas, como roedores y conejos.

Reproducción

La gran mayoría de las hembras inician la etapa reproductiva a los dos años de edad. Generalmente, el estro ocurre una sola vez al año. Dentro de la manada, la hembra alfa entra en celo antes que el resto de hembras maduras sexualmente. Inclusive, la líder del grupo intenta evitar que las otras hembras se apareen.

En cuanto a los machos, comienzan a reproducirse entre los tres primeros años de vida. Estos se encuentran aptos para aparearse durante todo el año, pero durante el verano pueden tener una menor producción de esperma.

Los dingos tienen sus cachorros en cuevas, troncos huecos y madrigueras de conejos agrandados. Con relación a la reproducción suele ocurrir en la primavera, aunque la temporada puede variar de acuerdo a la ubicación geográfica del dingo.

Durante este tiempo, esta especie defiende activamente su territorio, utilizando comportamientos de dominio y vocalizaciones, como los gruñidos.

Luego de una gestación de 63 días, nacen las crías. La camada puede ser de 4 a 5 dingos, pudiendo llegar eventualmente hasta 10 cachorros. En Australia, la guarida donde nacen las crías es principalmente subterránea. Esta podría ser una madriguera abandonada, una formación rocosa o estar ubicada debajo de troncos huecos.

Comportamiento

El Canis lupus dingo tiene una estructura social flexible, que va a depender de la disponibilidad de las presas y del hábitat. Por lo general, la manada está formada por una pareja alfa y 2 o 3 generaciones de su descendencia.

Normalmente, los machos dominan sobre las hembras y los dingos de menor rango luchan entre sí por obtener una mejor posición dentro del grupo. En cuanto a los machos jóvenes, se mantienen en solitario durante la temporada en la cual no se aparean. Sin embargo, pueden formar asociaciones de caza con otros conespecíficos.

Comunicación

Al igual que el perro doméstico, el dingo se comunica a través de vocalizaciones. No obstante, a diferencia de estos gimen y aúllan más y ladran menos. El ladrido representa solo el 5% de las llamadas y son una mezcla de sonidos tonales y atonales. Este cánido los emplea casi de manera exclusiva para advertir a los otros de alguna amenaza.

En cuanto al aullido, tiene variaciones, influenciadas por la migración, la reproducción y la dispersión del grupo. Así, suele ser emitidos con frecuencia cuando escasean los alimentos, debido a que los animales se desplazan por el territorio en búsqueda de alimento.

El gruñido representa alrededor del 65% de todas las vocalizaciones. Este es utilizado para dominar y como defensa, ante una situación de peligro. Se usa para dominar y como un sonido defensivo.

Además de comunicarse vocalmente, el dingo lo hace a través de marcas de olores, empleando las señales químicas de sus heces, orina y glándulas aromáticas.