Medicina

Baño de esponja: para qué sirve, fundamentos, materiales, procedimiento


El baño de esponja es una técnica que permite el aseo o higiene general de un paciente confinado en cama, inmovilizado o al que, por su condición, no le está permitido asearse en tina o en ducha. Puede utilizarse en un ambiente hospitalario, en los centros de cuidado de pacientes ancianos o en el hogar del paciente.

En las áreas de hospitalización se utiliza frecuentemente en los pacientes recluidos en las unidades de cuidados intensivos, en las salas de cuidado neonatal, en los pacientes en períodos postquirúrgicos que deben permanecer inmovilizados o en pacientes que están incapacitados para mantener su higiene personal.

El baño de esponja en estas áreas debe estar a cargo de un personal debidamente entrenado, que maneje la técnica y que mantenga una actitud respetuosa con el paciente. Los auxiliares de enfermería bajo supervisión suelen ser responsables de estas tareas, pero en los grandes hospitales donde hay déficit de personal se suele legar esta responsabilidad a los familiares del paciente.

El aseo y arreglo personal mejoran el aspecto de la persona y la hacen sentir mejor. Además, ayudan a evitar las ulceras y escaras, mejoran la circulación sanguínea y la integridad de la piel.

Algunos estudios han reportado cambios hemodinámicos como consecuencia del baño de esponja en pacientes críticos por afecciones cardiovasculares. Sin embargo, estos no representan una alteración clínica importante.

En los recién nacidos “pretérmino” en estado crítico se han reportado cambios importantes como consecuencia del baño de esponja. Este debe efectuarse rápidamente y se puede requerir atención adicional a la que tenía el niño antes del baño, especialmente en relación con la temperatura a la que se encuentra su incubadora y con la fracción inspirada de oxígeno.

Índice del artículo

¿Para qué sirve el baño de esponja?

La higiene personal con el baño de esponja se utiliza para limpiar el cuerpo, con el objeto de eliminar los malos olores, algunos microorganismos, eliminar las secreciones corporales, eliminar el sudor, el polvo, estimular la circulación de la piel y generar una sensación de bienestar y relajación.

El baño de esponja ayuda a mantener la integridad de la piel, elimina la piel muerta y mejora el aspecto del paciente. Paralelamente se hace el cambio de ropa de cama y se coloca ropa limpia. Esto le otorga una sensación de frescura y bienestar al paciente y su entorno.

Fundamentos y materiales

De manera frecuente, el baño de esponja se efectúa con una esponja o una toalla dispuesta para tal efecto, agua y jabón. Actualmente algunos hospitales emplean toallas húmedas desechables embebidas en una solución de secado rápido que contienen un producto limpiador y desinfectante.

Otros métodos utilizan toallas que se humedecen en una solución limpiadora y desinfectante de secado rápido. Estos últimos procedimientos no requieren enjuague ni secado, por lo tanto son más rápidos e incomodan menos al paciente.

Existen muchas presentaciones comerciales desechables para el baño de esponja, algunas se precalientan y son libre de alcohol y jabón, contienen varias piezas de poliéster humedecidas en una solución con un pH similar al de la piel y están enriquecidas con vitamina E.

Estas piezas están diseñadas para determinadas zonas del cuerpo, lo que previene las infecciones cruzadas sobre los segmentos corporales. Existen kits similares para el lavado en seco del cabello, eliminando los malos olores y dejando el cabello limpio y fresco.

Estos métodos de lavado en seco o con soluciones de secado rápido (40 a 45 segundos) son muy útiles en pacientes que tienen contraindicada la movilización o que, debido a su patología, se encuentran conectados a diferentes aparatos que no deben desconectarse durante el baño.

Materiales para el baño de esponja

– Una esponja o toalla de mano.

– Un recipiente con agua fría.

– Un recipiente con agua caliente.

– Un balde o recipiente para el agua sucia.

– Una toalla de baño.

– Una toalla para la cara.

– Un jabón con jabonera.

– Algodón.

– Tijeras o corta uñas (opcionales).

– Ropa de cama.

– Pijama hospitalario o ropa holgada y cómoda.

– Loción o crema para humectar la piel (opcional).

– Talco (opcional).

– Bolsa para desperdicios.

Procedimiento

El baño de esponja consiste en realizar el lavado del paciente con un orden, desde las zonas más limpias hacia las menos limpias. Para ello, se usa una esponja impregnada con agua y jabón. Al mismo tiempo, se tiende la cama y se efectúan los cambios de posición.

Muchos hospitales tienen manuales de normas y procedimientos para las funciones de enfermería dentro de los cuales especifican el procedimiento a seguir para el baño de esponja. A continuación, se presenta un resumen del procedimiento general para un baño de esponja.

1- Lavarse las manos.

2- Preparar los materiales y llevarlos a la unidad o habitación donde se encuentra el paciente.

3- Identificarse con el paciente y saludarlo. Si el paciente está consciente, explicarle el procedimiento que se realizará y solicitar su cooperación o la de los familiares que lo acompañan.

4- Cerrar todas las ventanas y cortinas; en caso de disponer de uno y si se tratase de una habitación compartida, colocar un biombo para dar privacidad al paciente.

5- Desprender los costados de la ropa de la cama.

6- Retirar las frazadas o cobijas, disponiendo de las mismas en un sitio diferente para evitar que se mojen o ensucien. 

7- Mantener por lo menos una de las sábanas para cubrir al paciente durante el procedimiento.

8- Iniciar del baño.

Proceso de baño

8.1- Limpiar los ojos desde la nariz hacia la mejilla (la oreja), empleando una porción diferente del paño o esponja para lavar cada parpado (sin jabón), dirigiendo los movimientos desde la nariz hacia afuera.

8.2- Enjuagar la esponja, exprimirla y enjabonarla.

8.3- Lavar la cara en dirección descendente, es decir, comenzar por la frente y continuar hacia las mejillas, las orejas y el cuello.

8.4- Enjuagar y secar, utilizando la toalla de baño.

8.5- Lavar, enjuagar y secar ambos brazos empezando por las manos hasta los hombros y terminando por las axilas.

8.6- Lavar, enjuagar y secar el tórax anterior y el abdomen. Usar una gasa o algodón y limpiar el ombligo.

8.7- Si se trata de una paciente (mujer), es importante prestar atención a la limpieza del pecho y los senos.

8.8- Colocar al paciente en posición lateral o en decúbito ventral, y proceder a lavar, enjuagar y secar la zona desde la nuca hasta la región glútea.

8.9- Aprovechar cada cambio de posición para proporcionar masajes utilizando loción (opcional).

8.10- Colocar el camisón limpio y recogerlo en la cintura.

8.11- Proceder a lavar, enjuagar y secar ambos miembros inferiores

8.12- Finalizar el baño con la zona púbica y rectal.

8.13- Acomodar el pijama o la ropa del paciente.

8.14- Proporcionar los implementos para el cuidado del cabello. Cepillar y, si es necesario, realizar un champú en cama, obteniendo previamente el consentimiento del paciente. 

8.15- Arreglar la cama, cambiando sábanas y cobijas.

8.16- Disponer adecuadamente de la ropa sucia y del instrumental utilizado.

8.17- Lavar, seca y guardar el equipo.

Recomendaciones

– Durante el baño se recomienda enjuagar concienzudamente la toalla o esponja de baño y cambiar el agua cuantas veces esta se enfríe o se ensucie.

– En el aseo de la zona genital, es conveniente cambiar el agua constantemente.

– Cuando se procede a lavar la espalda y los miembros inferiores se deberá aplicar una presión mayor durante los movimientos ascendentes que durante los descendentes, en aras de favorecer el retorno venoso (mejorar la circulación venosa en el área).

– Al finalizar el baño, de ser necesario, se asean y se cortan las uñas de manos y pies.

– Si se trata de un paciente anciano, es recomendable limpiar cuidadosamente las arrugas, enjuagándolas y secándolas correctamente.

– Opcionalmente se pueden dar masajes en las prominencias óseas, es decir, los sitios donde sobresalen los huesos en todo el cuerpo, particularmente los que están en contacto con la cama.

– Evitar las corrientes de aire.

– Procurar que el paciente esté siempre cubierto con la sábana durante las distintas etapas del baño.

– Prestar atención a la piel de todo el cuerpo con el objeto de descubrir lesiones, irritaciones, escoriaciones o áreas enrojecidas que deban ser tratadas.

– Si el paciente es un hombre este, además, deberá ser afeitado.

– No es necesario realizar un baño completo diariamente, a menos que se trate de pacientes que presenten sudoración excesiva; sin embargo, esto dependerá de la valoración del personal a cargo del servicio de enfermería.

Referencias

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