Aprendizaje kinestesico: características, técnicas, ventajas, ejemplos
El aprendizaje kinestésico es un estilo de aprendizaje que se caracteriza por una mayor facilidad para almacenar conocimientos y habilidades que estén relacionados con actividades físicas y la manipulación de objetos. Es uno de los tres estilos propuestos en el modelo VAK, desarrollado por el investigador Neil D. Fleming.
El estilo de aprendizaje kinestésico contrasta con el visual y el auditivo, que son los más frecuentes en la mayoría de sociedades modernas. Según todas las investigaciones al respecto, las personas que presentan este estilo representan un porcentaje muy pequeño de la población, y suelen tener problemas en entornos educativos tradicionales ya que estos no están adaptados para ellos.
Para poder aprender correctamente, las personas kinestésicas necesitan moverse y realizar actividades que implican todo su cuerpo. Así, suelen destacar en campos como el deporte, el baile, la construcción y todo aquello que implique algún tipo de labor manual. Curiosamente, además, suelen ser más emocionales de lo habitual y estar más en contacto con sus sentimientos.
Entre las características de los aprendices kinestésicos están la necesidad de encontrarse en un entorno multisensorial para conseguir adquirir nuevos conocimientos de forma sencilla y duradera. Normalmente utilizan un enfoque de prueba y error para aprender, lo que tiene tanto ventajas como desventajas en función del momento.
Índice del artículo
- 1 Características del aprendizaje kinestésico
- 2 Técnicas de aprendizaje kinestésico
- 3 Ventajas
- 4 Desventajas
- 5 Ejemplos de aprendizaje kinestésico
- 6 Referencias
El estilo de aprendizaje kinestésico es el menos conocido entre la población en general, y por eso la mayoría de personas no puede ni siquiera imaginarse cómo es un individuo que lo utiliza de forma prioritaria.
Para ayudarte a hacerte una idea más clara sobre cómo funciona esta forma de adquirir conocimiento, a continuación encontrarás una lista de sus características más relevantes.
Las personas kinestésicas están mucho más en contacto con su cuerpo de lo habitual, y por lo tanto necesitan moverse para poder aprender correctamente. Así, incluso cuando están sentados en una silla escuchando a un profesor realizan pequeñas acciones, como dar golpecitos con los dedos o mover las piernas.
Los individuos de esta categoría tienen facilidad para adquirir habilidades relacionadas con el movimiento, y tienden a recordarlas durante un periodo muy largo de tiempo. Por ejemplo, son capaces de aprender a tocar el piano basándose en el movimiento de sus dedos, o a dominar un deporte con facilidad.
Generalmente las personas kinestésicas tienen facilidad para mover su cuerpo en el espacio y para mantener la coordinación incluso en situaciones complicadas. Además, reaccionan más rápido de lo habitual y tienen una buena coordinación mano – ojo.
Los individuos con un estilo de aprendizaje kinestésico tienen dificultades para retener información que se les ha presentado de manera visual o auditiva mientras ellos la recibían de forma pasiva. Por el contrario, son muy buenos recordando algo que han aprendido mientras participaban en alguna actividad.
Una característica peculiar de los aprendices kinestésicos es que tienden a perder rápidamente el interés en aquello que están haciendo. Por eso, la mejor forma de trabajar con ellos es mediante proyectos, especialmente en aquellos sectores que se prestan a realizar actividades en las que intervenga alguna habilidad motora.
La atención de las personas kinestésicas suele estar bastante más dispersa que la del resto de individuos, especialmente en ambientes de enseñanza tradicionales como la escuela. Esto se debe a que su foco está puesto en la acción, y cuando tienen que permanecer quietos mucho tiempo se aburren y necesitan hacer algo.
Curiosamente, algunas investigaciones muestran que los estilos de aprendizaje presentan algunas combinaciones más probables que otras. Así, las personas kinestésicas pueden tener una cierta tendencia a aprender también de manera visual, pero por el contrario es mucho más raro que puedan adquirir nueva información por la vía auditiva con facilidad.
Si crees que puedes ser un aprendiz kinestésico, es probable que tengas bastantes problemas para aprender de manera tradicional. Por suerte existen muchas acciones que puedes emprender para mejorar tus resultados. Por su puesto, estas actividades también pueden ser aplicadas en niños, en caso de que seas un maestro/a o un padre/madre. A continuación veremos algunas de las más importantes.
Todos sabemos que permanecer sentados durante periodos muy largos de tiempo es malo para la salud. Sin embargo, como aprendiz kinestésico también puede causarte problemas para comprender y retener nueva información. Por el contrario, mientras estás de pie tu cuerpo está más activo y conectado con el proceso de aprendizaje.
Por suerte, a día de hoy existen opciones como las mesas de pie o los atriles para libros que te pueden ayudar a concentrarte durante periodos de tiempo más largos y a recordar más de aquello que lees.
El mayor problema de los aprendices kinestésicos es que necesitan moverse de manera constante para poder permanecer concentrados. Por eso, una buena estrategia de aprendizaje es intercalar el estudio con ejercicio físico, de tal manera que puedas aprovechar al máximo tus capacidades.
En este sentido, una estrategia muy común es trabajar o estudiar durante media hora, y después dedicar cinco o diez minutos a realizar ejercicios explosivos: flexiones, saltar a la cuerda, burpees… También puedes optar por otros deportes más tranquilos como el yoga que te ayuden a centrar la atención en tu cuerpo.
En ocasiones no es posible parar cada treinta minutos para realizar ejercicio cuando estás estudiando o trabajando. Si este es tu caso, prueba a llevar a cabo pequeños movimientos de forma constante, lo que calmará en parte tu necesidad de actuar.
Una buena opción en este sentido es hacerte con un “fidget toy”, un tipo de juguete pensado precisamente para ayudar a las personas activas a concentrarse.
Si te encuentras en una situación de estudio o de trabajo en la que tu capacidad para moverte está realmente limitada, todavía puedes probar una última estrategia: la técnica de tensión y relajación.
Cada cinco o diez segundos, tensa un músculo concreto, y déjalo así durante unos instantes. Repite el proceso tantas veces como te haga falta hasta que recuperes parte de tu concentración.
Esta técnica está basada en un método de relajación muy conocido, por lo que entre otras cosas te ayudará a descargar tensión indeseada. Esto es algo con lo que los aprendices kinestésicos suelen tener muchos problemas, especialmente en contextos de aprendizaje tradicionales.
Utilizar el estilo kinestésico como método primario de aprendizaje puede tener muchas ventajas, especialmente si se sabe cómo sacarle el máximo partido posible. Por ejemplo, las personas que entran en esta categoría suelen tener muchas facilidades para practicar casi cualquier tipo de deporte, por lo que tienden a destacar en este área.
Además de esto, los individuos kinestésicos también presentan facilidad para cualquier actividad en la que esté implicada la habilidad motora, ya sea fina (relacionada con movimientos pequeños) o gruesa (con acciones más amplias). Así, normalmente son buenos carpinteros, escultores o pintores.
Por último, las personas kinestésicas generalmente tienen una mayor facilidad para entrar en contacto con sus sentimientos, ya que son capaces de notarlos de manera física en su cuerpo. Esto implica que su inteligencia emocional suele ser mucho más alta de lo normal, lo que tiene todo tipo de ventajas en muchos contextos diferentes.
Por otro lado, las personas kinestésicas también tienen que enfrentarse a una serie de dificultades en contextos de aprendizaje y trabajo. La mayoría de ellas están relacionadas con el hecho de que este estilo de aprendizaje es el menos común entre la población en general, por lo que casi ningún ámbito está correctamente adaptado a ellos.
Así, por ejemplo, los niños kinestésicos generalmente tienen bastantes problemas durante su edad escolar, ya que suelen ser muy inquietos y se distraen con facilidad. Esto puede provocar que se les diagnostiquen problemas como la hiperactividad o el trastorno por déficit de atención, incluso cuando realmente no los sufren.
Por otra parte, la dificultad para retener información presentada de manera visual y auditiva también provoca todo tipo de problemas a las personas kinestésicas. Normalmente estos individuos se sienten muy desmotivados en el ámbito educativo, por lo que pueden incluso evitar perseguir una titulación superior.
¿Qué rasgos suelen presentar las personas kinestésicas, tanto en la infancia como durante la edad adulta? En esta sección veremos varios ejemplos de comportamientos típicos de los individuos que muestran este estilo de aprendizaje:
– Entienden mejor lo que se les dice sobre un tema cuando pueden realizar acciones directas.
– Se aburren con facilidad en entornos de trabajo o de estudio tradicionales.
– Aprenden mediante el movimiento.
– Les gustan los deportes y la actividad física de todo tipo.
– Suelen ser muy participativos durante el aprendizaje, y odian quedarse simplemente escuchando o mirando una pizarra.
– Les gusta aprovechar todas las oportunidades de cambiar de entorno y de salir de la rutina.
– Les suele interesar construir cosas y trabajar con sus propias manos.
– Normalmente se muestran inquietos cuando tienen que quedarse sentados y sin hacer nada durante mucho tiempo.
– Suelen ser muy expresivos y acompañar su comunicación verbal de movimientos corporales, especialmente gesticulando con las manos y con la cara.
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