México en el siglo XVIII: hechos y cambios socioeconómicos
México en el siglo XVIII seguía formando parte del Virreinato de Nueva España, así que se encontraba bajo el dominio y gobierno de la Corona española. A lo largo de este período fueron aumentando las rebeliones contra los conquistadores y los movimientos nacionales independentistas comenzaron a dar sus primeros pasos.
El siglo XVIII en México se caracteriza por el avance, aunque lento, hacia la modernidad, pero también por la inestabilidad que sufría el país.
La Corona española sufrió diversos cambios durante esta época, que también tuvieron repercusión en la Nueva España. Para empezar, llegaron los Borbones al poder, quienes promulgaron las Reformas Borbónicas en el continente americano.
En México, que formaba parte del Virreinato de Nueva España, las reformas impactaron en la forma de pensar y en la administración colonial. Los cambios económicos, sociales, políticos y hasta en la relación con la Iglesia se empezaron a notar con mayor fuerza a mediados del siglo XVIII.
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Los hechos históricos ocurridos en México durante el siglo XVIII se caracterizaron por ser en su mayoría de índole político, ya que empezaron a ser más frecuentes las rebeliones en contra de la Corona y los grupos que ostentaban el poder. Algunos acontecimientos culturales también destacan tras el año 1700.
Alguno de los hechos políticos más significativos fueron la eliminación, por decreto real, de las encomiendas en 1720 y la aplicación de las Reformas Borbónicas durante los años 1765 y 1777 gracias a José de Gálvez, quien era un visitador del Virreinato que se encargó de que las leyes en las colonias españolas se implantaran a cabalidad.
Una de las consecuencias de las Reformas Borbónica ocurrió en 1786, cuando la Nueva España se dividió en intendencias. Existieron las intendencias de México, de Mérida de Yucatán, de Puebla, Oxaca, Veracruz, de Guanajuato, de Valladolid, de San Luis Potosí, Guadalajara, Zacates, Arizpe y Durango. Más adelante se creó la intendencia de Sinaloa, que fue separada de Arispe.
Finalmente, en 1799 ocurrió la conspiración de los machetes contra la Corona. Fue una rebelión que estuvo liderada por criollos de bajos recursos. Solo estaban armados con 50 machetes y dos pistolas. Se la considera como uno de los movimientos que dio inicio a la Independencia de México.
A nivel social, México sufrió durante todo el siglo de epidemias que afectaron considerablemente a su población. Graves casos viruela se hicieron presente hasta en tres oportunidades en 1762, 1780 y 1798; mientras que el tifus apareció en los años 1737 y 1763.
Culturalmente, en el siglo XVIII se comenzó a construir la Basílica de Guadalupe, se fundó el Real Jardín Botánico de México y se descubrió el Calendario Azteca. El disco monolítico, conocido también con el nombre de Piedra del Sol, es uno de los emblemas más importantes de los mexicanos.
Desde los inicios de la conquista en la Nueva España predominó la población española y criolla. Los indígenas y los grupos mestizos no ocupaban un lugar específico dentro de la sociedad. Los indios, por ejemplo, fueron explotados por la aplicación de medidas como las encomiendas.
En el siglo XVIII la población criolla del México colonial empezó a definirse como “americanos”. La búsqueda de la modernidad en la Nueva España llevó al afrancesamiento de algunos aspectos de la vida colonial.
La indumentaria de la población empezó a cambiar, especialmente en las clases más poderosas. Los soldados también experimentaron un cambio en sus uniformes. La llegada de peluqueros y sastres empezó a ser más habitual.
El término “ciudadano” empezó a introducirse en el México colonial, que contaba con una población de aproximadamente cuatro millones de personas.
Durante el siglo XVIII también fueron evidentes grandes cambios a nivel económico, político y cultural. Se vivió con la idea de que la Nueva España había entrado en la era moderna y que sus habitantes habían abrazado las ideas del período de la Ilustración.
El México colonial del siglo XVIII se caracterizó por una economía con constantes altibajos. Era el Virreinato más rico entre las colonias de España. La minería avanzó, y la agricultura mantenía cierta importancia, pero existía una gran disparidad entre las diferentes clases sociales.
Los indígenas seguían siendo una población explotada. Eran los grupos encargados de trabajar la tierra, desarrollar la ganadería y de llevar a cabo la explotación minera.
Gracias a la importancia que adquirió el comercio en el continente americano, las haciendas se convirtieron en una fuente importante de ingresos. También fue determinante que durante el siglo XVIII se revitalizaron zonas mineras que en el pasado habían sido importantes.
Se crearon nuevos distritos de tesorerías, lo que tuvo como consecuencia el cobro de más impuestos en todos los ámbitos. Por ello existió una gran presión fiscal que permitió llenar las cuentas de la Real Hacienda.
En esta época existió mayor inquietud en lo que se refiere a la política por parte de la población de la Nueva España del siglo XVIII. Existieron conflictos entre los españoles y los criollos por la desigualdad que existía al momento de ocupar los cargos más importantes del poder.
El cambio más importante, quizás, fue la división de la Nueva España en intendencias. Esta decisión tuvo un gran efecto posterior, pues sirvió de base para la división política actual de México, que se constituye por Estados.
Durante la época colonial fue una constante el papel protagónico que tuvo la Iglesia católica. En el siglo XVIII la educación que recibieron los criollos empezó a elevar su calidad. A diferencia del siglo XVII, la lógica perdió relevancia.
Debido a la búsqueda de la modernidad, la filosofía entró en conflicto entre las ideas tradicionales, escolásticas y los nuevos pensamientos. En el arte, el estilo neoclásico dejo atrás al barroco y el color blanco representó a la modernidad, aunque realmente los habitantes de México no disfrutaban de ella.
Los escritores del siglo XVIII se caracterizaron por abrazar los movimientos ilustrados y clasicistas.
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