Medicina

Tatuajes infectados: síntomas, causas y tratamientos


Aunque los tatuajes infectados no suelen ser muy comunes, es importante identificarlos a tiempo a fin de evitar complicaciones. Un tatuaje puede infectarse al igual que cualquier herida limpia; es decir, realizada bajo condiciones controladas, en un ambiente con condiciones sanitarias mínimas y tomando en cuenta las medidas de asepsia y antisepsia.

Sin embargo, debido a las características particulares del tatuaje, determinar si está infectado o no puede resultar todo un desafío, siendo este diagnóstico mucho más complejo que cualquier otra infección de piel.

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Síntomas 

Los síntomas de infección de un tatuaje suelen ser los mismos que los de cualquier infección: enrojecimiento y dolor de la zona afectada. En apariencia, no debería representar ningún reto diagnóstico; sin embargo, la situación no es tan sencilla como parece.

Tatuajes infectados

Causas que dificultan la percepción de los síntomas

Cobertura

En primer lugar, los tatuajes suelen cubrirse con una capa de papel transparente. Esta capa, aunque permite ver la piel, no da acceso a detalles finos como las características de los folículos.

Imposibilidad de palpar

Un tatuaje recién hecho no se puede palpar. Esto hace más difícil identificar áreas de induraciones y aumento local de la temperatura. Durante los primeros días, mientras el tatuaje está cubierto, resulta muy difícil la inspección del área en busca de signos incipientes de infección, los cuales pueden pasar desapercibidos.

Solapamiento de síntomas

Una vez que se retira la cubierta transparente aún es posible que los signos de infección pasen inadvertidos; esto se debe a que los mismos se solapan con los síntomas que se espera sienta la persona durante los primeros días después de haberse tatuado.

En este sentido, es muy complicado que alguien pueda diferenciar si el dolor que siente se debe al tatuaje en sí o a una infección, sobre todo en tatuajes extensos.

En estos casos la persona suele darse cuenta de que hay un problema varios días después, dado que el dolor persiste luego de lo esperado e incluso se hace peor.

Enrojecimiento camuflado

El enrojecimiento del área puede pasar desapercibido debido a que se camufla con los colores del tatuaje, en especial en aquellos con colores muy saturados u oscuros.

Temperatura

También es posible que la persona no note el aumento local de la temperatura debido a la cobertura y a que el tatuaje en sí mismo produce cierto grado de inflamación de la piel, la cual se encuentra más caliente que el tegumento circundante. De manera que, una vez más, resulta complicado detectar la infección en los primeros días.

Sin embargo para el ojo experimentado es posible detectar estos síntomas incipientes y poder hacer el diagnóstico, de manera que cuando el paciente acude al médico por lo general tiene un diagnóstico en cuestión de minutos. Este diagnóstico suele confirmarse con una hematología que revela elevación de los glóbulos blancos.

Desafortunadamente, mientras más tiempo pasa entre la aparición de los síntomas y el momento en el que la persona afectada nota que tiene un problema, mayores son las posibilidades de complicaciones como abscesos y sepsis.

Abscesos

Cuando la infección es severa o el tratamiento se inicia muy tarde, existe la posibilidad de que se desarrolle un absceso en el área de infección. Conocida como celulitis abscedada, esta condición se caracteriza por la acumulación de pus debajo de la piel, creando unas cavidades que deben drenarse para lograr curar el absceso.

No se trata de una condición frecuente, pero cuando se presenta debe actuarse de inmediato a fin de evitar que evolucione a sepsis, o que el absceso se haga tan grande que su tratamiento (usualmente quirúrgico) genere desfiguración del área afectada.

Sepsis

Se conoce como sepsis a la infección generalizada del organismo con riesgo de falla de múltiples órganos e incluso la muerte. La sepsis ocurre cuando una infección se propaga desde el punto de inicio hacia todo el organismo a través del torrente sanguíneo.

Si bien esto no es frecuente tampoco es imposible, de manera que en las infecciones extensas, cuando el tratamiento tarda o no es efectivo, existe la posibilidad de que el paciente desarrolle sepsis, requiriendo hospitalización para colocar tratamiento antibiótico endovenoso y proveer medidas de soporte vital.

¿Qué causa la infección de un tatuaje?

Al igual que con cualquier otro tipo de infección cutánea, los responsables más frecuentes son los microorganismos que colonizan la piel, y de estos el Staphylococcus aureus es el más común.

Sin embargo, cuando las condiciones del área de tatuaje no son óptimas y no se respetan las medidas de asepsia y antisepsia, es posible que se presente contaminación por otros gérmenes menos comunes, como los bacilos gram negativos e incluso las pseudomonas.

Por lo general el agente causal se trata de manera empírica. Sin embargo, de no haber respuesta al tratamiento o desarrollarse complicaciones, puede ser necesario realizar cultivos a fin de determinar la bacteria involucrada en la infección, a fin de instaurar un tratamiento específico con base al antibiograma.

Tratamiento

Dependiendo de la severidad y la extensión de la infección pueden usarse tratamientos tópicos u orales.

Tratamiento tópico

Si la infección es bien localizada, el paciente no tiene síntomas generales y se detecta a tiempo el problema, es posible controlar la infección con antibióticos tópicos en forma de gel o crema, siendo los más efectivos la bacitracina y el mupirocin.

Tratamiento vía oral

Cuando estos no surten el efecto deseado o se desarrollan complicaciones, entonces debe iniciarse tratamiento por vía oral.

Los antibióticos usados como primera línea la mayoría de las veces son las cefalosporinas de primera generación (como el cefadroxilo), las penicilinas semisintéticas (como la amoxicilina o ampicilina) o incluso quinolonas (como ciprofloxacina) en los casos de alergia a la penicilina.

Cultivos

Si ninguno de estos tratamientos funciona se deben realizar cultivos para identificar el organismo causal y poder iniciar terapia con base en el antibiograma.

Así mismo, si se desarrollan complicaciones serias (como la sepsis) puede ser necesaria la hospitalización para administrar tratamientos endovenosos.

Cirugía

En casos excepcionales de abscesos muy extensos puede llegar a ser necesario practicar una cirugía para drenaje del material purulento, aunque estos casos no suelen ser muy frecuentes debido al éxito de los tratamientos antibióticos.

Referencias 

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