Liberalismo económico: qué es, características, ventajas, representantes
¿Qué es el liberalismo económico?
El liberalismo económico es una doctrina surgida en el siglo XVIII que promueve un sistema económico libre, basado en la propiedad privada, regido por las leyes económicas del libre mercado y con una mínima o ninguna intervención del estado. Por ello se considera fuertemente vinculada al desarrollo del capitalismo.
Esta doctrina comenzó en Europa durante el período de la Ilustración (antes de la Revolución francesa), y está asociada con el ascenso de la burguesía comercial e industrial y al declive de las clases nobles y aristocráticas, así como de los estados que gravaban con fuertes impuestos a los empresarios y controlaban distintos aspectos de la economía.
Hay que destacar que el liberalismo económico y el liberalismo político son doctrinas distintas, aunque tiendan a ser confundidas. Baste mencionar que el primero puede convivir con formas de gobiernos dictatoriales, mientras que el segundo puede estar vinculado a proyectos democráticos.
Características del liberalismo económico
Libertad económica
Cuando se habla de libertad económica se refiere a que las relaciones económicas deben fluir libremente, sin regulaciones por parte del estado. Los seres humanos deben tener el derecho de elegir una actividad y poder desarrollarla si cuentan con capital u otros recursos para hacerlo.
Se habla de libertad económica cuando se busca que no haya limitaciones al crecimiento económico, como las aduanas, los impuestos o las leyes que protegen en muchos países a los productores locales de competidores externos.
El libre mercado
Para el liberalismo económico el mercado no necesita ser dirigido o supervisado por el estado. En teoría, en una economía sana las leyes de la oferta y la demanda (lo que es ofrecido y lo que los compradores buscan) deberían ser capaces de cubrir todas las necesidades de una sociedad, equilibrando factores como la abundancia y la escasez de productos.
Para los teóricos de esta doctrina establecer control de precios o subsidiar productos (cuando el estado da dinero a productores para cubrir sus pérdidas), va en contra de los principios del “libre mercado”, y puede considerarse como una forma de competencia desleal con otros productores que no reciben ayuda.
Rechazo a la intervención del estado
El liberalismo rechaza las políticas proteccionistas, presiones y otras formas de regulación por parte de los gobiernos, como el control de precios, impuestos, aduanas, controles a la exportación o importación de productos, controles a la propiedad o límites a las ganancias.
Para esta doctrina todas estas formas de intervención enturbian las relaciones económicas, coartan la iniciativa y alejan la prosperidad.
El egoísmo y la propiedad privada
Para esta forma del liberalismo la fuerza que mueve a la economía es el egoísmo: una persona que trabaja y se esfuerza por enriquecerse a la larga está trabajando a favor de toda la sociedad, al crear nuevas fuentes de trabajo y mayor cantidad de productos.
Para que la iniciativa individual sea posible es necesario garantizar a los empresarios la propiedad de los medios de producción. Por otro lado, al estar repartida la propiedad entre los ciudadanos se garantiza materialmente la libertad de pensamiento y expresión.
Ventajas y desventajas
Ventajas
Innovación y creatividad
El liberalismo promueve la búsqueda de soluciones innovadoras a problemas de todo tipo, la investigación y desarrollo de técnicas y tecnologías en campos diversos como la medicina, la industria automotriz y de la aviación, las comunicaciones o el desarrollo de la exploración espacial (sobre todo aquella vinculada con los satélites), entre otras.
Competencia y abundancia
La competencia sin regulaciones entre empresas por un lado favorecen mejoras continuas en la calidad de los productos, que los precios bajen y que no haya escasez.
Garantía a las libertades políticas y civiles
Al defender la propiedad privada y la iniciativa individual el liberalismo crea las bases materiales para defender las libertades políticas y ciudadanas. Cuando los estados controlan la propiedad controlan también lo que se puede decir y pensar.
Mejora las condiciones de vida
La continua creación de nuevas empresas y proyectos y la abundancia de productos favorecen mejores condiciones de vida para los ciudadanos.
Impulsa el desarrollo económico y mejora los servicios básicos
La competencia permanente y la economía de mercado favorecen el desarrollo de infraestructura (agua, electricidad, carreteras, puertos), y promueven mejoras en la educación para cubrir empleos cada vez más exigentes y complejos.
Desventajas
Tiende a ser depredador y poco amistoso con el ambiente
La trayectoria del liberalismo económico ha estado marcada por una sobreexplotación de los recursos naturales y humanos, desde la revolución industrial hasta nuestros días, y es en gran medida responsable del grave daño ambiental y de las condiciones de deterioro del planeta.
Alimenta las desigualdades sociales
A pesar de la teoría, el liberalismo económico en la práctica ha incrementado las desigualdades sociales en todo el mundo, haciendo a los ricos más ricos, a los pobres más pobres, y golpeando duramente a la clase media.
Favorece los monopolios y carteles
La competencia despiadada y el crecimiento sin control promueven la aparición de monopolios (una sola empresa se apropia de todos los pasos en la producción y comercialización de un producto), y de carteles (varias empresas de un mismo ramo se asocian para mantener los precios altos y controlar el mercado).
Perjudica las economías nacionales pequeñas
El libre mercado, es decir, la libre competencia, no es necesariamente justa, sobre todo cuando pone a competir economías fuertes con economías débiles. Por eso existen políticas proteccionistas, especialmente en la agricultura.
Reduce o desestima las ayudas sociales
Al reducir la carga impositiva a las empresas y corporaciones los estados cuentan con menos recursos para cubrir los costos de los sistemas educativos, de salud y de infraestructura. En un mundo donde los continuos cambios pueden dejar a millones de personas sin empleo, los programas de ayudas sociales siguen siendo fundamentales.
Representantes del liberalismo económico
Adam Smith (Escocia, 1723-1790)
Fue un filósofo y economista escocés autor del libro Las riquezas de las naciones (1776), donde defiende que el crecimiento económico solo es posible a través de la división del trabajo y la libre competencia. Smith creía que si se dejaba al hombre en libertad, este buscaría por egoísmo el bien social.
Thomas Robert Malthus (Inglaterra, 1766-1834)
Clérigo, erudito y político británico, considerado padre de la demografía, autor del Ensayo sobre el principio de la población, donde planteaba que la población siempre iba a crecer más rápido que la producción de alimentos. Sus teorías tuvieron mucha influencia y fueron asociadas con la teoría de la selección natural.
David Ricardo (Inglaterra, 1772-1823)
Economista inglés, autor del libro Principios de economía política y tributación (1817), en el que planteó su teoría del valor-trabajo y una teoría de la distribución (según la cual el valor de un producto depende de los costos de producción).
Milton Friedman (Estados Unidos, 1912-2006)
Este economista estadounidense, Premio Nobel de Economía en 1976, reimpulsó las tesis del liberalismo económico a través de la Escuela de Economía de Chicago, defendiendo el libre mercado y atacando las intervenciones gubernamentales. Sus tesis económicas han sido aplicadas, con resultados desiguales, por economías como la de Estados Unidos, Reino Unido, Chile y países de Europa Oriental.
Referencias
- De Vroey, M. (2009). El liberalismo económico y la crisis. Tomado de scielo.org.co.
- Bresser-Pereira, L.C. (2017). The two forms of capitalism: developmentalist and economic liberalism. Tomado de scielo.br.
- Salazar López, B. (2018). Liberalismo económico. Tomado de abcfinanzas.com.
- Liberalismo económico (2021). Tomado de enciclopediaeconomica.com.
- Liberalismo económico (2021). Tomado de es.wikipedia.org.