Lengua y literatura

Recursos lingüísticos: qué son, tipos, características, ejemplos


¿Qué son los recursos lingüísticos?

Los recursos lingüísticos son elementos que emplea el escritor para producir textos que resulten de interés para el lector. Por lo general, estos recursos suelen ser asociados con la literatura. Sin embargo, es una concepción errada, ya que se pueden encontrar tanto en manifestaciones orales como escritas.

Los buenos textos no dependen solo de la presencia de enunciados fidedignos, sino que también requieren del uso de transiciones, la organización de la información, la existencia de asociaciones entre las ideas y el empleo de figuras que den variedad al texto.

Los recursos lingüísticos se pueden clasificar en tres categorías. En primer lugar, se encuentran los que se emplean para dar organización al texto. A esta categoría pertenecen elementos que crean transiciones, como los conectores.

También están los que se utilizan para dar énfasis al texto, tales como la reiteración y el asíndeton. Por último, se encuentran los que tienen como propósito dar variedad al lenguaje, de modo que el texto resulte atractivo para el lector.

En este último grupo se encuentran las figuras retóricas como la metáfora, la metonimia, la aliteración, el hipérbaton, la hipérbole, entre otras.

Tipos de recursos lingüísticos

Los recursos lingüísticos pueden clasificarse en cinco grandes grupos: recursos cohesivos, recursos enfáticos, recursos retóricos, morfológicos y fonéticos.

Recursos lingüísticos cohesivos

Los elementos cohesivos se caracterizan porque aportan organización al texto. Establecen relaciones entre las ideas, de modo que el texto se perciba como una unidad y no como un conjunto de estructuras aisladas.

Hay distintos tipos de recursos lingüísticos cohesivos:

Conectores

Entre los elementos cohesivos se encuentran los conectores, los cuales son palabras que establecen puentes entre las oraciones y los párrafos que forman un texto.

Los conectores pueden indicar jerarquía, oposición, relaciones temporales, entre otros. 

Ejemplos

– De jerarquía: “En primer lugar”, “ante todo”, “en segundo lugar”, “por una parte”, “por otra parte”.

– De oposición: “En cambio”, “no obstante”, “si bien”, “ahora bien”.

– Para resumir: “En resumen”, “en conjunto”, “en suma”.

– De tiempo: “Al mismo tiempo”, “a continuación”, “posteriormente”, “antes”.

Referencias

Las referencias son otros de los elementos que se utilizan para crear cohesión. Estas pueden ser de dos tipos: anafóricas y catafóricas.

La referencia anafórica se da cuando se emplean pronombres u otros sustantivos que hacen alusión a un elemento que se ha mencionado anteriormente.

Ejemplo de referencia anafórica

“El canto de las sirenas lo traspasaba todo, la pasión de los seducidos habría hecho saltar prisiones más fuertes que mástiles y cadenas. Ulises no pensó en eso”. El silencio de las sirenas, de Franz Kafka.

En el ejemplo mostrado, la palabra “eso” hace referencia al canto de las sirenas del que se hablaba anteriormente.

Por su parte, la referencia catafórica se da cuando la referencia precede al elemento al que se hace alusión.

Ejemplo de referencia catafórica

“Allí estaban todos reunidos: mis hermanos, mis padres y mis tíos”.

En el ejemplo, la palabra “todos” hace referencia a “mis hermanos, mis padres y mis tíos”, los cuales se nombran después.

Recursos lingüísticos enfáticos

Los elementos enfáticos son aquellos que se emplean para resaltar una parte del discurso. Existen diversos recursos que permiten crear énfasis, entre los que destacan los adverbios, el asíndeton y el polisíndeton.

Adverbios y sintagmas adverbiales

Por sí solos, los adverbios no crean énfasis. Es la posición de estos lo que da al discurso un significado especial.

Generalmente es necesario interrumpir el orden natural de la oración para poder crear este efecto. 

Ejemplos

– Probablemente la niña no llegó sino hasta las tres de la tarde.

– La niña, probablemente, no llegó sino hasta las tres de la tarde.

En la primera oración no existe énfasis de ningún tipo, mientras que en la segunda se busca resaltar el sentido de incertidumbre de la oración.

– Yo no sabía nada de esto.

– Yo, claro está, no sabía nada de esto.

En la segunda oración se enfatiza el hecho de que la persona desconocía la situación.

Asíndeton

El asíndeton consiste en la supresión de la conjunción copulativa “y”. En algunos casos, la ausencia de este elemento genera un sentido de sinonimia que resalta el valor de la frase.

Ejemplo

– Era un ganador y un héroe.

– Era un ganador, un héroe.

En la segunda frase, la elisión de la “y”da énfasis a la condición de héroe.

Polisíndeton

El polisíndeton es el fenómeno opuesto al asíndeton. Consiste en la repetición de una conjunción coordinante.

El polisíndeton tiene como efecto llamar la atención del lector, además de dar un sentido de persistencia en el texto.

Ejemplo

“Klaus empezó a sollozar, no tanto de dolor como de rabia por la terrible situación en que se encontraban. Violet y Sunny lloraron con él, y siguieron llorando mientras lavaban los platos, y cuando apagaron las velas del comedor, y cuando se cambiaron de ropa y se pusieron a dormir”. Un mal principio, de Lemony Snicket.

Recursos lingüísticos retóricos

Existen diversas figuras retóricas que se emplean para dar variedad al texto. Entre estas destacan la metáfora, el símil y la antítesis.

Metáfora

La metáfora es el elemento retórico más común. Compara dos elementos diferentes, entre los cuales existe una relación de semejanza que puede ser subjetiva, depende del punto de vista del que enuncia el discurso.

Este no solo se encuentra en textos literarios, sino que se puede apreciar en cualquier nivel del discurso. De hecho, a diario se emplean metáforas sin notarlo.

Ejemplo

Por ejemplo, llamar “patas” a las estructuras inferiores de una silla es una metáfora que se establece por relación con las patas de los animales.

Metonimia

La metonimia consiste en asignar a un elemento el nombre de otro. Entre estos dos elementos existe una relación de contigüidad.

Ejemplo

“Pásame la sal”. En este caso, lo que la persona está pidiendo es el salero.

Símil

El símil es una comparación entre dos elementos que se asemejan en ciertos aspectos. Consta de un nexo lingüístico que por lo general es la palabra “como”.

Ejemplo

“(…) del tenebroso espacio que se abría por encima de sus cabezas llegaba la desagradable sensación de una especie de chapoteo u oleaje rítmico, algo así como el ruido de las olas en una playa de aguas remansadas”. El horror en Dunwich, de H. P. Lovecraft.

Antítesis

La antítesis establece una relación entre dos ideas que contrastan.

Ejemplo

“Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad”. Neil Amstrong.

Recursos lingüísticos morfológicos

Son aquellos que se emplean para dar importancia a una parte del texto resaltando alguna cualidad u otorgándole cierta prioridad.

Enumeración

Es un cúmulo de sustantivos sinónimos o similares para describir algo.

Ejemplo

“Y todo eso a pesar de ser una persona ingrata, desleal, desagradecida y despreciable”.

Epíteto

Son adjetivos calificativos que sirven para resaltar alguna cualidad evidente.

Ejemplo
“El silencioso desierto”.

– Recursos lingüísticos fonéticos

Son recursos que, a partir de elementos sonoros, permiten destacar o embellecer algún concepto del texto.

Onomatopeya

Palabra que imita un sonido natural.

Ejemplo

“Me despertó el toc toc de la puerta”.

Paranomasia

Es un recurso que consiste en colocar dos palabras de sonido parecido de manera cercana.

Ejemplo

“Tres tristes tigres comían trigo en un trigal”.

Referencias

  1. 5 Essential elements of the writing process. Recuperado de moodle.sfai.edu
  2. Critical Elements of the Writing Process. Recuperado de my.ilstu.edu
  3. Figures of speech. Recuperado de wikipedia.org