Prueba del torniquete: procedimiento, resultados, consideraciones
La prueba del torniquete o test de Rumpel-Leede es un examen que se realiza para explorar la fragilidad de los vasos sanguíneos de un paciente. Es una prueba simple, de fácil ejecución, utilizada por lo general en pacientes con síntomas de dengue.
Consiste en colocar en el brazo del paciente un lazo o algún elemento que interrumpa la circulación normal. Cuando aparecen pequeñas lesiones rojas en la piel del paciente en un número superior a 30, se considera que la prueba es positiva.
A pesar de que la positividad de la prueba no es un diagnóstico definitivo de dengue o de alguna enfermedad de la circulación, si bien funciona como predictor para la posibilidad de sangrado de ese paciente.
La prueba del torniquete es un tipo de examen físico muy utilizado, sobre todo en centros de salud donde no se cuenta con los recursos necesarios para realizar las pruebas sanguíneas necesarias que den un diagnóstico de alguna enfermedad que cause hemorragia.
Índice del artículo
La prueba del torniquete es una técnica que se utiliza principalmente para evaluar las enfermedades que causan fragilidad capilar o disminución del número de plaquetas de un paciente.
El fenómeno que ocurre en el paciente cuando la prueba es positiva, fue descrito por el Dr. Theodor Rumple en 1909 y nuevamente en 1911 por el Dr. Carl Stockbridge Leede.
En ese tiempo, ellos realizaban estudios en pacientes con fiebre escarlata o escarlatina, que es una enfermedad infecciosa producida por la contaminación con la bacteria Streptococcus pyogenes. Esta afección se presenta con la aparición de pequeñas lesiones cutáneas de color rojo denominadas petequias.
Las petequias aparecen cuando los vasos sanguíneos más pequeños, denominado capilares, se vuelven frágiles debido a una enfermedad o cuando el conteo de plaquetas en el paciente es muy bajo. Las plaquetas se ocupan de controlar la hemorragia, por lo tanto cuando no hay suficientes, se presentan trastornos de coagulación.
En condiciones ideales, el examen debe hacerse con el manguito de un medidor de presión arterial. Para su realización correcta, debe medirse la presión arterial del paciente y utilizar la presión arterial media (PAM) como límite para inflar el manguito y no someter al paciente a daños innecesarios y dolorosos en el brazo.
Por ejemplo, sabiendo que los valores normales de presión arterial media son entre 60 y 80 mmHg, si el paciente tiene una presión de 120/80 mmHg podemos hacer la prueba inflando el manguito hasta 70 mmHg.
A pesar de que este cálculo debería realizarse con todos los elementos que lleva la fórmula matemática (PAM = (gasto cardíaco x resistencia vascular sistémica) + presión venosa central), el objetivo de la prueba es que sea un test rápido, por lo que se calcula un promedio según la presión del paciente al momento del examen.
Una vez que se tiene el promedio de la presión arterial, se infla el manguito hasta ese número y se espera 5 minutos para desinflarlo. Después de dos minutos se realiza la evaluación del miembro del paciente.
En caso de no contar con el equipo necesario, el examen puede realizarse con un torniquete, que es una banda elástica con la que se detiene la circulación sanguínea, con un lazo o con cualquier dispositivo con el que se pueda interrumpir el paso de sangre al miembro del paciente.
Cuando se libera la presión del brazo ejercida por el manguito, o por el elemento que se haya utilizado, se procede a evaluar la piel en el miembro del paciente.
Si se evidencia la formación de petequias en un número mayor de 30 en un área de 10 cm, o mayor de 10 en un área de 3 cm, la prueba será positiva.
Las petequias son pequeñas lesiones en forma de punto que se ubican en la piel. Son planas, milimétricas y de color rojo. Su aparición indica sangrado por la fragilidad de los capilares, que son los vasos sanguíneos terminales de muy pequeño diámetro.
Cuando los capilares se vuelven frágiles por condiciones clínicas, ocurre la extravasación de las células sanguíneas llamadas eritrocitos. Esta salida anormal de eritrocitos hacia la piel es lo que causa la aparición de petequias.
Un resultado positivo indica que el paciente presenta una condición que está causando fragilidad de los vasos sanguíneos o una disminución del conteo de plaquetas, lo que ocasiona desórdenes en el proceso normal de coagulación.
En países tropicales y subtropicales es común pensar que el dengue sea la enfermedad causante de este proceso anormal de coagulación. Sin embargo, la prueba puede ser positiva en pacientes con otras condiciones como diabetes mellitus, hipertensión arterial o escarlatina, entre otras.
Cuando se obtiene un resultado positivo en la prueba del torniquete, el médico comienza su investigación acerca del diagnóstico del paciente.
A partir del interrogatorio y los antecedentes de la persona que se está tratando, se forma un perfil particular que lleva al abordaje diagnóstico.
Si el paciente tiene historia de hipertensión arterial o algún tipo de anemia hereditaria, estos pueden ser los causantes de la fragilidad capilar.
En un paciente sin antecedentes patológicos que acude con fiebre y debilidad, y que presenta un resultado positivo en la prueba del torniquete, puede sospecharse la infección con dengue.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura de un mosquito. Es la enfermedad más común a nivel mundial que se transmite por la picadura de un insecto. La excepción es en Europa, donde es muy poco común que se den casos.
Más de cien millones de personas sufren la condición anualmente en el mundo y es la causa de 25.000 muertes anuales en más de cien países. Las muertes por dengue ocurren principalmente en niños.
Es transmitido por la especie femenina del mosquito Aedes aegypti, que se localiza comúnmente en países tropicales y subtropicales. Sin embargo, es un insecto de rápida multiplicación por lo que, actualmente, es una especie que se encuentra en muchos países sin distinción de climas.
La enfermedad causa, entre otros síntomas, fiebre y fragilidad capilar por un mecanismo poco conocido y estudiado, y puede llevar a la muerte en los casos más graves de la enfermedad.
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