Sophie Scholl: biografía, logros, aportes, frases
Sophie Scholl (1921 – 1943) fue una estudiante y activista alemana contra el nazismo que formó parte del movimiento de resistencia pacífico Rosa Blanca. El régimen nazi la ejecutó tras encontrarla repartiendo panfletos contra la guerra.
Era miembro de una familia protestante luterana que inculcó en ella firmes valores religiosos. Scholl estuvo rodeada de personas que disentían con el modo de actuar de Adolf Hitler y sus seguidores, entre los que se contaban su padre y su hermano.
El movimiento Rosa Blanca surgió en 1942 como una propuesta anti-nazi que usaba la paz y la religión como sus herramientas. Al año siguiente, Sophie Scholl y su hermano, Hans, fueron apresados por la Gestapo mientras distribuían propaganda contra el nazismo.
La activista fue condenada a la guillotina por ser hallada culpable del cargo de alta traición. Desde entonces, Scholl pasó a ser reconocida como una miembro destacada de la resistencia contra el régimen de Hitler.
Índice del artículo
Biografía
Primeros años
Sophia Magdalena Scholl nació el 9 de mayo de 1921 en Forchtenberg, Alemania. Sus padres fueron el político Robert Scholl y su esposa Magdalena Müller, quienes tuvieron seis hijos de los cuales Sophie era la cuarta.
Los nombres de los hermanos de Scholl fueron Inge, Hans, Elisabeth, Werner y Thilde (que murió en la infancia). En la época en la que Sophie nació, su padre tenía el cargo de alcalde de Forchtenberg y se mantuvo en esa posición hasta 1930.
Sus padres eran cristianos luteranos y criaron a sus hijos dentro de su fe. Sophie Scholl tuvo una infancia tranquila; comenzó a asistir al colegio a los siete años y obtuvo buenos resultados académicos.
La familia Scholl se mudó a Ludwigsburg en 1930 y dos años más tarde se trasladaron a la ciudad de Ulm. En 1932 Sophie comenzó a asistir a una secundaria femenina; en esa época el nazismo empezó a tomar fuerza en Alemania.
Juventud
Robert Scholl no era partidario de las ideas impulsadas por Adolf Hitler y los miembros del Partido Nacional Socialista, pero como la mayoría de los jóvenes, sus hijos entraron en los grupos conformados en torno al mismo.
Sophie entró en la Liga de Muchachas Alemanas a los doce años y logró ser líder de su grupo. Sin embargo, no estuvo de acuerdo cuando comenzó a implementarse la segregación de los judíos en 1935.
Otro de sus conflictos con la organización pro-nazi fue que le recriminaron el haber leído al autor judío Heinrich Heine. Esas diferencias llevaron a que, eventualmente, Sophie Scholl se separara de la Liga de Muchachas Alemanas (Bund Deutscher Mädel, BDM).
Su disgusto por el régimen nazi se consolidó después de que sus hermanos fuesen arrestados por participar en el Movimiento Juvenil Germánico, que en la época hacía contrapeso a las Juventudes Hitlerianas.
Scholl se graduó de la secundaria en 1940 y comenzó a trabajar como maestra de un jardín de infancia en Ulm. Un año después fue reclutada para cumplir con seis meses de servicio auxiliar en la Segunda Guerra Mundial.
Su labor allí también fue la de docente de preescolar, pero bajo la figura del Servicio de Trabajo Nacional, algo obligatorio para ingresar a la universidad. Scholl tenía planeado estudiar biología y filosofía, pero en esa época comenzó interesarse en su espiritualidad.
Movimiento Rosa Blanca
Sophie Scholl fue aceptada en la Universidad de Múnich desde principios de 1941, pero comenzó a estudiar después de cumplir con su Servicio de Trabajo Nacional en mayo de 1942.
Meses más tarde Hans Scholl fue enviado al frente oriental y eso consolidó la postura del joven contra el régimen nazi.
Ese mismo año el padre de Sophie, Robert Scholl, fue arrestado durante cuatro meses por decir en público que Hitler era el azote de Dios y que la guerra ya estaba perdida.
La familia Scholl estaba convencida de que el nazismo debía ser combatido y Hans se rodeó de amigos que pensaban como él, entre ellos Christoph Probst, Jungen Witternstein y Alexander Schmorell, además de un profesor llamado Kurt Huber.
Este grupo de jóvenes consideraba que el modo de luchar contra la violencia que Hitler estaba alentando era con un modelo pacífico. Comenzaron a escribir algunos panfletos en los que plasmaron sus ideales en 1942.
En mayo de ese año Sophie Scholl consiguió hacerse con una imprenta en la que podía reproducir los panfletos del movimiento Rosa Blanca. Algunos de los que recibieron en su correo esa propaganda contra la guerra y el nazismo la entregaron a las autoridades.
Arresto
Entre mediados de 1942 y principios del año siguiente el movimiento Rosa Blanca había distribuido seis panfletos en diferentes ciudades, entre ellas Colonia, Hamburgo, Berlín y Múnich. En estos se afirmaba que Hitler llevaría a Alemania a su destrucción.
También los muchachos que integraban al movimiento Rosa Blanca clamaban por la libertad de expresión, libertad de culto y la protección para los ciudadanos de la acción criminal de los estados totalitarios.
El 18 de febrero de 1943 Sophie y Hans Scholl llevaron una maleta llena de reproducciones de aquellos panfletos a la Universidad de Múnich y los esparcieron por los corredores del recinto antes de que los alumnos salieran de clase.
Un miembro del personal universitario llamado Jakob Schmid vio a los muchachos cuando dejaban caer las últimas copias y llamó a la Gestapo. Ambos hermanos fueron apresados desde ese día, luego capturaron a otros miembros del grupo como fue el caso de Christoph Probst.
Juicio
Todos fueron acusados de traición y no se les permitió contactar a un abogado para que los defendiera en sus juicios.
Sophie Scholl decidió confesar después de conocer que la Gestapo había encontrado prueba de sus actividades, pero no reveló información acerca de ningún otro miembro.
Los padres de Sophie y Hans Scholl intentaron entrar al juicio de sus hijos, pero no lo consiguieron y, al contrario, fueron expulsados del tribunal. Los hermanos Scholl y Christoph Probst fueron declarados culpables por el juez Roland Freisler.
Muerte
Sophie Scholl fue ejecutada en la guillotina el 22 de febrero de 1943 en la prisión Stadelheim de Múnich, Alemania. Su hermano Hans Scholl y su amigo Christoph Probst tuvieron la misma condena y murieron el mismo día que ella.
Antes de morir, sus padres Robert y Magdalena Scholl lograron ver por última vez a sus hijos, quienes se mostraron valientes ante la condena que debían cumplir.
Uno de los guardias que estuvo presente en el momento de la ejecución admitió luego que ellos permitieron, sin que sus superiores supieran, que los tres jóvenes se reunieran durante un momento antes de ser ejecutados para compartir un cigarrillo y conversar unos minutos.
Logros y aportes
Las contribuciones de Sophie Scholl a la lucha contra el régimen totalitario nazi son incalculables, puesto que no se limitan a los hechos. Su ejemplo de vida y lucha sirvió como inspiración contra la violencia que estaba propagada en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
Antes de ser ejecutada dijo que no le importaba morir si gracias a eso miles podían llegar a escuchar acerca de la lucha que ella y los del movimiento Rosa Blanca habían iniciado: conseguir la oportunidad de vivir libremente y en paz.
Hasta la actualidad Sophie Scholl y su hermano Hans, así como el resto de los integrantes de Rosa Blanca, continúan siendo un ejemplo para muchos del valor de hacer lo correcto sin importar el costo que eso pueda conllevar.
En 2003 se ubicó un busto en honor a Scholl dentro del templo Walhalla en Baviera, ese mismo año los hermanos Scholl fueron seleccionados en el cuarto lugar en una lista de elección popular para escoger a los alemanes más importantes de todos los tiempos.
La Universidad de Múnich Ludwig Maximilian creó el Geschwister-Scholl-Institute (Instituto Hermanos Scholl) y alrededor del mundo existen varias escuelas y calles con el nombre de Sophie Scholl.
Frases de Sophie Scholl en vida
– “El único remedio para un corazón estéril es la oración, por pobre e inadecuada que sea”.
– “¿Cómo podemos esperar que prevalezca la justicia cuando casi nadie se entregará indivisiblemente a una causa justa?”.
– “Todavía estoy tan lejos de Dios que ni siquiera siento su presencia cuando oro. A veces, cuando pronuncio el nombre de Dios siento como si me hundiera en un vacío (…). Pero la oración es el único remedio”.
– “Después de todo, alguien tenía que empezar. Lo que escribimos y dijimos también lo creen muchos otros. Ellos simplemente no se atreven a expresarse como lo hicimos nosotros”.
– “Sé que la vida es una puerta a la eternidad y, sin embargo, mi corazón a menudo se pierde en pequeñas ansiedades. Olvida el gran camino a casa que se encuentra ante él”.
– “Me aferraré a la cuerda que Dios me ha arrojado en Jesucristo, incluso si mis manos entumecidas ya no pueden sentirlo”.
– “El hecho de que tantas cosas estén en conflicto no significa que nosotros mismos debamos estar divididos”.
– “El fin del terror es preferible al terror sin fin”.
– “Nunca estoy libre de la incertidumbre en la que vivimos estos días, que excluye cualquier plan despreocupado para el mañana y ensombrece todos los días por venir”.
– “Compadezco a la gente que no puede encontrar la risa o, al menos, un poco de diversión en las pequeñas cosas del día”.
Referencias
- En.wikipedia.org. 2020. Sophie Scholl. [online] Available at: en.wikipedia.org [Accessed 16 November 2020].
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