Anatomía y fisiología

Espacio de Morison: localización, anatomía, funciones


El espacio de Morison es un área intraabdominal que se encuentra delimitada por el hígado en la parte superior y por el riñón derecho en la parte inferior. Debido a su localización se conoce también como espacio subhepático o receso hepatorrenal.

Se llama espacio de Morison porque fue descrito por el eminente cirujano inglés James Rutherford Morison (1853-1939). Se dice que es un espacio virtual ya que en condiciones normales no tiene ningún contenido y se encuentra colapsado por las capas de tejido intraabdominal. La cantidad de líquido que se encuentra normalmente en el peritoneo es de 50 mL.

Sin embargo, en caso de traumatismo abdominal, es uno de los primeros sitios donde se depositan los líquidos abdominales y allí es cuando cobra importancia. Su evaluación es primordial cuando se sospecha ruptura del estómago, esófago o de los órganos vecinos al hígado, como por ejemplo la vesícula biliar.

Cualquiera de estos contenidos en el espacio de Morison representa un motivo para que el paciente sea operado de emergencia.

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Anatomía

La cavidad abdominal está cubierta por una membrana de tejido conectivo llamada peritoneo. Este cubre o da sostén a los órganos intraabdominales. Las áreas que se forman entre dos órganos cubiertos por peritoneo son denominados recesos peritoneales. Son pliegues que crean espacios en forma de bolsa, es decir, que están abiertos por un lado y cerrados por el lado contrario.

En toda la cavidad abdominal existen varios espacios formados por el peritoneo y el de Morison es uno de los más importantes.

Localización

El espacio de Morison se encuentra dentro de la cavidad abdominal. Concretamente, es el área que se localiza por debajo del lóbulo derecho hepático y por encima del riñón derecho.

Este espacio, en condiciones normales, está colapsado. Es decir, no hay un espacio como tal. No tiene contenido de fluidos u órganos.

Funciones

Los espacios peritoneales no cumplen más función que la de separar dos órganos. En personas sanas, los exámenes abdominales, como el ecosonograma o la tomografía axial computarizada, no logran distinguir estos espacios.

En el caso del espacio de Morison, sirve para identificar lesiones en los órganos intraabdominales. Por ejemplo: si en el ecosonograma abdominal se observa líquido debajo del hígado, que es el área que corresponde al espacio de Morison, se puede asegurar que hay alguna lesión que está causando la acumulación de líquido en ese espacio.

Por lo tanto cuando el espacio se hace visible en algún examen de imagen, ayuda a diagnosticar condiciones que hacen que se acumule líquido dentro del abdomen.

Cantidades tan pequeñas como 40 mL de líquido, pueden observarse en el espacio de Morison a través de una tomografía axial computarizada (TAC) abdominal.

Una vez que se diagnostica la presencia de líquido y se logra evidenciar su procedencia, se decide la modalidad terapéutica. El paciente puede tener un tratamiento conservador para algunas condiciones, pero debe ser llevado a quirófano para otras de más urgente resolución.

Enfermedades relacionadas

Las condiciones asociadas al espacio de Morison, son aquellas que permiten la acumulación de líquido dentro de la cavidad abdominal. 

Existen diferentes enfermedades y lesiones que logran acumular suficiente líquido en el abdomen haciendo que se llene este, así como otros espacios peritoneales.

Ascitis

Se conoce como ascitis a la acumulación de líquido dentro de la cavidad abdominal. La causa más común es la cirrosis hepática, pero también puede ocurrir por enfermedades malignas como el cáncer de ovario.

Cuando existe suficiente líquido dentro del abdomen los espacios peritoneales comienzan a llenarse. A través de una tomografía axial computarizada (TAC) de abdomen, se hace visible el espacio de Morison lleno de líquido.

Cuando se acumula una cantidad importante de líquido, a partir de 1,5 litros, la presión comienza a hacerse muy incómoda para los pacientes, por lo que se realiza un procedimiento de descompresión llamado paracentesis.

La paracentesis es un procedimiento invasivo en el cual se introduce una aguja en una de las zonas declive del tronco. Puede hacerse guiado por un ecosonograma y, en este caso, se realizará la aspiración del espacio donde se vea con más claridad el líquido.

La descompresión ayuda a mejorar los síntomas del paciente, pero hay que tratar la causa principal del problema para evitar que el abdomen se llene de nuevo de líquido.

Traumatismo abdominal cerrado

El trauma abdominal cerrado ocurre cuando hay una lesión grave en el abdomen producida por un golpe contuso.

Este tipo de condición representa un desafío en el diagnóstico ya que pueden estar lesionados muchos órganos e incluso estar sangrando dentro del abdomen, sin que el médico pueda saberlo a simple vista. El sangrado interno no detectado es la principal causa de muerte prevenible en pacientes traumatizados.

El examen físico puede dar algunas pistas, pero son finalmente las evaluaciones radiológicas las que ofrecen el diagnóstico final.

El espacio de Morison es el primer espacio peritoneal que se revisa a través del ecosonograma focalizado en el abdomen en caso de trauma o eco-FAST, por sus siglas en inglés.

Cuando se encuentra contenido líquido en el espacio de Morison, se realiza una punción guiada por eco para evaluar la naturaleza del contenido. Puede ser sangre, bilis o contenido gástrico. En cualquier caso, esto es un criterio para que el paciente sea llevado a cirugía de emergencia.

Absceso intraabdominal

Un absceso abdominal es una acumulación de fluido contaminado dentro de una membrana, ubicado en alguna zona u órgano intraabdominal.

Los abscesos subhepáticos o los suprarrenales suelen llenar el espacio de Morison y pueden observarse en estudios de radiología simple como una radiografía de abdomen simple de pie.

El diagnóstico se realiza según la historia clínica del paciente, los hallazgos de laboratorio y la evidencia en los procedimientos radiológicos, principalmente en tomografía axial computarizada (TAC).

Una vez que se llega al diagnóstico de absceso intraabdominal, el tratamiento se puede realizar colocando un catéter desde la cavidad del absceso al exterior para drenarlo, sin necesidad de operar.

Si el absceso es muy grande o el paciente está muy sintomático, se procede a realizar un drenaje quirúrgico realizando una cirugía abdominal.

En ambos procedimientos debe indicarse la administración de antibióticos intravenosos para completar el tratamiento del paciente.

Referencias

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