Ciencia

Genie Wiley, la niña salvaje que solo reconocía su nombre


Genie Wiley fue el nombre que se le dio a una niña salvaje rescatada en 1970, cuando contaba con 13 años de edad. Su caso fue estudiado por muchos de los psicólogos, lingüistas y científicos más relevantes de la época, ya que en el momento en que se la encontró la joven sufría severos retrasos en el desarrollo y no había aprendido a hablar.

Aproximadamente cuando tenía 20 meses, su padre la encerró en una habitación a la que nadie más que él tenía acceso. A partir de este momento, y hasta que fue rescatada, Genie permaneció atada en casi todo momento a un orinal o a una pequeña silla, sin tener estímulos de ningún tipo, y con los brazos y piernas totalmente inmovilizados.

Estas condiciones durante sus primeros años de vida tuvieron como resultado que la niña no desarrollara sus capacidades cognitivas. Los trabajadores que estudiaron su caso lo vieron como una oportunidad para comprender más sobre la naturaleza del lenguaje, además de sobre la teoría del periodo crítico de aprendizaje, que dice que cada habilidad mental solo puede aprenderse en un momento de la vida determinado.

Durante los años siguientes a su rescate, los científicos que trabajaron con ella consiguieron que desarrollase en gran medida algunas habilidades como la comunicación no verbal o la capacidad para relacionarse con otras personas de forma efectiva. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos nunca llegó a adquirir un primer idioma por completo.

Finalmente, tras muchos años viviendo en instituciones para personas con problemas mentales en las que sufrió severos abusos, tanto físicos como psicológicos, su madre biológica prohibió todos los estudios relacionados con Genie. Hoy en día, se cree que vive internada en un centro especializado en California, en los Estados Unidos.

Índice del artículo

La historia de Genie Wiley

Genie nació en 1957, siendo la cuarta hija de una familia de Arcadia (Los Ángeles), California. No se sabe mucho de sus dos primeros años de vida, pero se cree que la niña pudo haber nacido con un trastorno del desarrollo, que habría hecho que adquiriese ciertas habilidades normales a su edad con retraso.

Su madre estaba prácticamente ciega debido a un accidente que había sufrido cuando era más joven, y dependía casi por completo de su marido, el padre de Genie. Este mantenía una relación abusiva con ella, maltratándola físicamente y aislándola del mundo exterior, obligándola a cortar todo contacto con cualquiera que no fueran él o sus hijos.

Cuando la niña contaba con 20 meses de edad, su abuela paterna murió atropellada por un conductor bajo los efectos del alcohol, lo que afectó mucho a su padre. Este, paranoico, decidió que tenía que proteger a su familia a toda costa del mundo exterior, por lo que les obligó a permanecer encerrados en casa sin tener ningún contacto con otras personas.

Así, Genie pasó casi doce años sin salir de la casa familiar, atada en todo momento a un orinal que hacía las veces de silla, aunque ocasionalmente su padre la trasladaba a una cuna en la que dormía atada dentro de un saco de dormir. La habitación estaba casi completamente a oscuras, y prácticamente vacía de estímulos.

Por si esto fuera poco, el padre de Genie tenía una tolerancia al ruido extremadamente baja, y daba palizas a su mujer o a su hijo si hablaban sin pedirle permiso primero. Además, les prohibió expresamente que hablaran con la niña, evitando también hacerlo él mismo. De esta manera, durante sus primeros trece años de vida, la joven prácticamente no tuvo ocasión de escuchar lenguaje hablado.

Descubrimiento de Genie

En octubre de 1970, cuando Genie tenía aproximadamente trece años, su madre decidió huir con ella para irse a vivir con sus padres y abandonar la casa familiar. El hermano de la niña, que por aquel entonces tenía ya 18 años, había huído hacía tiempo y se encontraba viviendo con unos amigos.

Poco después, la madre de Genie decidió solicitar una ayuda estatal debido a su problema de visión, pero por equivocación entró en el edificio de los Servicios Sociales. Allí, los trabajadores se fijaron en las penosas condiciones en las que estaba la niña, y tras confirmar su edad decidieron contactar con la policía.

Tanto el padre como la madre de Genie fueron arrestados y acusados de maltrato infantil, y la niña fue trasladada al hospital para niños de Los Ángeles. Un día antes de tener que ir a juicio para ser condenado por los abusos hacia su familia, el padre se suicidó, dejando una nota en la que explicaba que “el mundo nunca entendería lo que había hecho”.

A partir de este momento, Genie pasó a manos de un equipo de expertos liderados por David Rigler, un terapeuta de la University of Southern California; Howard Hansen, jefe del departamento de psiquiatría de la misma institución; y James Kent, un pediatra especializado en el desarrollo infantil.

Estado inicial de Genie

Desde los primeros exámenes que mostraron el estado en que se encontraba la niña, multitud de expertos se interesaron por su historia y por su posible mejora. El Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) donó los fondos necesarios para llevar a cabo todas las investigaciones que hicieran falta con Genie, con el fin de ayudarla y entender mejor el desarrollo humano.

El equipo que se encargó en un principio de su rehabilitación se encontró con una niña de 13 años que pesaba menos de 30 kilos, que apenas sabía andar, y que era incapaz de mantener sus piernas y brazos estirados. Tampoco era capaz de masticar, de controlar sus esfínteres, y por supuesto de hablar; y de hecho, solo reconocía dos palabras: su propio nombre, y “perdón”.

Tras el examen inicial, Kent se refirió a ella como “la niña más profundamente afectada que había visto nunca”, mostrando así pesimismo sobre su posible recuperación. En los tests de habilidades cognitivas que se le administraron, consiguió una puntuación equivalente a la de un niño de un año.

Sin embargo, en muy poco tiempo Genie Wiley comenzó a hacer grandes progresos en determinadas áreas. Por ejemplo, aprendió a vestirse por sí sola y a ir al baño sin ayuda, además de ser capaz de comunicarse con otras personas de forma no verbal. Sin embargo, su progreso con el lenguaje permaneció prácticamente nulo.

Genie y el lenguaje

Una de las principales razones por las que el caso de Genie interesaba tanto a psicólogos como a lingüistas era que ofrecía una oportunidad prácticamente única de estudiar la naturaleza del lenguaje.

En aquella época, una de las teorías más importantes era la propuesta por Noam Chomsky, que defendía que los humanos venimos equipados de forma innata con unas herramientas que nos permiten entender los principios del lenguaje. Si somos expuestos al habla, estas herramientas hacen posible que aprendamos a utilizar un idioma de forma muy rápida.

Sin embargo, otros lingüistas como Eric Lennenberg creían que la adquisición del habla solo puede darse de forma realmente efectiva en un momento dado de la vida, lo que se conoce como “periodo crítico”.

Según este investigador, a partir de los 12 años de edad el cerebro pierde parte de su plasticidad y no somos capaces de aprender un lenguaje de forma completamente funcional, si no hemos adquirido uno primario previamente.

El caso de Genie, por lo tanto, permitía a los expertos en este campo comprobar si la teoría del periodo crítico de la adquisición del lenguaje era cierta o no. Si, con un programa adecuado de rehabilitación, la niña no era capaz de aprender a hablar, esto implicaría que el habla solo puede desarrollarse hasta una edad determinada.

Progreso con el habla

A pesar de conseguir una puntuación equivalente a la de un niño de 1 año de edad en sus primeros tests, Genie comenzó a emitir sus primeras palabras rápidamente. En un principio, pronunciaba palabras aisladas, y más tarde las unía de dos en dos, de la misma manera que hacen los bebés cuando están aprendiendo a hablar.

En este punto, sus terapeutas creían que Genie sería capaz de aprender a hablar de forma totalmente normal. Sin embargo, jamás llegó a la siguiente fase del desarrollo, en la que los niños empiezan a experimentar con nuevas combinaciones de palabras y a aplicar normas gramaticales básicas. Por tanto, su dominio del idioma se quedó estancado en este punto.

Este resultado parece corroborar las teorías de Chomsky y Lennenberg sobre el periodo crítico en la adquisición del lenguaje. Sin embargo, otros factores como la severa desnutrición que sufrió durante sus primeros trece años de vida, los abusos que sufrió a manos de su padre y una posible enfermedad genética hacen que los datos no sean tan concluyentes como podrían parecer en un principio.

Años posteriores y actualidad

Durante los siguientes años los distintos investigadores que trabajaban en su caso pelearon por su custodia y por tener la oportunidad de trabajar con ella más de cerca. Sin embargo, en 1974 la NIMH retiró la financiación de la investigación, debido a la falta de resultados importantes.

Desgraciadamente, durante los siguientes años Genie fue pasando por diferentes casas de acogida, en las que sufrió aún más abusos y maltratos. Finalmente, su madre denunció a sus investigadores y pidió que se retirara a la joven de la vida pública, con lo que su situación actual es prácticamente desconocida.

Debido a los abusos que sufrió en los años posteriores a 1974, la joven volvió a encerrarse en su mutismo y pareció perder gran parte de las habilidades que había adquirido durante sus años de tratamiento. Actualmente, se sabe que está internada en un centro especializado en el sur de California, alejada de las cámaras y los experimentos.

Referencias

  1. “The story of feral child Genie Wiley” en: VeryWell Mind. Recuperado en: 28 Agosto 2019 de VeryWell Mind: verywellmind.com.
  2. “Genie Wiley: la terrible historia de la niña salvaje” en: Tuul. Recuperado en: 28 Agosto 2019 de Tuul: tuul.tv.
  3. “El extraño caso de Genie” en: La Mente Es Maravillosa. Recuperado en: 28 Agosto 2019 de La Mente Es Maravillosa: lamenteesmaravillosa.com.
  4. “Genie Wiley: la terrible historia de la niña salvaje” en: Psicoactiva. Recuperado en: 28 Agosto 2019 de Psicoactiva: psicoactiva.com.
  5. “Genie (feral child)” en: Wikipedia. Recuperado en: 28 Agosto 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.