Lengua y literatura

Onomatopeya: características, función, tipos, ejemplos


La onomatopeya es un recurso retórico que consiste en expresar mediante el lenguaje oral o escrito un sonido con la finalidad de representar o imitar a algún objeto, animal o fenómeno de la realidad. Dicho de otra manera, la onomatopeya sirve para describir un sonido por medio de una palabra que es semejante a este dentro de un determinado idioma.

Algunos ejemplos de onomatopeyas podrían ser “bang” para describir un disparo, “boom” para una explosión, “toc toc” para el golpeo de una puerta, “ring” para simular el sonido de una llamada telefónica o “cuac” para imitar el graznido de un pato.

Como puedes observar, la onomatopeya se caracteriza por emplear casi siempre palabras monosílabas para imitar los sonidos. Además, puede cambiar de acuerdo al idioma en que sea expresada.

Por otro lado, este elemento literario puede presentarse de dos maneras: visual y auditiva. El comic o tebeo suele ser un buen referente visual, ya que sus viñetas están constantemente rellenas de onomatopeyas para dar mayor dinamismo a la historieta.

En relación al origen etimológico de la palabra onomatopeya, esta proviene del vocablo griego onomatopoeia, que a su vez está compuesta por onoma que viene a ser “palabra o sonido” y por poieo que se traduce como crear. Entonces, este recurso lingüístico es la creación de un sonido a través de la palabra.

Índice del artículo

Características de las onomatopeyas

La onomatopeya se caracteriza por los siguientes aspectos:

Variabilidad

Si bien la onomatopeya es la representación de un sonido por medio de la palabra, también es cierto que la escritura y su pronunciación puede variar en cada idioma o lengua. En este sentido, la onomatopeya del ladrido del perro se imita en español con un “guau”, mientras que en inglés se utiliza “woof”.

Monosílaba

Un rasgo sobresaliente de la onomatopeya es que por lo general es monosílaba. Esto quiere decir que el sonido que se representa está formado por una sola sílaba. Por ejemplo: el “cuac” que emite el pato.

Diversidad

La onomatopeya posee la característica de ser diversa. Esto se dice en virtud de que se puede representar o imitar sonidos de la naturaleza, de animales, personas u objetos. Así pues se tiene el “miau” del gato, el “achís” de una persona al estornudar, el “gluglú” de las burbujas de agua o el “tilín” de una campanilla.

Rareza en la grafía o en la pronunciación

Un rasgo singular de la onomatopeya es la rareza o carácter poco común de las palabras o grafías que se utilizan para representar los sonidos. Ejemplo: el “shhh” para indicar que se requiere silencio.

Expresividad

Una onomatopeya es expresiva debido a que puede manifestar ciertos estados emocionales. Al mismo tiempo, este recurso literario puede emplearse por medio de repeticiones y exclamaciones para darle más dinamismo al texto. Ejemplo: ¡Bip, bip! que simula el sonido de la bocina de un automóvil.

Extensión

Si bien las onomatopeyas son palabras cortas, también es cierto que pueden ser alargadas dentro del texto o enunciado con la intención de darle más fuerza a lo que se expresa. Ejemplo: “¡Yuuuujuuuu!”, este sonido manifiesta una alegría intensa.

Ámbito

Las onomatopeyas son un recurso utilizado con frecuencia en el ámbito cotidiano, en el proceso de comunicación de los niños cuando están aprendiendo a hablar y en las historietas o comics. Además son aplicadas por los autores en cuentos y poemas. Ejemplo: El único sonido que se escuchó fue el “ring, ring” del teléfono.

Función sintáctica

Una onomatopeya puede tener función sintáctica dentro de un enunciado. Esto quiere decir que la palabra que se utiliza para imitar un sonido puede clasificarse como un sujeto, predicado o adjetivo. Ejemplo: El “ja, ja, ja” resonó en la habitación. En este caso el sonido que simula la risa (ja, ja, ja) pasa a ser el sujeto de la oración.

Función

La onomatopeya tiene la función de aumentar la expresividad dentro de los textos y en el lenguaje hablado para darle mayor intensidad y fuerza.

Al mismo tiempo, el uso de este recurso literario dota a los contenidos de dinamismo, emociones, vivacidad, precisión y concisión. De allí que esta herramienta se utilice en todos los géneros literarios y en la comunicación diaria.

Tipos de onomatopeya

La onomatopeya puede ser de dos tipos:

Onomatopeyas visuales

Esta variedad de onomatopeyas consiste en representar por medio de imágenes formadas por letras, palabras o frases el contenido del cual trata el enunciado.

Las onomatopeyas visuales fueron comunes en los movimientos de vanguardias literarias y se manifestaron a través de caligramas (texto que forma una figura con las palabras que lo conforman).

Por ejemplo, con la onomatopeya “miau” se puede realizar un caligrama que describa el rostro de un gato. A este pueden incorporarle palabras propias del comportamiento de este animal.

Actualmente, como hemos indicado anteriormente, el uso de onomatopeyas visuales es muy común en el mundo del comic. Este recurso le imprime creatividad a los textos que lo acompañan. A su vez, otro canal donde es frecuente la utilización de onomatopeyas es a través de los conocidos stories de plataformas como Instagram, Giphy o Snapchat.

Onomatopeyas auditivas

Las onomatopeyas auditivas son las más comunes, puesto que se utilizan para imitar a través de la palabra el sonido que hace un objeto, animal, persona o fenómeno de la naturaleza.

Este tipo de onomatopeya despierta los sentidos y las emociones de los receptores en virtud de que las narraciones y descripciones ganan sentido, ritmo, fuerza e intensidad. En este sentido, las onomatopeyas auditivas son utilizadas tanto en poesía, como en cuentos y novelas, esto sin olvidar el uso cotidiano. Algunas de las más comunes son: miau o guau.

Ejemplos de onomatopeyas

Zas (golpe)

– El muchacho iba corriendo y, zas, se escuchó ese tremendo golpe.

Plas, plas (aplausos)

– El artista se acercaba a la tarima y solo se escuchaba el plas, plas, plas de las manos del público.

Mmmm (para expresar que algo está sabroso)

– María probó la sopa y solo pudo escucharse un mmm.

Cuac, cuac (graznido del pato)

– El pato graznó tan fuerte que su cuac, cuac partió un vaso en la cocina de la casa.

Quiquiriquí (el canto del gallo)

– Ya no quiero escuchar ese quiquiriquí. Mañana, si sigue así, nos quedaremos sin gallo.

Glu, glu (el sonido al beber agua)

– ¿Tienes que hacer tanto ruido al beber agua, José? ¡Tu glu, glu, glu me tiene harto!

Mmmmuuuu (mugido de la vaca)

– Supe que era mi vaca amada, su mmmuuu es inconfundible.

Croa, croa (el croar de las ranas)

– Siempre es lo mismo cuando sale la luna llena… croa, croa, croa toda la bendita noche… ¡odio a esos sapos!

Tic, toc (el sonido del reloj)

– No quería creerlo, me parecía mentira, pero sí… justo a las 3:00 a. m., luego del tic, toc, apareció el espectro.

Toc, toc (el sonido al tocar la puerta)

– Y así se quedó… toc, toc, toc durante toda la noche, pero yo nunca le abrí.

Referencias

  1. ¡Tatatachán: 95 onomatopeyas! (2011). España: Fundéu BBVA. Recuperado de: fundeu.es.
  2. Interjecciones versus onomatopeyas. (S. f.). España: Junta de Andalucía. Recuperado de: juntadeandalucia.es.
  3. ¿Qué es una onomatopeya? (2019). (N/a): Estandarte. Recuperado de: estandarte.com.
  4. (2020). España: Wikilengua. Recuperado de: es.wikilengua.org.
  5. (2020). España: Wikipedia. Recuperado de: es.wikipedia.org.