Psicología

¿Qué es el aspecto afectivo en el desarrollo personal?


El aspecto afectivo en el desarrollo personal es uno de los componentes más importantes del proceso de maduración de una persona. Se define como el conjunto de emociones, sentimientos y elementos sociales que determinan las relaciones de una persona consigo misma y con su entorno.

El aspecto afectivo del desarrollo personal comienza en la primera infancia, estando muy influenciado por la relación del niño con sus padres. Lo que ocurra en esta época determinará en gran medida los aspectos sociales y emocionales de la persona en su vida adulta.

Sin embargo, el proceso de desarrollo afectivo continúa a lo largo de todas las etapas de la vida de un individuo. El principal marco teórico utilizado para estudiar el aspecto afectivo del desarrollo humano es la teoría del apego, desarrollada por John Bowlby a mediados del siglo XX.

¿Cómo influye en la persona el aspecto afectivo?

En un principio la teoría del apego de Bowlby se utilizaba tan solo para estudiar las relaciones de los niños con sus padres durante la infancia. Sin embargo, más adelante numerosos estudios mostraron que esta relación marcaba profundamente a la persona durante su vida adulta.

La teoría de Bowlby se basa en el concepto de “apego”: un vínculo profundo y duradero que conecta a una persona con otra a lo largo del tiempo y el espacio.

Este apego se forma por primera vez con los padres (especialmente con la madre o con el cuidador principal), y la forma que tome determinará el desarrollo afectivo de la persona a lo largo de su vida.

Importancia del apego

En el año 1958 Harry Harlow llevó a cabo un controvertido experimento sobre la importancia del afecto y el apego en el desarrollo de los seres vivos. Aunque poco ético, este experimento sirvió para entender mejor cómo afecta el aspecto afectivo del desarrollo a la vida de las personas.

El experimento consistió en separar a varias crías de monos rhesus (animales muy sociales) de sus madres y de sus grupos de referencia. Estas crías tenían cubiertas todas sus necesidades básicas, como el agua o la comida, exceptuando la de contacto social.

El objetivo del experimento era estudiar los efectos que tendría sobre los monos el ser criados en soledad. Para ello, Harlow dividió a las crías en tres grupos:

  • Monos totalmente aislados del resto.
  • Monos que vivían en grupos de crías, sin un adulto cerca.
  • Monos criados con una “madre sustituta”.

Monos totalmente aislados del resto

El primer grupo experimental estaba formado por aquellos monos criados sin ningún tipo de contacto social con otros miembros de su especie. El tiempo que estuvieron aislados varió, pero en general duró entre 3 meses y un año.

Después de este tiempo aislados, Harlow puso a estas crías en contacto con otros monos de su especie, para observar su comportamiento. Todas las crías aisladas mostraron los siguientes comportamientos inusuales:

  • Se asustaban ante el resto de monos y se aislaban de ellos.
  • Mostraban comportamientos repetitivos, como balancearse en el sitio y abrazar su propio cuerpo.
  • Se mostraban más agresivos de lo normal, incluso hacia sí mismos (pudiendo incluso llegar a automutilarse).
  • Eran incapaces de socializar o comunicarse con los demás.

Monos que vivían en grupos de crías

El segundo grupo de monos consistía en crías que vivían juntas, sin tener a un adulto cerca con el que formar vínculos de apego. Estos macacos se aferraban unos a otros en busca de contacto físico, se abrazaban continuamente y en general les costaba mucho separarse.

Cuando fueron introducidos de nuevo en un grupo normal de monos, estas crías mostraron síntomas mucho más leves que los experimentados por los que habían estado completamente aislados. Aun así, no se comportaban de manera totalmente normal.

Monos criados con una “madre sustituta”

El último grupo de monos también consistía en crías aisladas completamente. Sin embargo, dentro de su jaula se introducía un muñeco de felpa con aspecto de mono adulto, con un recubrimiento cálido y suave que imitaba el pelaje de la madre.

Las crías de este tercer grupo se aferraban a la madre sustituta en busca de compañía y afecto; y cuando se introducía una amenaza externa, corrían a abrazarse al muñeco.

Cuando se les reintrodujo en el grupo normal de monos, se comprobó que estas crías no sufrían efectos tan severos a lo largo de su vida como las del primer grupo.

Conclusiones sobre la importancia del apego

A pesar de que el experimento de Harlow pueda parecernos cruel, nos ayudó enormemente a comprender cómo afecta la carencia de apego en el desarrollo afectivo de los seres vivos.

Los monos privados de contacto físico durante el primer año de su vida nunca llevaron una vida normal, mientras que aquellos que sí lo tuvieron se recuperaron con el tiempo.

En el caso de los seres humanos, es muy improbable que se dé una situación en la que crezcamos totalmente privados de contacto físico. Sin embargo, según los estudios de Bowlby, sí que se pueden producir casos en los que los vínculos de apego que formamos no sean totalmente seguros.

Estos casos de apego inseguro tienen consecuencias muy negativas en la vida de los individuos, dificultándoles el tener relaciones satisfactorias de adultos e incluso prediciendo la aparición de trastornos mentales.

Componentes del aspecto afectivo

Bowlby describió tres componentes principales dentro del aspecto afectivo del desarrollo humano. Estos componentes tienen que ver con cómo experimentamos nuestras relaciones importantes, desde el vínculo de apego con nuestra madre durante la infancia hasta las relaciones de pareja de adultos. Los tres componentes son los siguientes:

Componente cognitivo

Formado por las creencias, actitudes y pensamientos sobre cómo son el resto de personas y qué se puede esperar de ellas. En función de nuestras experiencias tempranas y cómo nos hayamos sentido en las relaciones de nuestra vida, confiaremos más o menos en los demás.

Componente afectivo

El componente afectivo tiene que ver con las emociones que experimentamos en presencia de alguien importante para nosotros. Estas emociones pueden ser de alegría (si hemos tenido apego seguro), ansiedad (si formamos apego inseguro) o rechazo (en el caso del apego evitativo).

Componente conductual

En función de los dos componentes anteriores, cada individuo tenderá a comportarse de una manera distinta en presencia de una persona importante en su vida.

Aquellos con un apego seguro tenderán a abrirse a la otra persona y querer pasar tiempo con ella, mientras que los que tengan apego inseguro o evitativo se alejarán del otro.

Referencias

  1. “Emotional Development” en: Britannica. Recuperado de Britannica: britannica.com.
  2. “Attachment Theory” en: Simply Psychology. Recuperado de Simply Psychology: simplypsychology.com.
  3. “Affectional Bond” en: Wikipedia. Recuperado de Wikipedia: en.wikipedia.org.
  4. “Social-Emotional Development Domain” en: California Department of Education. Recuperado de California Department of Education: cde.ca.gov.
  5. “Teoría del apego” en: Wikipedia. Recuperado de Wikipedia: es.wikipedia.org.