Batalla de Chupas: antecedentes, causas y consecuencias
La batalla de Chupas fue un enfrentamiento bélico enmarcado en la segunda etapa de la guerra civil entre los conquistadores de Perú. La de Chupas está considerada como la batalla más sangrienta dentro de esa guerra y tuvo lugar el 16 de septiembre de 1542. En ella se enfrentaron los leales a la corona española y los seguidores de Almagro “El Mozo”.
El conflicto desatado entre los partidarios de Francisco Pizarro y los de Diego de Almagro por el control de las tierras conquistadas en el Perú y Chile, concluyó con la muerte de los dos conquistadores. Almagro “El Mozo”, descendiente de Diego, fue nombrado por los suyos gobernador de Nueva Castilla.
La situación hizo reaccionar a la Corona española. Cristóbal Vaca de Castro fue enviado para pacificar el territorio y reforzar la posición castellana en la zona.
Diego de Almagro “El Mozo” no aceptó la autoridad del enviado de la Corona y preparó a su ejército para combatirlo. En esta fase de la guerra, realistas y almagristas dirimieron el poder en el territorio. La batalla de Chupas acabó dando la victoria a los fieles al rey español.
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Antecedentes
Muy poco después de acabar con el Imperio Inca, los conquistadores españoles comenzaron a enfrentarse entre ellos. Los historiadores distinguen varias etapas dentro de esta guerra civil, comenzado por el enfrentamiento entre los partidarios de Francisco Pizarro y los de Diego de Almagro por hacerse con el poder en el territorio.
La segunda etapa se produjo cuando la corona española pretendió imponer su autoridad en el nuevo continente, ante la resistencia de los conquistadores y sus descendientes de perder las ventajas que habían conseguido.
Francisco Pizarro y Diego de Almagro
La rivalidad entre los dos socios en la conquista de la zona de América que comprende Perú y Chile, nació ya desde la firma de la Capitulación de Toledo, que reflejaba las ganancias que iban a obtener cada uno de ellos.
El entonces rey español, Carlos I, decidió dividir los territorios invadidos en gobernaciones, entregándolas a los conquistadores. Pizarro recibió la Gobernación de Nueva Castilla, en Perú, y Almagro fue nombrado gobernador de Nueva Toledo, en Chile.
Aparte de la poca riqueza que, según Almagro, había en Nueva Toledo, el conflicto estalló por la situación de Cuzco. Ambos conquistadores reclamaban que la ciudad se ubicaba en su respectiva gobernación, sin que fuera posible llegar a un acuerdo.
El hermano de Fernando Pizarro, Hernando, se puso al frente de las tropas que derrotaron a Almagro el 6 de abril de 1538 en la batalla de las Salinas. El perdedor fue tomado prisionero y ejecutado poco después.
Asesinato de Francisco Pizarro
La muerte de Diego de Almagro dejó a su hijo mestizo como heredero. El joven, con el mismo nombre que su padre y apodado “el mozo”, no fue reconocido por los pizarristas, negándole sus derechos de herencia.
Los almagristas se conjuraron entonces con un doble propósito: vengar al padre y luchar por los derechos del hijo. El 26 de junio de 1541, un grupo de almagristas burló la seguridad del Palacio de Gobierno y asesinó a Francisco Pizarro.
Tras la muerte del conquistador, los almagristas proclamaron a Diego de Almagro “el mozo” como gobernador de Nueva Castilla.
Cristóbal Vaca de Castro
Mientras todo eso ocurría en América, la corona española había decidido recortar el poder de los primeros conquistadores. En el caso de Perú, a finales de 1541, las autoridades hispanas enviaron al Juez Visitador Cristóbal Vaca de Castro en calidad de juez comisionado y gobernador del Perú.
Vaca de Castro no había aún alcanzado Perú cuando estalló la primera rebelión realista en contra de Almagro “el mozo”, protagonizada por Álvarez Holguín y Alonso de Alvarado, ambos antiguos partidarios de Pizarro.
Guerra entre Almagro “el mozo” y el gobernador Vaca de Castro
La rebelión provocó que Almagro “el mozo” y sus partidarios dejasen Lima para enfrentarse a Holguín en la sierra. Además, comenzaron a prepararse para resistir a Vaca de Castro.
El fracaso del militar almagrista García de Alvarado en su intento de que las tropas de Holguín y las de Alonso de Alvarado se agruparan, provocó que Almagro asumiese en persona la capitanía general. El fallecimiento de Juan de Rada, auténtico cerebro del grupo, dejó también muy debilitado a su bando.
A pesar de esto, los almagristas continuaron sus preparativos para la guerra, construyendo cañones en Huamanga. Igualmente, trataron de firmar una alianza con Manco inca, uno de los jefes indígenas supervivientes.
Por su parte, Vaca de Castro llegó finalmente a Perú. En su camino a Lima se reunió con Alonso de Alvarado y con Holguín, formando un ejército muy numeroso.
Tras pasar brevemente por la capital, se trasladó a Jauja, localidad en la que le esperaban más tropas leales al rey, incluidos muchos pizarristas deseosos de vengar la muerte de su líder. Allí, Vaca de Castro se proclamó Gobernador de Perú y Capitán del Ejército Realista.
Movimientos previos a la batalla de Chupas
Los dos ejércitos se pusieron en marcha. Vaca de Castro hacia Huamanga y Almagro el Mozo dejó Cuzco para ir a su encuentro. Según los historiadores, los indígenas de Manco Inca le pasaban información sobre los movimientos de su rival.
A principios de septiembre 1542, Almagro llegó a la región de Ayacucho, donde levantó sus defensas a la espera de Vaca de Castro. Estos habían recibido ataques en su camino por parte de los hombres de Manco Inca, aunque las bajas no fueron demasiadas.
A pesar de los preparativos para la batalla, los dos líderes mantuvieron cierto contacto por correspondencia. Así, el 4 de septiembre Almagro el Mozo pidió a Vaca de Castro que reconociera su derecho a ocupar la gobernación de Nueva Toledo. Aunque la petición fue rechazada, las negociaciones continuaron un tiempo.
Finalmente, el 13 de septiembre, Almagro y sus tropas emprendieron camino a Sachabamba. Muy cerca, a solo un día de viaje, se encontraba Chupas, donde ambos ejércitos acabarían por enfrentarse.
Causas
Como se señalaba anteriormente, las causas de las guerras civiles entre los conquistadores se remontan hasta la Capitulación de Toledo. Este acuerdo otorgó muchas más ventajas a Pizarro que a su socio, Almagro, lo que terminaría siendo el punto de partida para un enfrentamiento que duró varios años.
Posesión del Cuzco
La división de las tierras conquistadas en dos gobernaciones, Nueva Castilla y Nueva Toledo, acabó provocando problemas entre los conquistadores. La Corona otorgó a Pizarro la primera, mientras que Almagro se quedó con la segunda.
El problema principal fue que nadie sabía en cuál de ellas había que encuadrar a la ciudad de Cuzco. Los dos gobernadores la reclamaban y sometieron la cuestión a arbitraje, sin que eso acabara por solucionar el problema.
Batalla de las Salinas
Con Cuzco como principal objetivo, los almagristas y los pizarristas se enfrentaron en la batalla de las Salinas el 6 de abril de 1538. La victoria correspondió a los segundos y Diego de Almagro fue capturado y ejecutado. Sus hombres juraron venganza.
La herencia de Diego de Almagro
Antes de ser ejecutado, Almagro dejó su cargo de gobernador de Nueva Toledo a su hijo, también llamado Diego. Los almagristas encontraron, así, un nuevo líder.
La situación empeoró por la negativa de los partidarios de Pizarro de reconocer el derecho de Almagro el Mozo como heredero.
Muerte de Pizarro
El 26 de junio de 1541, Francisco de Pizarro fue asesinado por un grupo de almagristas mientras estaba en el Palacio de Gobierno. Almagro el Mozo fue nombrado por el cabildo como Gobernador de Perú.
Intervención española
Mientras, la corona española empezaba a cambiar la manera de gobernar las tierras conquistadas. Cuando las noticias sobre lo que sucedía en Perú llegaron a las autoridades hispanas, decidieron enviar a Cristóbal Vaca de Castro a tomar posesión del gobierno en el caso de que Pizarro no pudiera continuar.
Al llegar a América, el enviado español se enteró de la muerte del conquistador. Su reacción fue tratar de solucionar el problema venciendo a Almagro el Mozo y asumiendo el poder.
Consecuencias
La batalla de Chupas se desarrolló en la llanura del mismo nombre el día 16 de septiembre de 1542. Los historiadores la consideran la más sangrienta de toda la guerra civil entre los conquistadores. Concluyó con la victoria de los realistas y con la captura posterior de Almagro el Mozo.
El enfrentamiento duró hasta entrada la noche. En un principio, los almagristas lograron ganar posiciones, pero la entrada en liza del contingente de caballeros comandado por el propio Vaca de Castro acabó por decantar la batalla. Sobre las 9 de la noche, los realistas se proclamaban vencedores.
Los cronistas, aunque difieren en las cifras, hablan de más de 500 soldados muertos de un total de 1300. Curiosamente, fallecieron más hombres entre los realistas, a pesar de ser los vencedores. La represión posterior, de acuerdo a los historiadores, fue especialmente sangrienta.
Aunque Almagro el Mozo trató de pedir asilo entre los incas de Vilcabamba, fue hecho prisionero por sus enemigos. Fue juzgado en Cuzco y condenado a muerte por traición a la Corona.
Control español del territorio
El triunfo de Vaca de Castro significó el cambio de la política de la Corona en América. Comenzó, así, una proceso de centralización del poder, despojando de privilegios a las encomiendas y a los primeros colonos.
Nuevas Leyes
En el aspecto legal, la centralización quedó establecida en las Nuevas Leyes de Indias, promulgadas el 20 de noviembre de 1542.
Las colonias americanas pasaron a estar controladas directamente por España, además de establecer normas más humanitarias sobre el trato de los indígenas. Estas leyes suprimían las encomiendas hereditarias y el trabajo forzado de los indios.
Aparte de esos aspectos, mediante estas leyes se estableció el Virreinato de Perú, así como la Real Audiencia de Lima. El primer virrey fue Blasco Núñez Vela y para la Audiencia se eligieron a cuatro oidores.
Rebelión de Gonzalo Pizarro
Las Nuevas Leyes perjudicaban a los encomenderos al eliminar la herencia de sus tierras y la posibilidad de obligar a los indígenas a realizar trabajos forzosos. Poco después de la llegada de Núñez Vela como Virrey, tuvo que hacer frente a una rebelión de los dueños de las encomiendas,
El líder fue Gonzalo Pizarro, un rico encomendero en Charcas. El levantamiento tuvo éxito al principio, ya que en 1545 la Audiencia de Lima expulsó al Virrey.
La guerra entre la Corona y los rebeldes continuó durante varios años. Existió, incluso, un plan para casar a Gonzalo Pizarro con una princesa inca y que fuera proclamado rey de Perú con apoyo indígena.
En 1548, un nuevo enviado de la Corona, el Pacificador Pedro de la Gasca, logró derrotar a los rebeldes. Tres años después, llegó desde Nueva España el segundo Virrey de Perú, Antonio de Mendoza.
Referencias
- Carpeta Pedagógica. Guerra civil entre los Conquistadores. Obtenido de carpetapedagogica.com
- Zapata, Antonio. Batalla de Chupas. Obtenido de clioperu.blogspot.com
- Aparicio Aldana, Zhenia. Batalla de Chupas. Recuperado de gee.enciclo.es
- Wikiwand. Battle of Chupas. Obtenido de wikiwand.com
- Revolvy. Battle of Chupas. Obtenido de revolvy.com
- Mother Earth Travel. Pizarro and the Conquistadors. Obtenido de motherearthtravel.com
- Heritage History. How Pizarro was Assassinated. Obtenido de heritage-history.com